Conquista a mi hija || Dahmo

31

A la mañana siguiente, tanto Dahyun como Momo despertaron abruptamente por el sonido de un celular.

Alguien estaba llamando a Momo, quien como pudo se levantó de la cama y se apresuró en llegar hasta su celular, completamente preocupada por la hora que fuera.

Maldijo al ver que eran casi las 9 de la mañana.

—¿Hola?— Atendió preocupada al ver que se trataba de su jefe.

—Momo, ¿en dónde estás? ¡La cafetería te espera y los clientes también!— La regañó suave.

Dahyun se sentó en la cama mientras hacía señas para preguntar de quién se trataba.

Momo devolvió las señas mientras hacía mímica para indicarle que se trataba de su jefe.

—Yo... lo siento, pero creo que no podré ir— Respondió con timidez mientras miraba a Dahyun hacerle señas para pedirle que no fuera.

—¿Por qué? ¿Pasó algo, Hirai?— Preguntó el hombre al otro lado de la línea, ahora en alta voz.

—Sí yo...— Momo le hizo señas a Dahyun preguntando qué debía decir.

Dahyun se golpeó el pecho repetidas veces con un puño indicando tos.

—Yo... tengo dolor en el corazón— Momo respondió lo que entendió poniendo una cara extraña hacia Dahyun.

Dahyun se golpeó la frente y negó.

—¿Dolor en el corazón, Hirai? Deberías ir al médico, puedo llevarte por la noche.

Dahyun negó con la cabeza y con las manos antes de volver a simular tos mientras movía sus manos como si estuviera saliendo algo de su boca, dando a entender que era saliba salpicando.

—No creo que sea necesario, tal vez solo son ganas de vomitar— Momo habló de nuevo interpretando mal lo que Dahyun indicaba.

Dahyun se tiró a la cama rindiéndose por un segundo para volver a sentarse enseguida.

Momo articuló un "¿qué?" Con los labios al ver a Dahyun tan estresada.

—Bueno, está bien, pero cuídate, Hirai, no puedo perder a mi mejor empleada— Pidió su jefe antes de colgar.

Momo suspiró y caminó con dirección a la cama.

—Tos, Hirai, ¡Tos!— Dahyun le recalcó golpeando el abdomen de Momo sin mucha fuerza.

—¿Por qué no simplemente te levantaste y me dijiste al oído lo que debía decir?— Momo reclamó parada frente a Dahyun, quien tenía el rostro justo frente al abdomen de Momo y se burlaba internamente de lo ridícula que lucía la mayor por la mañana portando solamente una corbata.

—Lo habría hecho si alguien no me hubiera dejando inválida anoche— Respondió la menor con fastidio, enfatizando la palabra "alguien" y sintiendo a Momo acariciar su cabello mientras la atraía a su cuerpo para que Dahyun pegara la mejilla a su abdomen desnudo.

La japonesa rio ante lo que Dahyun dijo y abrazó el pequeño cuerpo desnudo de Dahyun que seguía sobre la cama, Momo también estaba desnuda, pues despues de lo que hicieron anoche no habían vuelto a despertar para vestirse.

—Perdón— Momo pidió subiendo a la cama sin dejar de abrazar a Dahyun, y de paso se encontró con el vibrador que usaron la noche anterior, aún entre las sábanas.

Momo lo sacó de ahí y lo puso sobre la mesita de noche, abrazándose más fuerte al cuerpo de su novia.

Dahyun devolvió el abrazo mientras subía al pecho de Momo con la intención de dormir un rato más junto a ella.

—Me encanta sentir tu cuerpo desnudo sobre el mío— Momo confesó.

Dahyun no respondió, solo sonrió mientras se ceñía más al pecho de Momo, apretando el abrazo con ella.

Sin embargo, no pudieron conciliar el sueño nuevamente, así que optaron por darse una ducha antes de abandonar el hotel.

Melosas quedaba corto a la forma en la que se estuvieron tratando por el resto del día, exagerando un poco con el uso de la palabra novia, porque sí, ahora eran novias.

Esos fueron los inicios de una hermosa relación que con el pasar del tiempo solamente podía fortalecerse.

Obviamente no todo era color de rosas, pues así como habían buenos momentos también habían momentos no tan buenos, pero habían aprendido a comunicarse para poder mantener una relación saludable.

En cuanto a Sana, esta fue quien se llevó la peor parte al enterarse de que Dahyun siempre tuvo a alguien, se sintió estúpida, incluso se arrepintió de haberse arriesgado a declararse, porque nunca hubo una oportunidad real para ella, y aunque fingía que estaba bien, en el fondo le dolía tener que estar tan cerca y a la vez tan lejos de Dahyun.

Pero era su amiga, y aunque doliera, apreciaba tanto su amistad que no podía alejarse de ella, aun si eso la lastimaba.

Esa fue la razón por la que dejó de buscar amor, siempre era cariñosa, pero ya no creía más que hubiera alguien esperando por ella, pasó desapercibida por el resto del primer año en la universidad.

No fue hasta que se integró al equipo de volleyball de la universidad que su popularidad comenzó.

Tenía todo para destacar, era alta, hermosa, y carismática, todo el mundo la quería.

Sin embargo, a pesar del tiempo aún sentía que su corazón le pertenecía a Dahyun, y por más que intentó recuperar los pedazos que Dahyun se llevó de su corazón fueron intentos completamente vanos.

Pero nadie sabía de eso y solo se limitaban a pensar que Sana siempre fue una playgirl, sí, se había vuelto una playgirl a causa de su corazón roto.

Tanto hombres como mujeres estaban detrás de ella, pero los hombres solo podían admirarla desde lejos, y las mujeres pasar una noche por su cama.

Era así y tenían que conformarse.

Nadie podía entrar a su corazón, no de nuevo, y aunque esto rompía el corazón de muchos estudiantes, y de una profesora, no había nada que pudiera cambiar eso.

—¿Te acostaste con Cho Miyeon?— Preguntó Dahyun incrédula.

—¿Cómo sabes eso?— Sana preguntó algo sorprendida, pero sin mostrar vergüenza.

—Estuvo presumiéndolo en el taller de música toda la mañana— Respondió.

—Creí que era heterosexual— Agregó Chaeyoung caminando junto a ellas.

—Esa puede ser todo menos heterosexual— Se burló Sana —Y aunque lo fuera no sería obstáculo para mí.

Chaeyoung asintió, era testigo del poder de Sana para voltear a las chicas.

—Ejemplo, la profesora Park— Chaeyoung sacó un tema nunca antes mencionado.

—¿Qué?— Preguntó Dahyun alarmada.

—¿Acaso no has visto cómo se tratan?— Chaeyoung siguió molestando.

—Sana, ella no, ¡tiene un esposo 3 veces más grande que tú e hijos que podrían ser tus hermanitos!

—No está tan vieja— Sana debatió.

—Un golpe de su esposo y te regresa a preescolar— Chaeyoung apuntó.

—Apuesto a que está lleno de esteroides, yo podría levantar más peso que él.

—Creo que ya la golpeó, por eso está hablando tonterías— De nuevo Chaeyoung bromeó.

—De todas formas ni siquiera salgo con la maestra Park.

—Claro que no, nunca sales, solo te acuestas con ellas— La atacó la menor del grupo.

—Sana, por favor, no hagas cosas que puedan terminar muy mal— Rogó Dahyun intentando tomar la mano de Sana, pero esta apresuró el paso y se adentró a la cafetería de la escuela.

Sus amigas solo suspiraron sin entender el cambio en Sana, creían que se debía a la repentina popularidad de la japonesa, pensaron que solo era arrogante por eso, porque ninguna de las dos sabía que aún lidiaba con un corazón roto, no cuando Sana se guardaba sus sentimientos para sí misma.