Extra #1

542 46 40
                                    

Narrador Omnisciente:

— ¡Mami! — Una pequeña niña de tres años gritaba con fuerza mientras miraba a su madre en el equipo de Japón oficial.

Era hermosa, su cabello largo como el de su madre negro azabache y con los ojos tan almendrados de Daichi que la hacían ver cómo una delicada pieza de arte.

— ¡Daichi! — Un grito lo espabilo mientras miraba donde lo llamaban hasta encontrarse con todos sus amigos, Suga, Asahi, Hinata, Kageyama etc estaban ahí presenciando uno de los partidos mas importantes de la fecha del voleibol femenino.

Daichi camino a paso rápido con su pequeña niña entre brazos para saludar a todos sus viejos amigos.

— ¡Tíos! — Grito la niña mientras alzaba sus manitas con impaciencia para que papá la bajara para poder correr hacia su tíos favoritos; Suga, Hinata, Nishinoya y Bokuto, aunque los demás también lo sean pero con estos se llevaba mucho mejor la pequeña niña.

— ¡Hikari, que preciosa estas corazón! — Ella rio abrazando a los demás.

— Que bueno verte Daichi, hace un tiempo no nos vemos — Kuroo lo saludo palmeando una mano en su espalda, este rio asintiendo.

— Lo se, he estado ocupado con Kari Y también con mi trabajo y el partido de Nabi, ha estado muy nerviosa estos dias así que he tenido que ser de mucha ayuda. — Sonrió el sentándose mientras miraba como la niña jugaba con Liz, que ahora tenia una sonrisa en su rostro al ver como la niña acariciaba con ternura la panza de la chica, esta pronto tendría un bebé varon, asi que no pudo jugar la tan esperada final pero agradecía que Nabi la jugara aunque fuera con otra armadora.

— Me imagino, la gatita debe tener unas ganas treme- — y antes de que terminara de hablar un golpe en su nuca lo silencio.

— Deja de decir esas cochinadas enfrente de la niña Kuroo — un molesto Kenma saludo a Daichi con una sonrisa mientras se sentaba al lado de Kuroo, listos para ver el partido.

— ¡No puedo creer, estás aún más grande Kari! — Hinata sonreía y movía sus manos jugando con la niña al igual que Bokuto a su lado, aunque igualmente Akaashi les estuviera poniendo cuidado porque seguramente dejarían caer a la niña de sus regazos “ya había pasado”

— Buenas, llegaron los gemelos favoritos de todos — Un feliz peli-rubio sonrió mirando ahora a la mayoría de hombres y las pocas chicas; Liz, Yachi, Shimizu y Saeko ahí sentados.

— Serán solo de Nabi porque de nosotros — Tendo movió su mano negando — no no. —

Los demás rieron sacándole una mala mirada al rubio, mientras que su hermano Osamu empezaba a repartir algunas pqueñas cosas para que comieran durante el partido que sabían que sería largo.

— ¿Cómo estás mi pequeña Kari? — ella sonrió mirando ahora al hombre al frente que también era como su tío, bueno en fin todos lo eran.

— Bien, tío Samu — el sonrió entregándole un pequeño dulce que ella rápidamente empezó a comer sentada en las piernas de Shimizu que le dejaba leves caricias a la niña.

— ¡Hola! ¡Hola! ¡Llegó por quién lloraban! — Un alegre Oikawa se acercó al tumulto de personas junto a Iwaizumi que tenía su rostro molesto por los gritos de su acompañante.

— Deja de gritar Tontokawa — le pegó en la nuca haciendo que Kageyama riera por lo bajo.

— No te rías Tobio-chan — lloro fingidamente el chico sentándose al lado de Ushijima al que empezó a molestar diciéndole que no le dijera nada sobre que debía ir a Shiratorizawa.

Dos Capitanes, Dos Corazones • Daichi SawamuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora