Atracción (Pablo Gavi)

Cincuenta y nueve.

Narra Celia.

¿Dolor? No sabía lo que era hasta que rompí la rodilla.

¿Colmo? Que me haya bajado la regla justamente ahora.

¿Quién lo está pagando? Mi pobre novio.

Ahora mismo estoy en casa de Pedri con Lara. Es la persona con la que paso mis mañanas y mis tardes cuando Pablo entrena.

- Me siento como una mierda. - le digo tirando la cabeza hacia atrás.

- ¿Qué ha pasado esta vez? -

- Pues que le he hablado fatal. Que llevo dos semanas con esta mierda y se la está comiendo Pablo. El tema es que sé que le hablo mal pero... - me pongo a llorar. Cuando estoy menstruando es lo que me suele pasar. Me pongo a llorar a la mínima.

Se me bajan las defensas.

- ¿Me llevas? -

Lara me mira raro. - ¿A dónde? -

- A la ciudad deportiva. -

- ¿Pero qué...? -

- Lara porfa. Necesito pedirle disculpas y además, llevo dos semanas metida entre tu casa y la mía y no puedo más. Porfi porfi. - junto las manos y suplico.

- Vaaaaale. Me visto y te ayudo a vestirte a ti. Pero la próxima vez que el arrepentimiento te llegue cuando esté tu novio en casa.-

- Gracias gracias. Te quiero. - le lanzo un beso y sale ya hacia la habitación.

Diez minutos después me ayuda a ponerme un pantalón corto. La camiseta la pongo yo. El calzado también me lo tiene que poner Lara.

Salimos de casa despacio. Vamos en el ascensor y cogimos el Audi de Pablo. Es el más grande que hay en estos momentos en el garaje. Solo quedaba ese y el Mini de Pedri y no es plan.

Voy en la parte de atrás con la pierna sobre los asientos.

Al llegar a la ciudad deportiva hay muchísima gente a la entrada. Le paso mi credencial a Lara y entramos. Aparca en el que sería mi sitio y ya me ayuda a bajarme.

Saludo a Judith cuando me ve, pero no me paro, directamente tiro hacia el campo de entrenamiento, donde a lo lejos veo a Hansi y su gente.
Los jugadores mientras tanto practicaban alguna jugada.

Narra Gavi.

- Vale que esté como está, pero joder tío. - le digo a Pedri cuando estamos saliendo al campo.

He dormido fatal. Celia no hacía más que dar vueltas en la cama y he acabado a las seis de la mañana levantándome y yéndome al sofá.

- Entiendo sus dolores, yo también lo pasé y era insoportable, pero coño, que soy tu novio. - bufo sentándome en el banquillo a esperar a que salga el míster.

- Tío, serán unos días, ya verás. Esto se le pasará. -

Asiento mientras pienso y paso la mano por mi pelo.

Hansi y todo el equipo ya está en corro en el centro del campo.

Practicamos jugadas. Pases y diferentes posiciones.

Paramos a por agua y veo a todo el equipo técnico hablando con alguien.

Cesc se gira y me mira. - ¡TE BUSCAN! - pongo cara de duda. - SI A TI. -

Voy hasta ellos y al llegar la veo.

Me pongo serio. Sinceramente estoy un poco cabreado con ella.

- ¿Vas a seguir gritándome? - digo poniendo mis brazos en jarra.