15 - Pajarito azul

448 44 5
                                    

Ada

Me he quedado en mi habitación por una semana. Todavía mi mente no asimilaba el trágico acontecimiento que presencié al entrar a esa tétrica oficina y encontrar a Darian divirtiéndose con el cuerpo de un hombre sin vida y lo peor que en este corto tiempo no había considerado que Draven estaba involucrado en este estúpido juego de encuéntrate al asesino.

Había otra razón para molestarme con el general, ayer de una manera caprichosa y creyéndose rey, ordenó a una de las doncellas sacar mis dos vestidos de trabajo como si fuera un estorbo. Por su culpa me tocara vestir como si perteneciera a la realeza, como hoy, tuve que vestir un elegante vestido color durazno, el leve escote tenía forma de corazón logrando resaltar mis pechos y mi pequeña cintura, el largo del vestido estaba bañado de algunas perlas blancas, era hermoso no podía negar, me encantaba, pero resultaba tedioso cargarlo todo el día.

Este tipo de vestuarios era como para una princesa o una mujer pudiente, no para mi, no para alguien que se dedicaba día a día a trabajar, por esa razón y unas que otras me negué a salir de mi habitación, no le quería darle el gusto de que el ganó

Lily era otro tema, no ha dejado de entrar cinco veces al día, así es, las he contado y el tiempo aproximado en la que ingresaba. Me sentía agradecida por su cuidado, incluso se ha tomado la molestia de llevar mis tres comidas diarias. He visto la preocupación en sus ojos al verme cada vez que entraba por esa puerta. De todas las personas de este lugar, ella no mentía u ocultaba algo.

Debía confesar que cada vez que ella golpeaba la puerta sentía tensión y un poco de adrenalina por el secreto que he llevado conmigo: Mis máscaras, nadie se dio cuenta que me he traído mis herramientas.

De día seguía revisando los registros de las víctimas para lograr encontrar algún descubrimiento y de noche calmaba mi ansiedad en darle vida a una de mis creaciones.

Los ligeros golpes me alertaron dándome apertura a esconder en uno de los cajones del escritorio mis herramientas, después sacudí el polvo de mi hermoso vestido para no levantar sospechas.

—Adelante.

Una figura temerosa se asomó detrás de la puerta.

Lily y su extraño modo de aparecer como un fantasma penando.

—Vengo a cerciorarme si ya comió la cena—comentó mientras caminaba viendo que la comida seguía intacta.

—Lily estoy aquí para encontrar al asesino, no para pasear libremente en el palacio o comer a gusto, eso creo— repliqué en un tono serio queriendo que no mirara con lástima.

—Señorita—se acercó dando dos pasos sujetando su delantal con nerviosismo—Ha comido muy poco en estos días y...

—No tengo apetito, gracias por preocuparte— comenté mirando los papeles que los había dejado en una esquina para no levantar sospechas.

Me estaba comportando como una copia de Draven. Colocando muros al frente de mi para que nadie me dijera nada, para que nadie me preguntara como estaba o en que me podía ayudar.

Ella hizo silencio debatiendo si decirme algo o no. En estos días quería decirme lo que podría ser algo importante y yo se lo estaba impidiendo.

En este lugar no tenía voz ni voto, por lo que decidí escucharla. Ella necesitaba realmente ser atendida como una persona más.

Ahora me di cuenta que había algo que lo estaba dejando pasar, ella conocía perfectamente sobre este lugar y a cada persona. Lily podría ser una llave para salir rápido de aquí. Tenía la esperanza de huir con mi familia muy lejos, refugiarnos en otro reino como en Dortril o en Sakaval casi ningún rey de este continente iba allá.

Ada (Máscara de secretos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora