Dos Capitanes, Dos Corazones • Daichi Sawamura

Descanso

Narrador Omnisciente

El día se les había pasado muy rápido a los dos jóvenes de tercer año ya que habían tenido sus partidos el día de hoy.

El equipo Karasuno tenía su segundo partido de las pre eliminares este fue con el equipo Kakugawa que a pesar de tener un chico del alto de 2 metros, fueron capaces de ganarles, todos estaban felices mucho más Hinata porque estaba claro que empezarían muy pronto las eliminares y así poder ir a las nacionales.

Nabi ese mismo día también tenía su segundo partido, pero también tuvo otra vez el mismo sueño, está vez más nítido, más claro, se veía a Daichi en el suelo de un gimnasio mientras los dos equipos veían espectantes la escena.

Se había preocupado demasiado cuando lo veía jugar, Shimizu y Yachi le preguntaban que si estaba estaba bien y ella solo asentía, hasta el entrenador Ukai notó la preocupación de la chica.

El partido de ella en cambio fue en Miyagi, en un gimnasio cerca al Karasuno, estás fueron ganadoras y pidieron pasar también a las eliminares, el equipo rival había sido un equipo un poco débil, que no se esforzaban mucho por querer ganar, aunque les hayan dado pelea, las ganadoras fueron las Back Gold.

Nabi en el partido se notaba nerviosa, aunque nunca lo parecía, el sueño le estaba jugando una mala pasada. Sus amigas le preguntaron que pasaba pero ella de nuevo dijo que estaba bien, que nada pasaba.

— Cariño, ¿Estás bien? — Daichi la saco del trance de dónde estaba, no lo había escuchado hasta que la llamo.

— Si, estoy bien — mentía, claro que lo hacía, Daichi la conocía perfectamente sabía que cuando mentía arrugaba la nariz y lo hizo.

— ¿Por qué no vamos a tu casa y me quedo contigo hoy? — el pregunto haciendo que la chica lo mirara de vuelta sorprendida, ahora estaban en el Karasuno esperando que Ukai les diera las nuevas indicaciones.

— ¿También a dormir? — pregunto ella asustada, todavía no estaba segura de querer tener algo íntimo. El se rió.

— Si, pero no pasará nada tranquila — la acaricio suavemente en las mejillas, ella sonrió. Desde que estaban juntos ella sonreía más aunque lo hacía antes con el equipo y con sus amigos, con Daichi las sonrisas eran más que simples sonrisas, era algo más profundo.

— ¿No pasará nada de que? — Tanaka se unió a la conversación de sus capitanes.

— ¿Por qué te metes siempre en las conversaciones Tanaka? — Suga negó repetidamente.

— No es mi culpa escuchar, tengo buen oído — guiño un ojo. Nabi y Daichi solo rieron.

— Yo también quiero ir — Nishinoya se acercó a los jóvenes saltando.

— ¿A dónde? — Tanaka tenía una mirada confundida.

— No dijiste pues que tenías buen oído, ¡A la casa de Nabi-senpai! —

— Ahhh, ahora entiendo todo — sonrió — Yo también quiero ir entonces.

Daichi nego no podían estar un minuto solos porque ya los tenían pegados a cada momento, en clases Shimizu y Nabi estaban juntas, en el almuerzo se les une Suga, Asahi, Kageyama y Hinata. Y en los entrenamientos los tenían pegados a cada rato.

Eso de tener hijos ya no le estaba gustando a Daichi.

— Si van ellos yo también quiero ir, nunca he conocido la casa de Nabi — Suga sonrió tiernamente, haciendo que Nabi asintiera, Daichi la miro confundido.

— Daichi amor, dejalos que vengan, solo hoy — le dió un beso en la mejilla para tranquilizarlo. El asintió con un leve puchero que lo hacía ver adorable.