Conquista a mi hija || Dahmo

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A pesar de las espectativas que ambas tenían de esta ducha juntas, cada una simplemente terminó de asearse sin hacer nada para provocar a la otra.

Sin embargo, ambas sentían la tensión en el ambiente, y el pesado silencio solamente volvía todo aún más obvio.

—¿Hay algo más que quieras hacer?— Preguntó Momo mientras secaba su cabello, su cuerpo aún desnudo sin siquiera una toalla que la cubriera.

Dahyun tuvo que subir su mirada del abdomen de Momo a sus ojos cuando esta la llamó.

—No, nada— Mintió, claro que quería hacer mucho más.

Pero después de tanto tiempo, ¿cómo se suponía que debía pedirlo?

—¿Segura?— Insistió la mayor acercándose un poco a su novia, quien seguía dentro de la ducha simplemente mirando el cuerpo desnudo de Momo.

De nuevo tuvo que subir la mirada a los ojos de la japonesa.

No, por supuesto que no estaba segura de desperdiciar este momento, y si algo había aprendido de sus discusiones con Momo era que debía comunicarse sinceramente con ella.

—No— Respondió haciendo un esfuerzo por mirar a los ojos de Momo y no a sus deliciosos abdominales aún húmedos por el agua de la regadera —En realidad quiero que tengamos sexo.

Okay, tal vez se había pasado de sincera, pero ya lo había dicho.

Entonces Momo dejó a un lado la toalla con la que se secaba el cabello y se acercó al cuerpo de su novia para abrazarla por la cintura.

—Dilo otra vez— Pidió sonriendo mientras acariciaba la piel de la cintura desnuda de Dahyun.

—¡Momo!— Se quejó riendo.

—Dilo otra vez, quiero escucharte.

—No, estoy avergonzada— Respondió ocultando su rostro en el pecho de Momo, quien reía ante la ternura de su novia.

—Vamos, dime qué quieres hacer.

—Quiero tener sexo contigo— Habló bajito la menor sin mostrar su rostro probablemente rojo por la vergüenza.

Entonces Momo la cargó y la hizo enredar sus piernas al rededor de su cintura, sintiendo la húmeda intimidad de Dahyun justo en sus abdominales.

Dahyun suspiró ante eso, sabía que Momo flexionó su abdomen intencionalmente mientras la apretaba aún más fuerte contra ella.

Finalmente la mayor depositó a Dahyun sobre la cama, quedando ella sobre el cuerpo de la más pequeña, quien desenredó sus piernas de la espalda de Momo para que esta pudiera moverse.

Entonces Momo tomó las rodillas de la más joven y la obligó a abrir un poco más las piernas para poder acomodarse mejor sobre ella.

—¿Por qué no me habías dicho?— Interrogó mientras acariciaba uno de los pezones de la sexy mujer que tenía debajo de su cuerpo.

—Porque no me habías preguntado— Bromeó la menor con los ojos cerrados mientras disfrutaba de la caricia que Momo le regalaba en su pezón izquierdo —Además tú también pudiste pedirlo.

—Creí que aún te sentías incómoda conmigo, no quería presionarte— Confesó la mayor.

—¿Por qué estaría incómoda contigo?— Dahyun abrió los ojos intentando saber a lo que se refería Momo.

—Pues... no hemos tenido sexo desde la discusión y borraste el video que grabamos la última vez— Aclaró dejando de jugar con el pezón de Dahyun.