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La primera clase transcurrió tranquila para Dahyun, al igual que las siguientes, los profesores solamente se estaban presentando y explicando la forma en la que calificarían los trabajos del semestre, les dijeron qué días los verían y la forma de entrega de los proyectos.

Cuando la tercera clase finalizó Dahyun salió al primer descanso junto a Sana, se sentía feliz de haber conseguido una amiga tan rápido y más feliz al ver lo atenta que era esa chica, porque le prestaba completa atención a lo que Dahyun decía y recordaba los detalles.

Caminaron juntas hacia la cafetería con los brazos entrelazados, y cuando iban a esperar su turno para recoger su comida, el chico de adelante las dejó pasar primero.

—Pasen— Ofreció su lugar el amable muchacho.

—Gracias— Dijeron ambas al mismo tiempo, soltándose para tomar sus bandejas.

Entonces fueron por una mesa.

—Eres increíble— Sana soltó de la nada.

—¿Por qué?— Preguntó Dahyun riendo al escuchar tal cosa.

—Tienes pretty privilege— Ella mencionó con un tono obvio.

—¿De qué hablas?— Dahyun seguía confundida.

—Ese chico, el que nos cedió el lugar, lo hizo porque eres bonita.

Dahyun rio por eso.

—Claro que no, solo fue amable.

—Actúas como si no supieras como funciona esto, aunque me agrada que además de bonita seas humilde— Siguió alagando.

—En realidad... no sé cómo funciona esto, es la primera vez que vengo a una escuela física.

—Oh por Dios, no es cierto— Sana parecía asombrada.

—¿Qué?

—¡Ocultaste tu belleza del ojo público hasta hoy!— Sana soltó con emoción haciendo a Dahyun reír— Ahora entiendo porqué todos están fascinados contigo.

Dahyun soltó una carcajada y pegó la frente contra la mesa en forma de rendición.

—No exageres, no soy la gran cosa— Habló sin despegar la frente de la mesa.

—Claro que sí, tu novio tiene tanta suerte— Soltó Sana.

Y Dahyun rio para sus adentros entendiendo lo que esa frase significaba.

Ella también la había usado para saber si una chica estaba soltera o si también le gustaban las chicas.

—No tengo novio— Respondió levantando la cabeza —No me gustan los hombres— Lo dijo abiertamente por primera vez, sintiéndose libre con esa simple frase.

—¿Y novia?— Sana parecía interesada.

Dahyun negó.

—Tampoco— Era la verdad, ella no tenía novia.

—Entonces voy a esforzarme— Sana dijo riendo, haciendo ver todo como una simple broma.

Dahyun también rio y comenzó a comer antes de su siguiente periodo de clases.

Estuvo junto a Sana en todo momento, y cuando fue la hora de volver a casa esta la despidió con un sonoro beso en la mejilla.

Dahyun rio, y sin más volvió a casa.

Estuvo sola por un par de horas antes de que Momo regresara y cenaran juntas, la mayor la felicitó por su primer día de clases y le preguntó sobre lo que había hecho en el día.

Conquista a mi hija || DahmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora