Narra Gavi.
Son las dos de la mañana del cuatro de octubre.
Hoy es el cumpleaños de Celia y llevo media hora con la ayuda de Pedri y de Fer haciendo su tarta.
A las tres la dejamos preparada y al llegar a casa la guardo en la nevera. - Oye tío. - Pedri me llama. - ¿Puedo invitar mañana a una chica? - me sorprendo con sus palabras. - Llevo unos días hablando con una chica y... -
- Joder tío, claro que si. -
Me alegro muchísimo de que empiece a pasar página enserio.
Dejo el ramo de rosas sobre la encimera de la cocina y ya me meto en la cama con Celia que duerme profundamente.
Mi despertador suena a las ocho de la mañana.
Celia no está en la cama y sus muletas están sobre la butaca que tenemos en la habitación.
Me levanto y salgo despacio de la habitación. Está leyendo la nota que había en las rosas, así que me acerco lentamente por detrás a ella.
- Feliz cumpleaños mi niña. - la abrazo desde atrás besando su cuello. - Hay veinte rosas de plástico. Para que no se marchiten y quede constancia de este día. -
Ella acaricia mi cabeza. - Gracias amor. - beso su nuca. - Me han encantado las flores. -
Le doy la vuelta con cuidado y le beso en los labios. - Espero que sea el primero de muchos. -
- Lo será. - besó su frente y oigo el timbre.
Son Pedri y Fer. Traen un desayuno consigo.
Pasan a la cocina. - ¡Felicidades! - se acercan a ella y le dan dos besos cada uno.
Desayunamos entre risas y después de terminar, ellos se van a su casa y nosotros a prepararnos. Celia tiene rehabilitación y yo entrenamiento, así que nos vamos juntos a la ciudad deportiva.
Teresa: Estamos a punto de coger el AVE.
Teresa: nos vemos a la hora de comer.Mamá: Cogemos el tren en media hora.
Contesto a Teresa y a mi madre. Celia no sabe que vienen.
Tengo una reserva para catorce personas en un restaurante cercano a la playa.
La sorpresa más grande, será la de ver a su hermana. Viene de Milán con Ciro y hasta antes de ayer, no sabíamos si podría venir.Sale de la habitación vestida y ya nos vamos.
Al llegar a la ciudad deportiva, el semáforo está en rojo, así que un par de niños vienen y me piden fotos y autógrafos. - Gracias chicos. Ya se me ha puesto en verde. -
Entro y aparco. Ayudo a Celia que ya va sin muletas. Las llevamos en el coche pero no las usa. O si las utiliza, lo hace menos.
La dejo en la sala de rehabilitación y yo tiro hasta el vestuario.
Entro y están ahí prácticamente todos mis compañeros. - ¡Chicos! Esta noche en el local que os he dicho. -
Todos asienten y me llega un WhatsApp.
Lara: Se que no tengo derecho, pero me gustaría que felicitaras a Celia de mi parte.
He estado toda la vida haciéndolo, desde que somos canijas, y me da mucha lástima no poder estar ahí hoy.Gavi: Yo sé lo diré.
Guardo el móvil en la taquilla y ya salgo hacia el campo.
Narra Celia.
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Atracción (Pablo Gavi)
RomanceSon tan distintos que ninguno de los dos sabe cómo pueden llegar a atraerse tanto. Celia y Gavi.