Momo aún se sentía intranquila con respecto a Sana, ¿en qué momento se había vuelto de esa manera? Tal vez tenía muchos años sin verla, pero desde que la conoce, Sana siempre había sido una niña buena que se preocupa por los demás y es incapaz de lastimar tan siquiera a una mosca, ¿pero una playgirl? Jamás, esa no era Sana, no la Sana que conocía, aunque bueno, la Sana que conocía era solo una niña.
Tenía que hablar con ella, saber qué había pasado y por qué se portaba de esa forma, tal vez Momo no era la persona con mejor moral, pero al menos conocía ciertos límites, pero al parecer, Sana ni siquiera sabía el significado de límites.
Mientras tanto, Sana se encontraba en casa intentando regular su respiración, había tenido un buen momento con Eunha quien parecía estar bastante satisfecha con lo que habían hecho.
—¿Una más?— Preguntó mirando al perfil de Sana, quien mantenía la mirada fija en el techo.
—No puedo, debo ir a la exposición de Chaeyoung.
—Eso es hasta la noche, aún tenemos tiempo.
—¿Y qué hora crees que es? Aún debo ducharme, vestirme, maquillarme, peinarme— Comenzó a enumerar con sus dedos.
—Ya bueno, ya entendí— Respondió la contraria aún con ganas de más.
—Entonces ya te puedes ir— Sana ordenó levantándose de la cama.
—Creí que ibamos a ducharnos juntas.
—¿Y qué más? ¿Quieres que después te pida que seas mi novia? Ya vete— Volvió a pedir seca la japonesa.
Y Eunha se sintió ofendida, pero no podía decir nada, Sana era su capitana y no se arriesgaría a ser suspendida o betada del equipo.
Esa misma noche Momo se sintió algo extraña con Sana, pues ahora que sabía lo que hacía no podía sentirse tranquila.
¿Qué clase de ejemplo le daría a su novia? Dahyun era menor que ella, no podía permitir que Sana la mal educara con consejos vacíos, Dahyun era una niña de bien.
Estaban a punto de irse todas a casa, Chaeyoung ya había recogido sus cosas, pero antes de que abandonaran la escuela un chico llamó a Sana.
—¡Oye, Sana!— Gritó enojado cruzando el pasillo.
Sana soltó una risa burlesca.
—¿Qué quieres?
—¿Es cierto?
—¿Tú qué crees?— Preguntó con arrogancia volteando su cuerpo por completo para estar frente al muchacho.
—Creí que eras mejor que esto.
—Claro que soy mejor, no sabes el favor que le hice a tu novia— Ella se siguió burlando notando el puño del muchacho apretarse con ira —¿Qué vas a hacer, me vas a golpear? Vamos hazlo— Ella empujó su pecho con una mano, pero él ni siquiera se movió —Hazlo, golpéame— Siguió molestándolo, a este punto ya habían varias personas curiosas rodeando a ambos, pero sus amigas se habían alejado un poco, tenían miedo de ese muchacho de casi 1.80 —¿Tienes miedo, Jungkook? ¿Ah? ¿Tienes miedo, niño? ¿¡Por qué no me golpeas!?
El joven mentiría si dijera que no quería hacerlo, realmente se moría de ganas por lanzarle un puñetazo directo a la nariz.
Pero solo suspiró.
—No— Negó abriendo su mano —No tengo miedo, tengo educación— Respondió dándose media vuelta antes de que sus emociones explotaran y dejara inconsciente a esa insolente muchacha.
Sana se burló de él, pero en el fondo se sentía aliviada de estar a salvo, porque sabía que jamás, ni en un millón de años, podría contra un cinturón negro en taekwondo.
Y todos los presentes también suspiraron, a decir verdad todos temían por Sana pese a la pésima reputación que tenía.
Dios, Momo necesitaba llegar a casa y hablar con Dahyun, debía alejarse de Sana lo más pronto posible, definitivamente esa chica no era una buena influencia para ella.
Todo el camino a casa se mantuvo en silencio pensando en todas las sorpresas de este día, necesitaba dormir y relajarse un poco, pero la idea de que Dahyun se rodeara de ese tipo de gente le preocupaba.
—¿Como conociste a Sana?— Preguntó Dahyun curiosa cuando llegaron a casa.
—Cuando vivíamos en Japón mi mamá trabajaba como ama de llaves para la familia Minatozaki y mi padre como su chofer, nacimos casi al mismo tiempo y solíamos ser bastante cercanas, ella es hija única y mi hermana iba a la escuela, creo que es obvio, pero mi familia era bastante pobre como para costear la educación de ambas, por eso solo les alcanzó para su primera hija— Ella habló con un poco de pesar —Prácticamente aprendí a leer y a escribir gracias a Sana, también aprendí coreano por ella, Sana recibía diversas lecciones que luego me enseñaba a mí mientras estudiaba, era como una hermana para mí, siempre fue tan linda y amable conmigo y con todos, pero cuando teníamos 15 su padre recibió una propuesta de trabajo en Corea, la agencia de autos para la que trabaja comenzó a extenderse al mercado coreano y él es como la mano derecha del dueño, ellos se mudaron y mi familia se quedó sin trabajo, mi madre al ser mayor y no tener estudios no pudo conseguir un nuevo empleo y mi padre se volvió un adicto al alcohol, intenté trabajar para ayudarlos, pero la vida en Japón era bastante dura, por eso nos mudamos aquí dos años después de ellos y comencé a trabajar para ayudar a mi familia, mi padre no dejó el alcohol, mi hermana estudiaba y mi madre hacía las tareas del hogar, pero tuve que huír porque mi padre solía atacarme cuando estaba borracho y mi madre siempre lo prefirió a él.
—Lo siento mucho— Dahyun la abrazó.
—Está bien, todo ha mejorado— La mayor la tranquilizó devolviendo el abrazo —Con respecto a Sana, ella ha cambiado mucho y creo que deberías tomar distancia de ella.
Dahyun abrió los ojos en grande, ¿acaso Momo insinuaba que Sana podía entrometerse en su relación?
—Ella nunca se entrometería en nuestra relación, conoce los límites— Dahyun se apresuró en aclarar.
—No hablo de eso, me refiero a que no parece ser una buena influencia ahora, no quiero que la gente te señale por culpa de otros, o mejor dicho, de ella.
—Oh— Dahyun se sintió estúpida, casi metía la pata —No te preocupes por eso, estaré bien— Aseguró besando la mejilla de Momo.
Y aunque todo parecía estar bien, Dahyun en el fondo se sentía culpable de ocultarle a Momo que era Sana quien la había besado, obviamente ninguna de las dos tuvo la culpa de ese beso, Dahyun no fue quien lo había dado y Sana no sabía que Dahyun estaba en algo con alguien, pero la culpa estaba presente en la coreana.
Sin embargo, debía olvidarlo y desechar ese pensamiento si no quería empeorar las cosas.
Aunque un mensaje de parte de Sana no la dejó dormir esa noche.

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Conquista a mi hija || Dahmo
Fiksi PenggemarLa señora Kim tenía dudas por resolver y Momo necesitaba dinero, ¿Qué tan mala idea sería ofrecerle dinero a Momo a cambio de seducir a su hija? Una historia en donde Dahyun crece entre una familia sumamente religiosa sabiendo que podría perderlo to...