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La noche de ese mismo domingo Momo tuvo que irrumpir en la habitación de Dahyun para alistarse e ir su nuevo trabajo.

A decir verdad, Dahyun se sentía preocupada, Momo no iba a dormir esa noche por culpa suya y ella no podría sentirse tranquila con eso, no quería que la japonesa se fuera, quería que estuvira en casa con ella, pero por desgracia Momo ya estaba a punto de salir.

—Descansa, te prometo que estaré aquí cuando despiertes— Momo se despidió de ella, pero, ¿por qué le dijo eso? Dahyun no le estaba pidiendo que regresara pronto, seguramente ni siquiera notaría su ausencia, pero sentía la necesidad de despedirse cálidamente de ella.

Y a Dahyun realmente le agradó, aunque no lo demostrara.

Pues no pudo evitar sentirse más tranquila al saber que al despertar Momo volvería a estar con ella.

Quiso dormir y que las horas pasaran rápido, pero se sintía injusto que Momo tuviera que sacrificarse por ella mientras Dahyun solo dormía.

Quería abrazarla, pero solo se despidió con la mano y miró a Momo salir por la puerta.

Fue triste, a pesar de no pasar las noches con ella al menos sabía que Momo estaba en la misma casa, pero ahora el lugar se sentía desolado, vacío y triste.

Le costó conciliar el sueño, se la pasó pensando en Momo y en lo injusto que era todo esto, realmente quería dormir para poder verla pronto, pero simplemente no podía, estaba pensando tanto.

Optó por escuchar música y por suerte aquello pareció ayudar hasta que finalmente cayó rendida a los brazos de Morfeo.

Tal como Momo prometió, al despertar ella ya estaba de vuelta, le había dado la noticia a Dahyun haciendo un poco de escándalo al abrir el armario y entrar y salir del baño, pero eso era mucho mejor que tener la casa sola.

Dahyun sonrió al verla de nuevo, pero no se levantó, solo se mantuvo observándola con una sonrisa y nuevamente la miró partir.

Al parecer Momo ni siquiera notó que había despertado a Dahyun.

Entonces la menor se puso a analizar ese primer día, ¿En serio Momo planeaba vivir así hasta que ella se graduara? No había manera, era todo un martirio andar corriendo de un trabajo a otro, ¿cómo sería en la noche? Momo solía llegar tarde de la cafetería, no podía ser cómodo vivir así.

No pudo seguir pensando en ella cuando se levantó y comenzó a alistarse para su primera clase del día, ella también tenía sus preocupaciones con la escuela en línea y debía cumplir con lo que Momo le había pedido, obtener las mejores calificaciones, era lo justo, ella no tenía tanta carga como Momo y la escuela se le daba relativamente fácil, sin embargo, iba a esforzarse aun más para que el esfuerzo de Momo valiera la pena, tenía que ser excelente por ella.

Así que continuó poniendo todo su empeño en las clases por el resto de la semana mientras que Momo no paraba de dar vueltas noche y día.

El primer domingo desde que Momo comenzó a trabajar en la fábrica fue realmente un respiro para la japonesa, no se levantó del sofá en todo el día, y aunque Dahyun quería ofrecerle su cama no sabía cómo hacerlo, así que solo la dejó dormir ahí.

Por desgracia, en la noche Momo tuvo que salir de nuevo y comenzar otra vez con esa rutina tan desgastante.

A Dahyun no le gustaba pasar las noches sola, porque a pesar de no dormir con Momo las primeras noches que ella dormía en casa, al menos sabía que la japonesa estaba ahí y que en caso de cualquier incidente ella podía cuidarla, pero ahora que la japonesa debía trabajar no podía pasar las noches en casa, y Dahyun se sentía indefensa y vulnerable.

Conquista a mi hija || DahmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora