A pesar de lo que dijo Momo ese lunes por la tarde, ellas no volvieron a salir, pero, eso no era necesario cuando podían divertirse desde casa, habían encontrado una serie divertida para mirar por las tardes mientras comían algunas botanas.
Sin embargo, por muy normal que eso pareciera, su relación había cambiado un poco desde ese lunes por la tarde, pues evidentemente había una clase de tensión en el ambiente que ambas notaban con demasiada claridad.
Momo sabía que estaba a un paso de su bono y que solo faltaba un empujoncito para que la menor confesara todo, y Dahyun por su parte estaba casi segura de que Momo sentía algo por ella, pues el contacto físico de Momo definitivamente no parecía normal.
Los abrazos y besos en la mejilla se sentían diferentes, venían con otras intenciones y eso lo sabía bien, pues el tipo de abrazos y besos que en algún momento recibió de algunas amigas definitivamente no eran nada parecidos a los que Momo le daba.
Sus amigas jamás acariciaron su cintura de la manera en la que Momo lo hacía.
No es que se sintiera morboso, pero las caricias de Momo la hacían sentir diferente, tal vez deseada, pero en un sentido menos hormonal y más pasional.
Además, cuando tenía suerte, Momo también dejaba caricias sobre sus piernas y es por eso que había comenzado a usar shorts por las tardes, pues amaba sentir el tacto de la mayor directamente sobre su piel, y aunque al principio fue vergonzoso que Momo notara su piel erizarse la mayor pareció no darle importancia.
A decir verdad, los 17 sí que estaban siendo un reto para Dahyun y más cuando Momo se portaba así con ella.
Hoy fue uno de sus días de suerte, pues se encontraba con la cabeza recostada sobre las piernas de Momo mientras ella acariciaba su vientre, a esto se refería cuando decía que esas caricias no eran normales, pues debido a la posición su camisa se había subido un poco, pero, Momo no pareció tomarle importante y solo continuó pasando la llema de su dedo índice al rededor de su ombligo.
Y de nuevo Dahyun se dejó llevar por las hormonas, pues además de que esos toques dejaban un cosquilleo en su vientre bajo ella se atrevió a imaginar y desear un poco más.
Desear que ese dedo que acariciaba su abdomen bajara un poco más hasta llegar a su...
—Estoy aburrida— Momo interrumpió los pensamientos de Dahyun apartando su mano de ella.
—Tengo juegos de mesa en mi habitación— La menor ofreció tomando el control de la televisión para apagarla y levantarse del sofá.
Pues prefería mil veces tener a Momo en su habitación que pasar la tarde en la sala, pues por alguna razón su habitación se sentía más segura para pasar el rato con Momo.
Entonces la mayor también se levantó y siguió a Dahyun a su habitación, ya habían estado ahí antes, pero, Momo no dejaba de sorprenderse al entrar, pues a pesar de lo extraño que sonara, el ambiente se sentía menos pesado ahí adentro.
—¿Quieres jugar Jenga?— Dahyun ofreció mirando a Momo asentir.
Entonces se acercó a su armario para intentar alcanzar la caja del juego, pero, ella era bajita y su papá había dejado un poco alto para ella la caja de Jenga.
Sin embargo, le agradeció en la mente al sentir el cuerpo de Momo pegarse al suyo para tomar la caja por ella.
Pero eso no fue todo.
La mano de Momo posada en su cintura como apoyo le dió el toque a aquel acercamiento, haciendo a Dahyun derretirse en un solo segundo.
Tenía que relajarse. Dahyun debía hacerlo, o de lo contrario terminaría por abalanzarse a la boca de Momo para besarla hasta quedarse sin aliento.
—Aquí tienes— Momo se separó entregándole la caja a Dahyun.
Oh Dios, luego de ese acercamiento por supuesto que Dahyun quería jugar con Momo, ¿pero Jenga? Definitivamente no.
Sin embargo, dejó sus pensamientos de lado y comenzó a armar la torre en el piso de su habitación para finalmente sentarse a jugar.
Estuvieron unos minutos jugando cuando la torre comenzó a tambalearse en el turno de Dahyun, ella no quería perder, su ambición se lo impedía, pero, la torre estaba a punto de caer que por inercia metió la otra mano para evitar que caiga, sin embargo, al percatarse intentó discimular lo obvio que había hecho.
—¡Eres una tramposa!— Momo la acusó.
—¿De qué hablas?— Dahyun fingió demensia.
—Lo vi, vi cuando usaste la otra mano.
—Claro que no.
—Claro que sí— Empezaron a discutir entre risas a causa de la evidente trampa que Dahyun había hecho.
—No seas envidiosa, solo quieres que pierda— Siguió discutiendo Dahyun.
—No es cierto, siempre quieres ganar con trampa, esa torre debió caer.
—¿Ah sí?— Dahyun soltó una carcajada.
—Sí.
—Pues entonces que caiga— Ella derribó la torre al darse cuenta de que era imposible salvarse de las acusaciones.
—¡Oye!
—Tú lo pediste— Dahyun siguió riéndo —¡Ah!— Gritó cuando Momo se abalanzó contra ella para derribarla en el piso.
—Siempre haces trampa— Comenzó a hacerle cosquillas.
—¡Ah, Momo basta!— Se quejó la menor mientras reía.
Estuvieron unos segundos así, con Momo sobre el cuerpo de Dahyun haciéndole cosquillas y la otra rogando entre risas para que Momo se detuviera.
Y finalmente la mayor se detuvo cuando sintió sus dedos doler del cansancio.
Con la respiración entrecortada y las frentes sudadas se miraron a los ojos.
Entonces un silencio tenso se hizo presente, ¿qué se supone que debían hacer ahora? ¿Armar la torre de nuevo? No, si hacían eso debían separarse y no querían hacerlo.
Ninguna de las dos quería despegar su cuerpo del cuerpo contrario.
Y por alguna extraña razón los ojos de Momo se dirigieron a los labios de Dahyun, se había acostumbrado tanto a coquetearle que ahora se sentía natural, incluso sin pensar en el bono ella solo sintió el extraño impulso de besar a Dahyun, ¿estaba loca? No tenía idea, pero, los labios de Dahyun por primera vez le parecieron bastante apetecibles.
Y cuando la menor notó la mirada de Momo en su boca comenzó a sentirse nerviosa, tan nerviosa que quiso escapar de ahí.
Pero, antes de que pudiera hacerlo, Momo atacó sus labios con un beso.
Por ese pequeño instante dejó de existir el contrato con la señora Kim, ella solo quería besar a Dahyun sin recibir nada a cambio, nada más que a Dahyun correspondiendo su beso.
Entonces sonrió al sentirlo, ese movimiento tímido de la menor intentando corresponder la intensidad con la que ella le comía la boca como si fuera su única comida del día.
Se dejaron llevar e involucraron sus lenguas en el beso, lamían todo lo que la boca contraria tenía para ofrecerles, pero, a pesar de lo mucho que lo estaban disfrutando, tuvieron que detenerse para buscar un poco de aire a petición de sus pulmones.
Momo estaba en shock, no entendía lo que había hecho o porqué lo había hecho, pero, definitivamente le había gustado, sin embargo, no podía creerlo, no podía creer que ella había sido la causante y no Dahyun, así no era el trato.
¿Quién era la lesbiana? Ahora Momo podía apostar que era ella misma, ella había besado a Dahyun, y demonios, fue maravilloso, pero, ¿cómo podía ser posible?
No tenía idea y no pudo seguir pensando cuando Dahyun la tomó de la nuca y volvió a besarla con la misma intensidad del beso anterior.
Era la primera vez que ambas besaban a una chica, pero, definitivamente no sería la última, no cuando habían disfrutado tanto de sus bocas.
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Conquista a mi hija || Dahmo
FanfictionLa señora Kim tenía dudas por resolver y Momo necesitaba dinero, ¿Qué tan mala idea sería ofrecerle dinero a Momo a cambio de seducir a su hija? Una historia en donde Dahyun crece entre una familia sumamente religiosa sabiendo que podría perderlo to...