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A pesar de no ser más que trabajo, Momo se permitió divertirse con Dahyun, hasta el momento no había más que simple amistad por parte de la menor, y aunque Momo realmente quería el bono que la señora Kim le había ofrecido, por mientras se permitía disfrutar de la amistad de Dahyun.

Pero el tiempo estaba corriendo, y ella necesitaba mostrar avances si no quería perder su oportunidad de obtener una buena suma de dinero.

—¿Entonces aprendiste a tocar el piano desde pequeña?— Momo preguntó sorprendida.

Ambas se encontraban acostadas en la cama de Dahyun relajadas mientras escuchaban algo de música clásica y la menor hablaba sobre cómo aprendió a tocar el piano.

—Sí, me sé más canciones de las que puedo recordar— Dahyun respondió.

—¿A qué te refieres?— Preguntó la mayor confundida.

—A que algunas veces ni siquiera recuerdo el nombre de la canción y mis dedos simplemente se mueven solos cuando estoy frente al piano.

—No te creo— Habló la mayor recibiendo un asentimiento como respuesta —Quiero ver— Pidió levantándose.

Pues había un piano en el primer piso y Momo realmente se moría por ver a Dahyun tocar.

—No, que vergüenza— Habló la más joven fingiendo no querer, pero, en realidad le encantaba presumir sus habilidades con los instrumentos.

Así que se levantó de la cama cuando Momo la tomó de la mano y comenzó a tirar de ella para que bajaran al primer piso de la casa.

Entonces fueron juntas y tomaron asiento frente al piano compartiendo la banquita.

Y sin más, Dahyun dejó que sus sentimientos fluyeran, y como si fuera magia una melodía comenzó a sonar en el piano.

Los dedos de Dahyun lucían ligeros cuando acariciaban las teclas del piano para hacerlo sonar.

Era magnífico, así que Momo cerró los ojos y bajó la cabeza para disfrutar de la música, pero al abrirlos se encontró con las piernas de Dahyun al lado de las suyas, y una idea pasó por su cabeza.

¿Qué tan malo sería provocar a Dahyun tocando sus piernas? Tal vez estaría jugando sucio, pero el tiempo corría y Momo realmente necesitaba ese bono.

Hasta el momento Dahyun no había dado alguna señal prometedora que pudiera confirmar las sospechas de su madre, pero Momo necesitaba confirmarlas a como diera lugar, tal vez Dahyun ni siquiera era lesbiana, pero si era necesario, Momo se encargaría de volverla para poder cobrar ese bono.

Así que posó su mano en la rodilla de Dahyun, intentó no ser muy brusca, pues lo que menos quería era asustar a la menor y que esta arruinara sus planes, así que solo hizo un movimiento que fácilmente pasaba como amistoso.

Pero, para Dahyun era la primera vez que tenía algun contacto de ese tipo, así que no pudo evitar detenerse en el piano y mirar a Momo con el rostro confundido, pero, esta solamente le sonrió y la invitó a seguir tocando haciendo una seña con su mano libre.

Entonces Dahyun siguió tocando intentando no prestar tanta atención a esa mano traviesa que suavemente subía por su muslo y luego volvía a bajar.

Pero, cuando Momo comenzó a apretar suavemente, Dahyun tuvo un par de errores en el piano que no pudo discimular y terminó haciendo una pausa para respirar antes de seguir tocando.

Era extraño para Dahyun, sabía que esos toques eran demasiado superficiales que cualquier persona pasaría por alto, pero, ella no podía evitar ruborizarse y sudar frío por los nervios de sentir la fuerte mano de esa chica acariciar su muslo izquierdo con tanta tranquilidad.

Y eso la llevó a pensar, ¿a cuántas personas había tocado antes Momo de esa misma manera? Pues parecía estar muy acostumbrada a hacer eso, porque claramente no le estaba dando la misma importancia que Dahyun le daba.

Pero de repente la puerta principal sonó y Dahyun cometió un grave error en el piano haciéndolo resonar de una forma realmente desorganizada y brusca.

Y como si un fantasma se hubiera aparecido frente a Dahyun, esta se levantó de la banquita lo más rápido que su cuerpo le permitió, golpeando en el proceso su rodilla contra el piano.

—Hola, mamá— Dahyun saludó con una leve reverencia.

—Hola, corazón, ¿qué tal tu tarde?— Preguntó la mayor.

—Muy bien, toqué el piano— Respondió Dahyun intentando mantener una sonrisa mientras comenzaba a caminar con dirección a su habitación.

—Que bueno, mi amor— Felicitó la señora Kim para luego dirigir su vista a Momo, quien recién se levantaba de la banquita del piano para mirar de frente a la señora Kim.

—Creo que iré a mi habitación, avísame cuando llegue papá— Pidió la más joven subiendo las escaleras.

Pues a decir verdad, ella se sentía intimidada cuando Momo y su madre estaban en el mismo espacio.

Porque a pesar de que solamente pasaban tiempo de forma amistosa Dahyun juraba que estaban ligando, o tal vez sabía que ese no era el caso, pero, al menos había algo de tensión en el ambiente que aunque probablemente solo ella lo sentía, si su madre estaba cerca simplemente todo se volvía aterrador.

—¿Qué pasó en mi ausencia?— Preguntó la mayor a Momo, cuando su hija estuvo lejos de ellas.

—No mucho, solo escuchamos música y tocamos el piano— Momo le restó importancia, obviamente no iba a admitir que estaba jugando sucio para poder conseguir su bono.

—¿Segura que no ha pasado nada más?— La mujer preguntó con sospecha —No estás involucrando sentimientos con ella, ¿o sí?

—Jajaja por favor señora Kim— Momo soltó una risa —Ya le dije que yo no soy lesbiana.

—No me refiero a eso, Momo— La señora Kim aclaró —Solo digo que no te encariñes tanto con ella, no es tu amiga, no vas a traicionarla si me dices algo más.

—Ah, eso— Momo asintió —Le juro que le estoy diciendo todo, confíe en mí— Ofreció su característica sonrisa que lograba tranquilizar a la mujer mayor.

Esa sonrisa podía tranquilizar a cualquiera, ¿cómo dudar de alguien que sonreía así? Esa era la mejor virtud de Momo.

—Está bien, confío en tí— Afirmó la mujer suspirando.

Y entonces sacó su cartera para tomar el dinero de Momo y entregárselo.

Una leve reverencia fue todo lo que Momo ofreció antes de salir de la casa, dejando a la señora Kim realmente pensativa.

Ella sabía que Momo tenía un corazón grande y noble, por lo tanto, temía que la japonesa sintiera pena por su hija y comenzara a incubrirla.

Pero, prefirió confiar, Momo necesitaba dinero y estaba claro que se iba a esforzar por conseguir su bono, la señora Kim no tenía duda alguna de eso.

Además, Momo había tenido un gran avance con Dahyun a pesar de que no pasaban todas las tardes juntas, pues la señora Kim no podía salir a diario o probablemente le resultaría extraño a su hija.

A/N
Prepárense que ya va a empezar lo bueno :)

Conquista a mi hija || DahmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora