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La tarde de ese mismo lunes Momo recibió por segunda vez la visita de Sana.

A decir verdad, la japonesa menor no estaba segura de la razón por la que lo hacía, ¿realmente quería pasar tiempo con Momo o en realidad había algo más? Ni siquiera ella misma tenía idea, pero necesitaba ir nuevamente a visitar a Momo.

—¿Puedes vigilar la cafetería? Voy a hacer pipí— Momo indicó recibiendo un asentimiento.

Y con esto la mayor se fue al baño.

Había dejado su teléfono en la barra y Sana sintió la necesidad de tomarlo, ¿qué quería de ahí? Tampoco lo sabía, solo había una ansiedad en ella por encontrar algo útil para lo que sea que hiciera a futuro.

Si es que hacía algo.

Pues aún estaba en una batalla interna sobre si debía romper la relación de Momo o no.

Sin embargo, los celos la orillaban a actuar así, entonces no perdió el tiempo y tomó el teléfono de Momo, sabía su contraseña, la había visto antes cuando Momo desbloqueaba su teléfono.

Ay Momo, siempre tan descuidada.

Sana negó con la cabeza mientras una sonrisa de burla se formaba en su rostro.

Entró a sus chats y literalmente no encontró otro contacto aparte del suyo, el de Dahyun y el de su jefe, si es que ese último contaba.

Carajo, eso no servía para nada.

Entonces buscó entre su galería, maldición, tampoco había mucho, solo fotos de comida y selfies con Dahyun.

Sana comenzó a frustrarse, y justo cuando estaba a punto de darse por vencida decidió husmear en su carpeta segura.

Definitivamente ahí había algo.

Así que puso la misma contraseña de su pantalla de bloqueo y logró desbloquear la carpeta.

Que tonta era Momo, pensó Sana, ¿cómo se atrevía a usar la misma contraseña?

Quería burlarse, pero su sonrisa se borró al encontrar como primer archivo un video bastante comprometedor.

Dios, Sana incluso se arrepintió de haber visto eso, ni siquiera pudo darle a reproducir a dicho video debido al coraje y las náuseas que sintió.

Se sintió mal de haber visto eso, fue como un shock que la hizo darse cuenta de lo incorrecto que había sido revisar las cosas de Momo.

Esa simple portada de Dahyun completamente desnuda con las piernas abiertas la hizo arrepentirse de tan siquiera haber tocado ese teléfono.

No era porque Dahyun desnuda le desagradara, Dios, no, era fascinante y le habría encantado tener la oportunidad de tenerla así para ella, pero ver que había un video de ella en ese estado guardado en el teléfono de Momo la hizo sentirse como mierda.

Con los sentimientos hechos pedazos y la furia controlando sus impulsos ella eliminó ese video.

Estaba enojada, pero no tenía las agallas suficientes para llegar a utilizar ese video en contra de sus amigas.

Sin embargo, aún estaba molesta y debía desquitarse con algo.

Entonces solo se encargó de eliminarlo por completo y borrar cualquier rastro de que había tocado ese teléfono.

—Listo, ¿tardé?— Preguntó Momo con una sonrisa al volver a su puesto.

Sana negó intentando ocultar su enojo y tristeza.

Por un momento sintió odiar a Momo, ¿por qué Momo podía tener a Dahyun y ella no? No lo quería entender, estaba cegada.

—Hay algo que quería mostrarte— Momo habló animada buscando algo en sus bolsillos —¿Lo recuerdas?— Le mostró un brazalete hecho a mano.

—Nuestros brazaletes de la amistad que hicimos para la otra— Sana susurró a punto de llorar.

—¡Sí! ¿Aún conservas el tuyo?— Momo parecía tan feliz de saber que Sana lo recordaba.

—Creo que sí, recuerdo que lo empaqué para traerlo a Corea— Ella por fin dejó salir una lágrima.

—Oye, no llores, ya estamos juntas de nuevo— Momo rodeó la barra para ir a abrazar a Sana.

—Perdóname, Momo— Pidió la menor rompiendo en llanto.

—Tranquila, bebé, no fue tu culpa mudarte— Ella afirmó para consolar a Sana.

—No, perdóname por todo— Sana lloró con más fuerza antes de comenzar a balbucear —Yo no sabía, Momo, yo creí que tu y dij pe-pero yo, aah— Balbuceó sin parar de llorar.

—Ya, ya, ya pasó— Momo acarició su cabello.

—Yo— Sana sorbió su nariz —Perdón— Siguió llorando —Perdón, pero debes saber— Continuó hablando cosas que para Momo no tenían sentido.

—Shh, ya pasó, ya pasó— Momo no dejó de acariciarla y consolarla.

Siguió hablando con ella hasta que su turno terminó, y entonces entendió porqué Sana parecía estar tan afectada.

Pero era su hermana, y la comprendió por completo.

Al llegar a casa se sintió un poco decepcionada de no haber hecho las cosas bien desde el principio, pero no quería arruinar el ambiente de paz que ya tenía, así que solo hizo lo de cada noche.

Dahyun al parecer ya estaba durmiendo, pero eso no fue un impedimento para que Momo fuera a su lado y la abrazara.

Automáticamente la menor volteó su cuerpo para abrazar a Momo aún sin abrir los ojos, estaba cansada de ese sentimiento constante que venía a atormentarla, y sentía que la única forma de olvidarlo era durmiendo.

—Perdón si no he sido la mejor novia, pero quiero que sepas que te amo— Momo susurró mientras acariciaba el cabello de su novia.

Y Dahyun se sintió intimidada por esa frase.

—¿De qué hablas, Momo? Eres una novia excelente— Dahyun aseguró nerviosa —¿A caso pasó algo que te hizo sentir mal?— Preguntó la menor con miedo de que Momo supiera algo que no debía.

—No, solo quiero pedirte perdón si en algún momento hice algo para que no confiaras en mí— Momo sonrió cálidamente —Te amo y no importa qué tan grave parezca la situación, yo siempre confiaré en tí y estaré para apoyarte, ¿bien?— La mayor aseguró sosteniendo una de las manos de Dahyun.

—Momo, ¿qué pasó? Me estás asustando— Dahyun confesó realmente preocupada.

—Nada, mi vida, nada, solo quiero que lo sepas— Ella afirmó abrazando de nuevo a su novia y besando su boca con cariño.

Entonces Dahyun devolvió el beso y eligió borrar cualquier clase de pensamiento que la atormentara, Momo la amaba y confiaba en ella, eso era suficiente, ¿no?

Pero no se sentía suficiente con eso.

Aún sentía una extraña presión en el pecho al guardarle ese secreto a Momo.

Sabía que lo que había pasado ese día con Sana no había sido culpa suya, al menos no lo fue el beso robado, pero lo que sí era culpa suya era ocultar el detalle de que lo había hecho una de sus amigas más cercanas y que esa amiga era también amiga de Momo, casi su hermana.

Ahora entendía porqué se sentía tan mal al ocultarlo, no era simplemente por las acciones, sino por no tener el valor de revelarle a Momo la identidad de quien había hecho eso.

Se sintió decepcionada de ella misma al elegir ocultarlo hasta el final aún cuando Momo acababa de asegurarle que podía confiar en ella.

Pero no se sentía lista para decirlo y tenía miedo de arruinar algo tan perfecto que tenía con Momo por una simple evasión de detalles que incluso había pasado mucho tiempo atrás.

Así que eligió quedarse callada y abrazar con más fuerza a su novia.

Sin ser consciente de la lágrima que Momo dejó caer por su mejilla a causa de su silencio.

Pero a pesar de eso, la mayor ni siquiera aflojó el abrazo.


A/N
Uy uy uy, teorías?
Creo que ya estamos cerca del final, no estoy segura.

Conquista a mi hija || DahmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora