Cita

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Narrador omnisciente

Ya dos días habían pasado después de esa noche con Daichi, ese día no tendrían partidos ya que iban a salir a conocer un poco de Tokio con los chicos del Nekoma que los iban a guiar.

Nabi se encontraba en su cuarto, no había podido olvidar lo que había pasado esa noche, como Daichi la miraba, como la abrazaba y como se miraron. Nada de eso lo pudo olvidar. Ya sus entrenamientos habían terminado y tendría que volver después para seguir entrenando, ya se acercaban las preliminares para representar a Tokio en el torneo nacional.

Daichi

— Daichi — me llamo Suga y lo mire — este es el momento — alce una ceja — para que invites a salir a Nabi. Yo saldré con Liz-chan hoy, además hablé con Bokuto-san unos días antes y me dijo que a ella le gustaban mucho los acuarios siempre iba con su madre pero cuando murió siguió yendo con su padre y con el, pero que no era lo mismo, el dice que deberías ir con ella a ese lugar, a ella siempre le han gustado pero iba con su persona especial que era su madre, pero creo que ahora eres tú. — dijo sonriendo.

Solo suspiré, después de lo que pasó no he podido verla a la cara, me da pena y no se, ¿Vergüenza? Ella vio mi rostro con lágrimas, vio como la abrace, negué.

— No creo que sea lo mejor — dije cabizbajo, estábamos en las habitaciones.

— No no no, si tú no la invitas a salir yo lo haré — hablo Nishinoya desde el otro lado de la habitación, Hinata, Tanaka, Kageyama, Yamaguchi y Tsukishima asintieron.

— Nosotros confiamos en ti Daichi-senpai, además ya nos resignamos de que Nabi-senpai solo tiene ojos para usted — dijo Hinata con lágrimas. Solo reí.

— Tienes que ir donde ella, y decirle esto:
Hey Nabi, tú y yo, yo y tú, solos esta tarde, ¿Que te parece? — dijo Tanaka y todos rieron yo igual.

— Obviamente no le diré eso — dije negando divertido.

— Debes hacerlo rápido porque si no Bokuto-san le pedira salir esta tarde. — Kuroo que iba pasando por ahí y escucho la conversación hablo. Me quedé pensando, no sería tan difícil ¿No? Solo le digo que salgamos y ya.

— Está bien, iré a hacerlo — dije decidido mientras salía, escuché como aplaudían y gritaban cosas de apoyo.

La busque por todos lados y no la veía, me estaba empezando a desesperar, nadie la había visto, preguntaba a cualquiera que pasaba y no me decían nada.

Hasta que la vi, estaba sentada bajo un árbol leyendo, llevaba una gorra negra y el uniforme de manager de Karasuno.

Me acerqué a paso lento, estaba demasiado nervioso, mis ojos buscaban su rostro, quería verla de nuevo, hasta que estuve frente a ella. Ella alzo su mirada y fue como si todo a nuestro alrededor hubiera desaparecido, solo ella y yo.

— Daichi-san, ¿Que pasa? ¿Te encuentras bien? — ella se colocó de pie al ver que no reaccionaba. Tomó mi mano y la movió un poco — Daichi-san —

— Uh, si estoy bien Nabi-chan — dije con una sonrisa, nuestras manos seguían entrelazadas, dios, se veía tan bonita, quería besarla, pero me retuve. — solo quería decirte algo — me sente a su lado

— Te escucho — también se sento y me miró.

— Quería saber... Si tu... ¿Quieres salir conmigo hoy? — dije pero casi en un susurro.

— Lo siento Daichi-san, no te escuché — me miro con confusión

— ¿Quieres salir conmigo hoy? — dije ya en voz alta para que me escuchará. Vi como su rostro se puso rojo y bajo la mirada ¿No quería?

Dos Capitanes, Dos Corazones • Daichi SawamuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora