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Finalmente habían llegado al hotel, pasaron por la recepción y en unos minutos más ya tenían un cuarto.

Fue entonces que el golpe de realidad le llegó a Dahyun.

¿Qué locura era esta? ¿Por qué había imaginado que salir de casa era una buena idea? Estaba a punto de amanecer y sus padres notarían que se había escapado, no podía haber tomado una peor decisión que esa.

—¿Qué se supone que haremos ahora? No hay manera de que sobreviva sin mis padres— Dahyun comenzó a preocuparse mientras yacía tirada sobre la cama del hotel con la mirada fija en el techo.

—Oye, tranquila— Dahyun se acercó a ella para mirarla de cerca, había un mechó de cabello en el rostro de Dahyun, y Momo se moría de ganas por pasarlo tras su oreja, pero sabía que no debía tocarla, ya no tenía ese derecho —Sé que estás acostumbrada a un nivel de vida diferente al mío, pero yo llevaba dinero para mi familia así que te prometo que podré traer dinero para tí— Intentó tranquilizarla.

—¿Y si no? Momo, yo no sé hacer nada, no debiste traerme— Dahyun volteó el rostro para mirarla, dejando ver sus ojos llenándose de lágrimas.

—No tienes que hacer nada, solo concéntrate en tu recuperación, ¿okay?— Pidió Momo levantándose de la cama.

Dahyun no respondió, se quedó pensando en la situación, ¿sus padres la buscarían? Esperaba que no, aún era menor de edad y temía que Momo se metiera en problemas con su familia por habérsela llevado.

—¿A dónde vas?— Preguntó la menor al ver a Momo saliendo de la habitación.

—Iré a buscar un departamento, no podemos vivir en un hotel— Soltó una risita —Además necesito volver a trabajar, si necesitas algo llámame.

Y sin más, Momo salió de la habitación finalmente dejando de sonreír, no quería preocupar a Dahyun cuando estaba con ella, pero aún se sentía como mierda por lo que había hecho el día anterior.

Fue un día largo, pero por suerte el dueño de la cafetería aceptó a Momo de vuelta y con un aumento de salario.

Luego de que la japonesa afirmara que había dejado el trabajo por salario insuficiente el dueño comentó que había perdido muchos clientes cuando ella se fue y dijo que estaba dispuesto a pagarle más por su regreso.

Al menos la parte del trabajo la había resuelto y regresaría a trabajar al día siguiente, así que por el momento solo faltaba resolver el tema del departamento.

Si bien, el dinero que tenía guardado no era poco, realmente los departamentos eran bastante caros, estuvo todo el día buscando por internet y llamando a los lugares que le interesaban, pero la mayoría o eran muy costosos o muy reducidos en espacio.

Parecía que finalmente había encontrado uno no tan pequeño y que se acomodaba a su presupuesto, pero solo tenía una habitación y el sofá de la sala no parecía tan cómodo como para pasar la noche.

Sin embargo, terminó por firmar el contrato con ese lugar, estaba a punto de anochecer y no podía seguir gastando su dinero en el hotel, además, el departamento que consiguió estaba a punto de ser rentado por alguien más y no podía desperdiciar esa oportunidad única.

Así que lo pagó y regresó al hotel para traer a Dahyun a su nuevo departamento, ella sí que lo iba a disfrutar, tendría una habitación espaciosa y bien equipada, mientras que Momo tendría el piso de la sala, porque claro qur no iba a dormir en el sofá, ella se movía mucho al dormir y si intentaba dormir en el sofá de todas formas terminaría en el piso.

Al llegar al hotel Dahyun se encontraba comiendo sobre la cama, había pedido servicio a la habitación y a pesar de las dificultades para usar los palillos con la mano izquierda terminó disfrutando de su sushi comiendo sin los palillos.

—¿Dejaste algo para mí? Estoy muriendo de hambre— Momo informó robándole un sushi a Dahyun.

—¿No comiste?— Preguntó la menor, ella se la había pasado comiendo y durmiendo todo el día para disfrutar del servicio completo del hotel.

Momo negó.

—Estuve dando vueltas por la ciudad para encontrar un buen departamento.

—¿Y lo encontraste?

—Claro que sí, ¿con quién crees que estás hablando?— Presumió Momo en broma.

Pero Dahyun apenas soltó una pequeña risita.

Pues a decir verdad aún se encontraba algo dolida con todo lo que había pasado entre ella y la japonesa.

—Comienza a empacar tus cosas, nos iremos ahora a nuestro nuevo departamento.

—Están juntas, ni siquiera tuve tiempo de desempacar— Respondió Dahyun confundiendo a Momo, pues ella había estado todo el día en la habitación, pero en realidad ni siquiera había tenido la intención de levantarse de la cama, por lo cual no se ocupó en desempacar.

—Entonces podemos comenzar a irnos, tampoco desempaqué— Momo fue en busca de su maleta.

—En realidad...— Dahyun hizo una pausa —No sé si quiero ir contigo, aún me debes una explicación— Recordó —Será mejor que comiences a hablar o regresaré a casa.

Era mentira, ya no podía volver a casa porque sus padres no la aceptarían de vuelta luego de haberse fugado, sin embargo, necesitaba presionar a Momo de alguna manera.

Y al parecer funcionó, pues la japonesa tomó asiento a la orilla de la cama para estar cerca de Dahyun al explicarlo todo.

Pensó bien sus palabras, no quería victimizarse, pero Dahyun debía conocer la verdadera razón detrás de sus decisiones.

—Vengo de una familia disfuncional— Comenzó su relato —Mi padre se la pasa ebrio la mayor parte del tiempo y mi madre no trabaja, así que mi hermana y yo debemos trabajar para cubrir los gastos, como podrás imaginarte mi padre nos lastimaba cuando quería, es por eso que decidí huír de ahí, estuve planeándolo por tanto tiempo, pero no había podido ahorrar lo suficiente, hasta que un día tu madre, clienta habitual de la cafetería en donde yo trabajaba, llegó y me ofreció seducirte a cambio de una gran suma de dinero, al principio no entendí, pero después me explicó sus razones, ella había comenzado a sospechar de tu orientación y quería saber si sus sospechas eran ciertas, me dijo que yo parecía ser tu tipo y acordamos que tenía un mes para descubrir si realmente te gustaban las chicas o solo era una falsa alarma, lo hice y en el proceso me dí cuenta de lo mucho que comenzaste a gustarme, y a pesar de que no sabía que me gustaban las chicas no me da vergüenza decir que me encantas, de verdad me gustó todo lo que compartí contigo, y no quería delatarte porque realmente sentía algo por tí, pero el tiempo estaba corriendo y yo necesitaba salir de casa, por favor, sé que no merezco que me perdones, pero al menos no me odies— Pidió Momo rompiendo en llanto al finalizar.

Dahyun también estaba llorando, había empezado a llorar desde que Momo comenzóa hablar.

—Creo que me tomará tiempo volver a creerte— Soltó Dahyun con completa sinceridad —Pero prometo que no te odio.

—¿Vendrás conmigo?— Preguntó esperanzada la japonesa.

Dahyun asintió.

En el fondo ella aún sentía cosas por Momo, pero debía mantenerse al margen si no quería volver a llevarse una desilusión.

A/N
El deja vú del capítulo anterior vino de "Estéril" dahmothinker y elvis32225 tuvieron la respuesta correcta. ♡

Conquista a mi hija || DahmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora