—Hola, ¿necesitas algo?— Respondo a la llamada del castaño.
—Hey, ¿te llamo en mal momento? Te escuchas... cansada.— Dice, yo paro de correr para tomar un poco de aire.
—Salí a correr, apenas voy llegando al apartamento.— Digo.
—Cheryl, quería invitarte a salir hoy.— Dice, yo ahogo un sonido de sorpresa.
—¿Ah? ¿A salir?— Le pregunto con evidente confusión.
—Sí... ya sabes, cenar, o hacer algo divertido.— Aclara.
—Claro, está bien. Pasa a las 5 por mí.
Creí que sería la primera y ultima vez que saldría a una cita con Lando Norris, pero no fue así, y es que el chico es gracioso y lindo, pero algo dentro de mí me decía que no debía estar con un compañero de trabajo de Charles, pero ¿acaso Charles manejaba mi vida? Por supuesto que no.
Luego de esa cita, cada vez era más frecuente verlo al frente de mi apartamento esperando por mí en sus lujosos y para nada desapercibidos coches.
Por otro lado, Charles no paraba de llamarme, estaba a punto de bloquear su número, pero sabía que me iba a llamar de otros. Nunca le contesté, quería que sintiera desesperación como actitud de venganza de mi parte.
Un timbre en mi puerta capta toda mi atención, por el momento no estaba esperando a nadie.
—Lando, ¿qué haces aquí? Está lloviendo mucho.— Le pregunto dejándolo pasar al verlo empapado.
—Estaba dando una vuelta por aquí, y la lluvia llegó inesperadamente.— Dice riendo.
—Voy por una toalla.
Voy al baño por unas cuantas toallas, y al mirarme en el espejo no me puede dar más vergüenza, tan solo vestía una pijama corta y ni siquiera llevaba sostén. Llegó a la sala con las toallas en mis manos y se las extiendo al castaño.
—Perdón por importunar.— Se disculpa, yo niego.
—Tranquilo, de igual forma no estaba ocupada.— Le digo. —¿Quieres café?
—Si no es mucha molestia.
Me pongo en la tarea de preparar dos cafés mientras Lando se seca. Lo veo de reojo y su cabello está húmedo, lleva unos pantalones negros un poco mojados y una camisa blanca empapada, se le pega a torso y deja ver sus abdominales bien marcados.
Cuando ya están los cafés me acerco a él y extiendo el vaso a su dirección, el castaño lo toma y me agradece.
Cuando termino el café llevo el vaso a la cocina, lo dejo en el fregadero e inmediatamente siento una presión detrás mío, Lando se inclina a dejar su vaso también en el fregadero y con esto, el roce es inevitable, siento una extraña parte del cuerpo rozando mis glúteos y sé exactamente de lo que se trata, sonrio de la vergüenza.
—Bonito apartamento.— Habla Lando después de un suave carraspeo por parte de ambos.
—Gracias, eh, ¿quieres ver una peli?— Le digo, la tensión aún se siente en el ambiente, y es que nunca había estado con él a solas, en un apartamento, en mí apartamento.
—Sí, claro.
Nos acomodamos en el sofá de la sala con mantas y cojines, ponemos una película de acción y, sinceramente, me concentro más en el roce de su mano y mi pierna.
Su mano sube y baja por mi muslo erizandome la piel, siento como mis pezones se crispan sin remedio, sé que se pueden notar por la tela tan fina que llevo puesta.
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One Shots || Fórmula 1
FanfictionHistorias cortas de todo tipo con nuestros amados pilotos.