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Durante el partido de Sana todo empezó siendo un complemento desastre, o al menos así lo veía ella, pues le fue muy difícil concentrarse pensando en todo lo que recién había descubierto, se sentía triste, dolida y un poco culpable por haber besado a Dahyun, si tan solo hubiera sabido que Momo estaba con ella ni siquiera se habría acercado, pero era demasiado tarde, Sana ya estaba enamorada de Dahyun.

Un golpe en la frente con el balón fue lo único que pudo hacer a Sana volver a la realidad, su equipo corrió preocupado a revisar si se encontraba bien, pues estaba con la guardia completamente baja que ese simple golpe la hizo caer sentada al piso, ni siquiera la habían golpeado fuerte, fue solo un rebote del balón, pero estaba completamente fuera de sí que sus compañeras tuvieron que ayudarla a levantarse.

Momo se preocupó, las amigas de Sana también, pero parecía que ese golpe le había acomodado las ideas, pues luego de eso el juego mejoró notablemente a favor de su universidad.

Por supuesto que se llevaron la victoria, el trofeo les fue entregado y ella quiso correr a abrazar a Dahyun y decirle que la victoria era suya, pero no podía, Dahyun ya tenía a alguien más que le dedicara victorias, y lo peor, esa persona era su mejor amiga.

Al terminar el partido ella se acercó a la profesora Park y la saludó con un abrazo y un beso en la mejilla.

—Felicidades por el trofeo, te lo mereces— La profesora la felicitó.

—Gracias, no habría podido si no fuera por tus porras— Sana afirmó con una sonrisa coqueta mientras sostenía la mano de la mujer e ignoraba por completo al esposo de esta.

—Mira, te presento a mi esposo, Sungbin, y mis hijos, Yunjin y Yeonjun.

—¿Por qué los trajiste?— Sana soltó sin pensarlo.

—¿Disculpa?

—Digo, ¿por qué los trajiste a esta parte soleada de las gradas? Pude guardarles un mejor lugar— Sana trató de reparar su error.

Y por suerte Jihyo le creyó, sonrió y negó.

—No, estuvo bien, ni siquiera había sol, pero gracias por preocuparte— Agradeció soltando la mano de Sana.

—Un gusto conocerlos a todos, son una linda familia— Habló algo nerviosa dando un par de asentimientos como despedida —Debo irme, le prometí a una amiga que nos veríamos después del partido, disfruten las siguientes actividades.

Y sin más, Sana huyó de ahí.

—Que agradable muchacha— Sungbin le comentó a su esposa.

—Sí, bastante agradable— Respondió la coreana siguiendo a Sana con la vista.

Estaba algo confundida, ¿habrá sentido celos por su familia? No estaba segura, pero sabía que había una clase de tensión entre ellas dos, esa fue la razón por la que llevó a su familia al partido, quería ver la reacción de Sana y asegurarse de que no se estaba imaginando las cosas, tal vez eso había sido un poco cruel, pero todavía no estaba del todo segura de lo que pasaba entre las dos y necesitaba respuestas pronto.

Sana ni siquiera pensó en ir hacia donde Momo estaba, no tenía la energía suficiente para lidiar con todo lo que sabía que pasaba, quería descargar el estrés que llevaba y relajarse un poco con Miyeon, por eso fue a buscarla hasta donde estaba y sin decir nada la tomó del brazo y se la llevó hasta los vestidores.

No le dió una oportunidad para hablar e intentó besarla, pero al igual que horas atrás, Miyeon evitó su beso y la tomó de los hombros para alejarla.

—¿Qué pasa contigo?— Preguntó Sana frustrada.

—Lo siento, iba a decírtelo antes, pero no tuve tiempo de verte— Miyeon lucía algo apenada —Estoy intentando algo serio con Minnie así que no podremos seguirnos viendo.

—¿Pero qué...?— Sana ni siquiera pudo terminar de hablar, ¿Qué carajo estaba pasando hoy? ¿A caso todas se habían puesto de acuerdo para restregarle en la cara que tenían a alguien más?

—Sana, de verdad lo siento, quisiera-

—No digas nada— Sana la cortó.

—Puedo presentarte a alguien, hay una chica, amiga de una amiga, que quiere conocerte— Intentó ofrecer mientras Sana la tomaba del brazo y la sacaba de los vestidores.

Y sin más, le cerró la puerta en la cara.

Miyeon se quedó paralizada, solo por un par de segundos hasta que escuchó la puerta de los vestidores abrirse de nuevo, creyó que Sana se acercaría a ella y diría algo más, pero se equivocó, solamente tomó del brazo a una de sus compañeras de equipo y se la llevó al interior de los vestidores.

Miyeon estaba estupefacta, hasta donde sabía esa chica tenía novio.

—Sana, ¿qué pasa? ¿Estás bie-

Sana no dejó que esa chica terminara de hablar para lanzarse a besar su boca mientras la acorralaba contra los casilleros.

Pero esta la empujó.

—¡Oye! ¿Qué te pasa? Tengo novio— La chica aclaró molesta.

Pero Sana la ignoró y volvió a besarla mientras tomaba sus manos para inmovilizarlas sobre su cabeza.

Y tal como esperaba, la contraria comenzó a corresponder a su beso.

¿Qué importaba si tenía novio? Ella se iba a follar a esa chica hoy mismo, y diablos, cómo deseaba poder hacer lo mismo con Dahyun, deseaba olvidar que la novia de Dahyun era su mejor amiga, y simplemente hacer suya a esa preciosa coreana a quien tanto amaba.

Se mantuvo besando con fuerza a la chica que tenía frente a ella mientras sus manos, que ya habían soltado las manos contrarias, ahora se encontraban acariciando el torso de la joven por debajo de su camiseta.

—Espera— La chica habló separándose.

—¿Qué?— Preguntó Sana de mala manera sin dejar de acariciar el torso de la contraria.

—Vamos a mi casa— Pidió la joven dejándose tocar por la capitana de su equipo.

—Mejor vamos a la mía— Respondió la japonesa sacando una de sus manos de la ropa de la chica para mirar la hora en su reloj.

Tenía tiempo suficiente para divertirse con su compañera de equipo antes de que iniciara la exposición de Chaeyoung.

No le importó salir de los vestidores sujetando la cintura de esa chica que aseguraba estar en una relación con un chico, al contrario, se sintió orgullosa de agregar un nuevo nombre a su lista mental de chicas que ya no eran héteros.

—No puede ser, esa chica tiene novio— Dahyun habló mirando desde lejos como Sana salía del campus con aquella chica entre sus brazos.

Había visto al novio de esta venir al final de cada entrenamiento para consentirla y tratarla como una princesa después de haber ejercitado como loca para el equipo.

—¿Y lo malo?— Preguntó Momo sin entender el lado negativo de eso.

—Que ahora es parte del harem de Sana, de nuevo ha roto una relación.

—¿Qué?— Preguntó Momo confundida, ¿cuánto se había perdido para no tener ni la menor idea de que Sana era homosexual? —¿Sana es homosexual?

—Más que la palabra— Chaeyoung respondió.

Y Momo comenzó a temer, ¿acaso Sana era una playgirl que se metía en relaciones ajenas solo para tener un rato de diversión?

Al parecer sí, pues los murmullos y chismes para nada discretos lo dijeron todo.

Conquista a mi hija || DahmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora