10 - Elegiste esa corona

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No sé por qué el trayecto de Alargmonth a Bellinberg se hizo más largo. Posiblemente los caballos estaban trotando más despacio de lo normal, o tal vez el rey realmente no tenía muchas ganas de estar aquí.

Habíamos llegado directamente al palacio donde los guardias nos recibieron junto a su reina Lucelia quien de lejos había observado ilusionadamente a Draven. Al parecer no era la única que sabía del secreto de aquellos amantes cómplices del engaño, sino también Sebastián que puso una expresión poco agradable al verla desde la puerta de la carrosa.

Nos asignaron una habitación para poder desempacar y descansar debidamente. Donde me encontraba era un lugar con un toque romántico y acogedor, las paredes estaban cubiertas de un tapiz palo rosa que me recordaban a la primavera, las alfombras hacían conjunto por el color rojo carmesí que se funcionaba con ciertos patrones beige. Los muebles eran del mismo color. En pocas palabras era un encanto.

Dos doncellas me ayudaron a vestirme para la ocasión. No estaba acostumbrada a lucir diferente ropa cada cierto tiempo, no lo veía necesario y no estaba acostumbrada por lo que la mayor parte del tiempo me dedicaba a mi oficio.

Llevaba puesto un vestido de ensueño, en la parte superior del corsé tenía apliques sutiles de flores blancas y un rosa pastel que resaltaba los detalles bajando hasta la cintura y cadera como si estuviera perdiéndose o desvaneciendo entre las capas de tul rosa. Mis hombros estaban apenas cubiertos por el mismo material. Mi cabello lucía unas ondas definidas y ambundantes y el sutil maquillaje lograba resaltar mi piel clara. Me sentía diferente, más bonita, más delicada y sobre todo me hacía sentir más viva.

Nunca en mi vida había recibido tanta atención que me resultaba muy incómoda pero a la vez grato. Las doncellas sonreían al verme, mientras que una acomodaba el tul de mi vestido, la otra acomodaba mi cabello muy amablemente.

—Llegó el momento, debe ir al comedor— anunció una.

Agradecí y ambas me acompañaron cortésmente hacia la puerta.

Caminé como si ya conociera el recorrido. Era la segunda vez que me sentía nerviosa, no por los casos de asesinatos, sino por cómo lucía y porque nunca había estado rodeada de figuras importantes. Esta vez debía cuidar mi lengua, pues un mal comentario serían capaz de cortar mi cuello.

Mientras recorría para llegar a mi lugar de destino me dediqué a observar cada detalle, este palacio era menos grande que el del rey Darian, pero lo suficientemente hermoso como admirar cada detalle. Este tenía acabados más sutiles y coloridos como las paredes pintadas de un verde menta dando una sensación de frescura, el cielo raso tenía patrones entre amarillo bajo, beige y un toque de verde. Una que otra puerta estaba pintada de rosa y celeste de un tono casi pálido. Lastimosamente no entraba mucha luz ya que las ventanas no eran tan grandes que digamos, pero no descartaba que el lugar lucía muy bonito.

El recorrido fue mucho más corto porque de por si este palacio también lo era. Estando a pasos del comedor exhalé por la boca sin que nadie me viera, al menos creía que de esa forma podía relajarme.

Las puertas de madera de roble con acabados sencillos ya se encontraban abiertas listas para recibirme. Guardias de uniforme rojo de mi nación estaban como adornos de extremo a extremo rodeando la habitación.

El rey Darian, a quien vi primero, ya se encontraba sentado. En esta ocasión, llevaba un velo negro que cubría todo su rostro, apenas era visible la forma de una máscara de un tono oscuro que me resultaba difícil de descifrar. Detrás de él, más de ocho guardias reales custodiaban el área, junto a dos jinetes al mando. Uno de ellos, un joven que no conocía, parecía ser el jinete de los Beta y Tristán, con su uniforme azul marino impecable. Este último se inclinó hacia el enigmático Darian para susurrarle algunos comentarios. A mi costado izquierdo estaban Sebastián y Draven dialogando a gusto. Como si lo que le pasó a Owen no lo hubiera afectado nunca.

Ada (Máscara de secretos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora