Charles acomoda su brazo y sale de la cama para ir al baño, yo empiezo a vestirme para irme a mí apartamento.
—¿Ya te vas?— Pregunta Charles cuando me ve tomando mis cosas.
—Sí, hoy debo ir a una reunión de mi hermano a la escuela.— Le digo.
—Yo te llevo a tu casa.— Dice e inmediatamente toma un abrigo para bajar del edificio.
—¿Qué harás en la tarde?— Le pregunto.
&Tengo la tarde libre, ¿salimos los tres juntos?— Pregunta incluyendo a mi hermano y algo dentro de mí se emociona.
—Me parece una buena idea, podemos ir al parque de diversiones nuevo.— Le digo con emoción.
—Entonces iremos allá.— Toma mis mejillas con ambas manos y da un beso corto en mis labios para luego darme uno en la frente, haciéndome sentir como una niña pequeña.
Salimos del edificio y me deja en mí apartamento, allí nos despedimos. Me doy una ducha para ir a la escuela de mi hermano menor, pues habría una reunión con los padres acerca de asuntos irrelevantes, y, como no tenía a mis padres entonces yo estaba a cargo de él.
En el transcurso de mi casa a la escuela, pensé en muchas cosas, y en todas estaba Charles. Él y yo nos habíamos conocido en el hospital, él estaba ahí celebrando la llegada de su sobrina, mientras yo estaba llorando la despedida de mis padres. Charles me vio indefensa y me dio el soporte que necesitaba, luego de tantas charlas y días juntos, las cosas se dieron y empezamos a tener encuentros casuales, nada romántico. A pesar de que ya llevábamos la misma dinámica desde hace meses, ninguno de los dos se atrevía a dar un paso más, por mi parte me daba vergüenza tener que soportar un rechazo, por lo que mejor me quedaba en silencio.
La reunión pasó entre personas dialogando, otras peleando y otras hablando de temas que nada tenían que ver. Mi hermano y yo nos quedamos en silencio escuchando a los maestros, no era un secreto para el colegio que Josh había perdido a sus padres hace poco, por lo que se le entendía su actitud depresiva, sin embargo, a mi me preocupaba, por lo que decidí entrar a terapia junto con él, no quiero que un niño de ocho años sufra de manera permanente por este suceso, y menos mi hermano.
—Han, quiero irme.— Dice Josh con tristeza en su voz.
—Ya casi termina esto, mi vida.— Le respondo dándole un abrazo.
—Quiero a mamá y papá.— Confiesa y mis ojos se llenan de lágrimas.
—¿Te parece si le digo a Charles que pase por nosotros? Así vamos a comer un helado.— Le propongo y a este se le iluminan los ojos cuando menciono a Charles.
—¡Sí, Charles!— Dice con emoción.
—Entonces espera un momento lo llamo.— Le digo y lo dejo en la sala con algunos de sus compañeros.
Salgo hacia el pasillo solitario y tomo mi teléfono para llamar a Charles.
—Hola, preciosa, ¿paso algo?— Pregunta y es inevitable no soltar un sollozo, su voz siempre me hacía sentir que podía soltarlo todo, aún recuerdo las muchas veces que llore en su hombro.
—Josh quiere que pases por nosotros ya, está triste y la única solución que vi es decirle que iríamos a comer helado los tres.— Digo rápidamente.
—Tranquila princesa, respira. Ya voy por ustedes, no te alteres, Hannah.— Dice conociéndome.
—Es que me duele verlo así.— Confieso.
—Y a mí me duele verlos a ambos así. Tranquilízate, ya estoy llegando.— Responde y mi corazón vuelve a latir con normalidad.
Luego de tranquilizarme, voy por Josh y me despido de los maestros pidiendo perdón por dejar la reunión así como así. Salimos de la escuela y allí está Charles recostado en su auto, esperándonos.
—¡Campeón! ¿cómo estás?— Le pregunta Charles a Josh.
—Estaba un poquito triste, pero ya no.— Responde mientras Charles lo abraza.
—Vamos a casa y te pones algo cómodo para ir a un lugar que te va a encantar.— Le digo a mi hermano.
—¿Es sorpresa?— Pregunta confundido.
—Síp, es sorpresa.— Le digo y este se emociona.
Entra al auto y Charles me saluda con un beso en los labios para luego imitar la acción de Josh.
Al llegar a la casa, Josh decide darse un baño y nosotros lo esperamos en la sala.
—¿Cómo estás?— Pregunta Charles.
—No sé cómo sentirme, Charlie. Esto está siendo muy difícil. Más que hermana, parezco la madre de Josh, y no me molesta, pero me da miedo.— Confieso con miedo.
—Entiendo tú punto, pero sabes que no estás sola.— Responde y yo recuesto mi cabeza en su hombro.
—Te quiero mucho, Charles. No sé qué hubiera hecho sin tí.— Le confieso.
—Eres una de las mujeres más fuertes que conozco, Hannah.— Dice y me abraza.
Salimos de casa ya listos para disfrutar, Josh se sorprendió cuando vio el gran parque de diversiones al que lo trajimos, y juro que por primera vez lo vi realmente feliz luego de aquel suceso que marcó nuestras vidas. Mi hermano saltaba de un lado para otro, alegre. Aunque, no le tengo permitido comer muchas golosinas, creo que hoy fue la excepción, comió de todo lo que se antojo, pues Charles también le daba prácticamente todo lo que pedía.
Josh se dispuso a montar en el carrusel mientras Charles y yo lo mirábamos ser feliz.
—Han, hay algo que quiero preguntarte.— Dice Charles y yo lo miro.
—¿Qué cosa?— Pregunto con miedo.
—No sé si lo de nosotros es en serio. Necesito que me digas la verdad.— Dice y yo me quedo en silencio por unos segundos.
—Claro que es en serio, Charles.— Tomo el valor y lo admito.
—Juro que me muero cada vez que te vas del apartamento sin decir nada, como si fuéramos extraños de solo una noche. Te quiero siempre conmigo, siempre en mi cama, en mi hogar, en mi vida.— Confiesa y me sorprendo al escuchar la sinceridad de sus palabras.
—¿Estás diciendo lo que creo que estás diciendo?— Pregunto.
—Sí, Hanna. Te estoy preguntando si quieres estar conmigo, en una relación formal, romántica, y seria.— Pregunta con temor.
—Ay, Charlie. Por supuesto que quiero.— Confieso y lo abrazo fuertemente.
—Te amo, Han. Te amo mucho.— Responde y me besa suavemente.
—Espere que me lo pidieras, porque soy algo cobarde y me daba miedo el rechazo...
—Lo importante es que ya estamos juntos, los tres. Juro que seremos la mejor familia, Hannah. Si quieres pueden irse a vivir a mí apartamento, o me voy a vivir a tu casa, o en las dos, o en ninguna, pero juntos.— Dice con emoción.
—¡Acepto todo!— Grito con felicidad y lo abrazo con ternura.
—¿Por qué gritas, Han?— Dice Josh llegando a donde nosotros.
—Porque, de ahora en adelante, ¡viviremos los tres juntos!— Le digo.
—¡Wao! Eso es asombroso. ¿Podemos tener un perrito?— Pregunta y Charles ríe.
—Si tu hermana nos deja, por supuesto que lo tendremos.— Responde Charles.
—Por favor, Hannie, déjanos tener un perrito.— Me pide Josh.
—Está bien, pero debemos ser responsables en cuanto a su cuidado.— Le advierto.
—¡Charles y yo juramos ser los mejores dueños de Batman!— Grita con emoción.
—¿Batman?— Pregunto confundida.
—Así se llamará el perrito.— Responde Josh, Charles y yo nos miramos para luego reírnos.
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One Shots || Fórmula 1
FanfictionHistorias cortas de todo tipo con nuestros amados pilotos.