Narrador Omnisciente
Dos días después habían pasado desde el partido del Karasuno contra el Johzenji.
Nabi había vuelto a Miyagi, había estado por fuera dos días en los cuales tuvo que jugar tres partidos, solamente le quedarían un partido que sería la final contra el equipo Shiratorizawa femenino, los partidos femeninos habían pasado más rápido que los de los chicos.—¿Estás emocionada? — Daichi miro a la chica, al Karasuno le quedaban tres partidos todavía. El siguiente sería al otro día contra el Wakunan.
— Lo estoy — sonrió la chica mirando a su novio, la estaba acompañando a casa.
— Yo igual, creo que con cada paso que damos estamos más cerca de las nacionales, más cerca de graduarnos — sonrió — más cerca de estar juntos.
— Pero si ya estamos juntos cariño ——
— Lo se bonita — al llegar a la casa de la chica se despidieron pero el la tomo de la mano no dejándola ir. — Espera — ella lo miró confundida.
— ¿Por qué no me quedo hoy contigo? — Daichi pregunto con las mejillas rojas tomando de sorpresa a la chica que lo miraba entre asustada y sorprendida.
— ¿Que? ¿En serio? ¿Y tus padres? —
— No te preocupes por eso, me dejaron les comenté que eras la hija del señor Hibarida y hasta te mandaron saludos y a tu padre igual — el chico rio al ver la graciosa expresión de Nabi en su rostro. — O si no quieres está bien.
— No, Si... — El se rió más fuerte, ahora a ella le estaba afectando estar tanto tiempo junto a Hinata. — Quiero decir, claro. — sonrió un poco más tranquila.
Los dos jóvenes entraron a la casa, exactamente Daichi no estaba ahí por qué quisiera hacer algo con su novia, si no que Shimizu le había comentado de los sueños que tenía su chica y como la estaban afectando.
Le conto que en algunos entrenamientos se encontraba desorientada y hasta preocupada, así que quería ver si pasaba algo así para quedarse con ella y apoyarla. Ella obviamente no le había dicho nada a Daichi porque sabía que se preocuparía por ella y no quería eso.
— Ponte cómodo cariño — Al llegar a la habitación, dejaron las maletas a un lado, Nabi se fue al baño mientras que por primera vez Daichi registraba el cuarto de la joven, la anterior vez que había estado ahí no había subido a su cuarto y verlo ahora era tan íntimo, tan lleno de sentimientos.
Pudo ver en las paredes fotos de sus amigas de Tokio, muchas fotos con Liz la colocadora, también fotos con Bokuto, Akaashi y Kuroo. Y al otro lado más fotos de ella con su padre y madre cuando ella era pequeña que a decir verdad eran muy parecidas, vio fotos también con todos sus compañeros del Karasuno, unos haciendo caras graciosas y otros serios pero igual posando para la foto.
En el resto de la pared, pudo ver las fotos de ellos dos, fotos en el campamento en Tokio, en partidos, en sus citas, la fotos tan lindas que les tomaron en su primera cita y demás. El pensaba y solo miraba a su chica, ella era la que más resaltaba, el la veía con ojos de amor, estaba tan loco por ella, le parecía como la más hermosa creación que pudieron hacer y lo mejor es que estaban juntos.
— Cariño, puedes ir a bañarte. — Llegó ella mirándolo con esos ojos que tanto le gustaban a el y esa sonrisa que cada día más lo volvía loco, el asintió y salió al baño.
Al llegar pudo ver a la chica ya en la cama entre tantas cobijas solo se podían ver sus mejillas rojas y parte de su cabello negro. El sonrió y entro en la cama.
— Descansa amor — El le dió un beso en la frente haciendo que ella sonriera.
Y pudieron caer en un lindo sueño los dos.
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Dos Capitanes, Dos Corazones • Daichi Sawamura
RomanceNabi, hija del entrenador Fuki Hibarida, debido a un traslado empieza su último año en el Karasuno, donde conoce personas magníficas pero también personas que la dañarán a ella y a su relación. Conoce la historia de dos capitanes que se conocen en...