Draven
Dos semanas desde su desaparición, resultaba como si la misma tierra se la hubiera tragado.
La busqué con mis mejores hombres por todos lados, día y noche, sin comer ni descansar. Finalmente, me vi obligado a regresar a Alargmonth para no dejar a un lado las tareas.
—General, lo más probable es ir a la casa del mejor amigo de la víctima.
Me llevé un sorbo del ron que me había servido. No había dejado de beber, para mí, era como agua. Así calmaba mi ansiedad y mis pensamientos negativos.
Siempre tenía el control absoluto de cada rincón del palacio, de los hombres y de los líderes de los grupos Alfa y Beta. Ahora, debía asumir el control para encontrarla y que regresará al palacio, así sea que tuviera que arrastrarla para lograrlo.
Cada noche iba a su habitación y me sentaba en su cama. Observaba las prendas de su camisón, aún impregnadas con el delicado aroma de su perfume. En su mesa, había numerosos papeles con su letra, anotaciones y descripciones de fechas de posibles huellas dejadas por el asesino.
La máscara de yeso blanco con la forma de un zorro, seguía intacta, esperándola.
—Puede que ella esté escondida en su casa— volvió a comentar.
Mi paciencia llegó a su límite, estaba harto de estar rodeado de gente inútil.
—General.
—No quiero comer.
—General—La joven mujer llamada Margot volvió a insistir. Esbelta y con curvas en los lugares apropiados, era hermosa por naturaleza, como si los mismos dioses se hubieran enamorado de ella y la hubieran esculpido a mano. Su cabello sedoso estaba recogido en una coleta, resaltando sus facciones perfectas. Sus ojos azules y labios tentadores completaban su imagen. Era madura, seria y salvaje, con una inteligencia que le permitía doblegar a mis hombres con solo una mirada.
Esa mujer era mi novia en el pasado. Cada vez que estaba con ella me sentía bien por lo bien que se veía a mi lado.
—¿Qué decías?.
—Decía que Arlert posiblemente está refugiada en la casa de su amigo.
Me levanté y noté cómo ella hacía un esfuerzo por no intimidarse ante mi altura y presencia. Sabía el efecto que tenía todavía sobre ella y decidí sacar provecho de la situación.
—¿Qué te hace creer que ella está con él?.
Se cruza de brazos.
—Estás por las nubes querido general— me sonríe perdiendo la compostura de jinete—Siento una curiosidad— se acercó a mi desabrochando los primeros botones de mi camisa para poner sus manos seductoras y acariciarme, cedí ante su tacto—¿Por qué la buscas?.
—Órdenes de nuestro rey, sabes perfectamente que yo no me doy por vencido cuando me dan una misión.
—No creo que solo es por eso, pero digamos que te creó— deja un beso en mi pecho—deberías relajarte, se como ayudarte.
La sujeto del cuello para mirarla fijamente a los ojos de color azul como el mar.
—No necesito que nadie me relaje, cumple con tu trabajo—amenacé.
Insistió, siento su mano acariciar encima de mi pantalón, mi miembro.
—Es lo que estoy haciendo cumpliendo con mi trabajo de ayudarlo general. Además te extraño.
Escuché los golpes de la puerta.
La alejé retomando mi compostura.
—Adelante— me dirigí a mi escritorio.
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Ada (Máscara de secretos)
Mistero / ThrillerElla era fabricante de máscaras desde que tenía uso de razón. Él era un rey temido que ha mantenido oculto su rostro. Nadie lo ha visto. Se dice que tiene una gran cicatriz, otros comentan que nació con una deformidad. Pero en este mundo todos ocu...