Cincuenta y uno.

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Narra Celia.

Una semana después de que Pablo me pidiera matrimonio, aún no lo sabía nadie más allá de mis amigos. Ni mis padres ni mucho menos la prensa. Espero que se enteren por nosotros y no por una pillada. Aunque en ningún momento escondo el anillo. Si quieren que saquen sus propias conclusiones.

Mis padres nos habían avisado de que pasarían por Barcelona, ya que papá tiene que hacer negocios en la ciudad condal.

Piensan que se quedan en un hotel, pero ya tenemos preparada una de las habitaciones de invitados. Ayer llamé al hotel para cancelar la reserva.

- Dime mamá. - cojo el teléfono.
Estoy en el estudio y estoy solo con Leo y Ainhoa, ya que Diego está en su luna de miel y aún le quedan quince días más.

Él y Liam se fueron de crucero por las islas griegas y según lo que me dijo, creo que se están hartando a follar.

- Dos paradas más y llegamos a la estación. -

- Vale, salgo. -

Me había ofrecido, lógicamente, en ir a buscarlos yo a la estación. Venían en AVE y estaban a media hora aproximadamente de llegar a la estación.

- Leo, me tengo que ir, en una hora más o menos estoy de vuelta. -

- Vale, le voy a quitar ya la mini cámara a Olmo y a Flick y paso las imágenes al portátil. -

- Perfecto. -

Salgo del despacho y veo a Fermín. - Fermi, avisa a Pablo de que me tengo que ir, que no se preocupe si no me ve. -

- Vale, ya le digo yo que le abandonas por otro más guapo. -

Le saco la lengua y marcho ya.

Arranco el cupra de Pablo y salgo en dirección a buscar a mis padres.

Llego, aparco y bajo justo cuando me llega un WhatsApp.

Mamá: ya estamos aquí.

Entro en la Estación de Sants y espero a verlos.

A lo lejos veo a mi padre con dos maletas y a mi madre hablando por teléfono. - ¡Hola papá! - me abrazo a mi progenitor.

- Hola mi cielo. -

- ¡Mami! -

- ¿Qué tal hija? -

- Genial, venga vamos, que os quiero enseñar dónde trabajo. -

Vuelvo al aparcamiento y subimos en el coche. - ¿Y este coche? -
- Es uno de los que tiene Pablo. -

Me incorporo al tráfico de Barcelona y media hora después estoy presentando mi credencial en la entrada de la ciudad deportiva.

Aparco y bajamos. - Vamos a ver a Pablo. -

Entramos en la zona de campos y los jugadores ya están estirando. Ya están terminando.

Esperamos y mi padre se fija en los campos. - Es impresionante. - asiento.

Pasan los chicos por delante mía saludándome y ya veo a Pablo venir con Hansi. - Nos vemos luego Celia. - me dice el entrenador y nos deja solos a nosotros cuatro.

Pablo se acerca a mí. - Hola mi amor. -

- Hola gordo, ¿qué tal el entreno? -

- Bien, cansado. Por la tarde más. -

Ahora si se gira y mira a mis padres. - Hola Teresa, Fede, ¿qué tal? -

Saluda a mi madre con dos besos y a mi padre con un apretón de manos. - Bien, muy bien. -

Atracción (Pablo Gavi) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora