La quiero

696 60 4
                                    

Narrador Omnisciente

Todo debía salir como lo planeado,una charla segura y tranquila, pero no fue así.

El padre de Nabi, estaba ahí mirando a los muchachos que acompañaban a su adorada hija, pero veía más detenidamente a ese chico que estaba más cerca de ella, el chico que vio en las gradas que se le parecia tanto a alguien.

— Papá — Nabi sonrió, se acercó a paso rápido a él y lo abrazo, el acepto el abrazo gustoso, amaba a su hija, era su mayor logro, era su niña pequeña, aunque ya no lo esté tanto.

— Hija — sonrió.

El equipo seguía viendo la escena sorprendidos, no iban a contar que se encontrarían a Fuki Hibarida ahí, en persona, Ukai estaba a punto de desmayarse, Kageyama también estaba muy sorprendido, y los demás jóvenes en especial Bokuto se encontraba pálido, casi no respiraba, Akaashi lo miraba preocupado, no quería que cometiera más locuras de las que ya había hecho.

— Me alegra que estés aquí, porque no me avisaste — hablo la chica mientras se separaba del abrazo.

— Lo siento pequeña, pero creo que tú no me avisaste de hecho hay muchas cosas de las que no me has avisado — la chica palideció — como por ejemplo que tienes novio y no me has contado — ahora Daichi palideció, Suga lo tomo en brazos antes que cayera sentado.

Su padre no parecía tan temible pero cuando el lo quería ser lo era y hasta más.

— Lo siento papá no había tenido el tiempo de llamarte, y lo de que tengo novio... Pues — antes que la chica respondiera, Bokuto se alejó de los brazos de Akaashi para acercarse a ellos.

Nabi

Bokuto se acercó a nosotros a paso rápido, negué repetidamente para que no se acercara pero claramente no me hizo caso.

— Señor, todo fue mi culpa, yo... No debí llamar y... Y.... Y... — fue como si se quedará estático. Reí.

— Bokuto-san cada día me decepcionas más, y ya deja de llamarme, para eso tienes a esta mocosa, para que la molestes a ella — yo abrí mi boca sorprendida.

— ¡Papa! —

— ¿Que? Me tienes enojado, ni siquiera me llamas para preguntar cómo estoy, sabes lo duro que es estar con los Miya's ya me tienen cansado. — dijo negando.

El resto del equipo veía la escena divertida, menos Daichi claro, que parecía que se fuera a morir ahí mismo.

— No es mi culpa que no puedas con Atsumu, porque sabes que Osamu es un ángel — Dije mirándolo mal, ya conocía a los Miya, desde hace bastante tiempo, ahora mi padre los entrenaba durante unos días.

— ¿Un ángel? ¿Osamu? — negó.

— Yo... Lo siento mucho, señor ya no lo llamaré más, además nadie sabe el esfuerzo que yo hago. — Lloriqueo. Akaashi por otro lado negaba. Ya estaba cansado.

— Y vos no sabes el esfuerzo que hago para no meterme una... — antes de que dijera algo le tape la boca, negué, que situación tan cansada. Papa y Bokuto es como si fueran dos niños pequeños peleando por cualquier cosa.

— ¡Papa! ¡Ya! Vamos, tenemos que hablar. — lo tome del brazo mientras seguía mirando mal a Bokuto, caminamos hasta unas sillas que habían en el gimnasio, mientras yo sacaba una chocolatina que tenía en mi maletín.

— Lo siento, sabes que Bokuto me saca canas — los chicos seguían ahí parados, estaban hablando entre ellos mientras yo seguía ahí con mi padre.

Dos Capitanes, Dos Corazones • Daichi SawamuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora