Max.

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Después de un largo año lejos de él y de todo lo que me recordaba a su esencia, tuve que volver a mí hogar, aquel que tuve que dejar por miedo a encontrármelo.
Volver a Países Bajos no era lo que estaba en mis planes, pero lo tenia que hacer por mi hermano. Por fin, mi hermano se casaría y lo haría en nuestro país natal, y, aunque pensé en no ir, me sentiría muy mala hermana si no voy.

-Tessa, sabes que no quiero obligarte a venir, y menos porque sabes que él estará.- Martin me lo recuerda pero yo ruedo los ojos al otro lado de la llamada.

-No planeo dejar a mi hermano solo en su boda, ya te lo dije. Ya todo está superado.- Le afirmó y este parece aceptarlo.

-Estoy muy emocionado de que vengas, ya sé que nos vimos hace poco... Pero, me alegra que vuelvas a nuestro hogar.- Me dice y mis ojos se vuelven agua lentamente.

-Yo también estoy muy emocionada por ir, aunque, Colombia es muy bonita, he aprendido muchas palabras con las que te insultaré de ahora en adelante.- Digo con risas.

-Eres malvada.- Responde y luego hablamos sobre trivialidades.

Cuando la noche llegó, me acuesto a dormir y a prepararme mentalmente para ir mañana a Países Bajos.

Lo confieso, a duras penas dormí cuatro horas, los nervios me carcomían el alma y mi cerebro me manipulaba. Sin embargo, estaba muy feliz por irme de nuevo a mí hogar, aquel que tanto extrañaba.
El vuelo era largo, por lo que dormí más de lo que pensé en el avión, cuando aterrizamos en territorio neerlandés, mi corazón se aceleró tanto, tanto, que creí que iba a estallar, por un momento a mí mente vinieron muchas imágenes de él conmigo, y dude en si lo había superado o no.

-¡Tess! Te extrañé mucho.- Me abraza Martín y yo lo abrazo con más fuerza.

-También te extrañé demasiado, necesito ir a la casa ya.- Le pido y este inmediatamente me lleva hacia su coche.

-Sunny te extraña mucho, fuiste muy mala al dejarla solita.- Me dice y yo recuerdo inmediatamente a mí gata, aquel obsequio que nunca se olvida y siempre está presente en uno.

-Mi Sunny, ya la quiero ver.- Expreso y me preguntó si Él la ha visitado, le ha dado cariños...

-Sé lo que piensas, y sí, va frecuentemente a casa a verla, sabes lo mucho que lo ama.- Mi hermano me lee la mente y yo lo miro sorprendida.

-Lo suponía... ¿Emocionado por la cena de hoy?- Le pregunto cerrando el tema y este suelta un suspiro enamorado.

-Por supuesto, seremos pocos, pero los necesarios.- Me responde cuando acabamos de llegar a la casa.

-¡Hogar, dulce hogar!- Expreso con emoción y entró corriendo a la casa, lo primero que veo es a mis papás esperando por mi.

-Mi vida, te extrañamos mucho.- Dice mamá y yo los abrazo fuertemente.

-También los extrañe, ya era tiempo de volver.- Digo y estos asienten con su cabeza.

-Martin, ayudala a acomodar sus cosas en su habitación.- Nos dice papá y yo subo a mí habitación con mi hermano.

-Tengo un jet lag terrible, ¿crees que pueda dormir tan siquiera dos horas?- Le pregunto con Sunny en brazos y este ríe.

-Me lo imagino, casi veintitrés horas de vuelo no es nada fácil... Te despertaré a las cinco, la cena es a las ocho.- Me dice y deja mi maleta al borde de la cama.

-Te amo, Mar. Estoy muy feliz por ti.- Lo abrazo y este se va cerrando la habitación, dejándome sola con Sunny, quien maúlla en busca de cariño.

Por primera vez puedo admirar la situación en la que me encuentro, con miedo de encontrarme con él pero sabiendo que así será, sin embargo no podía permitirme estar más tiempo lejos de mi familia.
Me recuesto en mi cama con mi gata en brazos y me duermo enseguida.

One Shots || Fórmula 1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora