Dos Capitanes, Dos Corazones • Daichi Sawamura

Futuros

Narrador Omnisciente

Varios días han pasado desde la cita que tuvo Nabi con Daichi, un día después ella tuvo que irse a Tokio porque su padre la necesitaba para unas cosas del equipo y de las siguientes eliminares.

Ahora había regresado, Nabi se encontraba caminando hacia su salón cuando vio una escena que la dejo llena de disgusto.

Daichi se encontraba hablando con la misma chica de la primera vez, la chica que se le habia declarado, se veían felices, el sonreía con tranquilidad y ella mostraba su felicidad muy expresivamente, sus ojos lo miraban con tanto fervor que pensó que lo deseaba demasiado para mirarlo así.

Nabi sintió un malestar en su estómago como si quisiera vomitar, su corazón lo sentía como si fuera apretado por mil pesas, era un sentimiento tan extraño que no lo quería sentir más.

Daichi seguía hablando con la chica, no había notado como Nabi los miraba desde el final del pasillo, ella decidió acercarse, a fin de cuentas debía entrar a su clase y la perdería si seguía ahí parada viéndolos. Camino un poco hasta que vio como la chica más baja se le tiró encima abrazándolo, este aceptó el abrazo gustoso mientras se reía de algo que había dicho la más baja, Nabi no pudo respirar y paró en seco su caminar, vio como se separaron un poco, la chica vio la cadena que colgaba en el cuello de Daichi y la miro con detalle, ella hizo una mueca de desagrado, Daichi solo quitó su mano y se alejo, Nabi siguió caminando sintiendo que en cualquier momento se derrumbaría si no llegaba rápido hasta su asiento, los dos jóvenes que seguían hablando se giraron cuando sintieron una presencia, Daichi la miro con adoración pero su gesto cambio cuando solo se inclino y pidió permiso para pasar ni siquiera lo había mirado a los ojos, el no supo porque ella estaba así lo primero que se le vino a la mente es que algo le había pasado en Tokio, pero luego cambio de pensamiento cuando vio que Michimiya seguía ahí, sabía que era por ella.

Nabi sabía que no debía sentir celos por qué el no era su novio, no eran nada, solo eran amigos cercanos, pero no podía evitar sentir como su corazón era aplastado, entro al salón y vio que había un lugar disponible con Shimizu-chan y se sentó a su lado.

— Hey Nabi-chan, ¿Como te fue en tu viaje? — Shimizu la miro mientras esperaba la respuesta de la chica, pero ella no emitía ni una palabra solo miraba su cuaderno que estaba ahí en la mesa. — ¿Paso algo? ¿Está todo bien?

— Estoy tan enamorada que me enferma — respondió en un susurro, mientras dejaba caer su cabeza en sus brazos que estaban sobre la mesa, shimizu lo entendió todo, ya habia visto afuera a Daichi y Michimiya, y sabia que algo así iba a pasar, sabía de los sentimientos que su amiga tenía por el capitán del equipo.

Daichi entro rápidamente y vio a la chica, estaba acostada en sus brazos, mientras Shimizu-chan le decía algo al oído, ella se levantó con rapidez y la miro sorprendida, no sabía de que hablaban, pero tendría que hablar con Nabi seguramente pensaría algo de lo que vio anteriormente y no quería que pensara algo que no había pasado.

— Se que sientes algo por Daichi-san — hablo la chica mirando a la que estaba acostada, está se paró rápidamente mirando a la otra.

— ¿Que? — pregunto Nabi mirando como su amiga sonreía que pasaba muy pocas veces.

— Si, sientes algo por Daichi-san, lo veo, la verdad no sabes disimular nada bien, y se que este collar y el que tiene el son regalos que se dieron ¿O estoy equivocada? — Shimizu hablo suavemente mientras miraba como Nabi se sonrojaba.

Antes de que contestara Nabi, entro el profesor, fue salvada por la campana.

Las clases terminaron y Nabi en ningún momento podía olvidar como esa chica abrazaba a su chico, su chico, sonaba tan irreal, tan lejano, como si fuera algo que diría con todas las ganas del mundo pero sabía que eso no iba a pasar así porque su relación se sentía tan lejana, cuando ella se fue el ni siquiera le escribió, ni la llamo, ni nada, en cambio el resto del equipo lo hizo, y eso la hizo sentirse peor, su equipo lo sabía, las chicas notaban como el animo de Nabi iba decayendo poco a poco, sus ataques se volvieron mas suaves y las rivales podrían detenerla, sin duda le pasaba algo.