Prólogo

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Daichi Sawamura se encontraba en shock no podía creer que su amiga Michimiya-chan se le estuviera declarando.
Se encontraba afuera del gimnasio de las chicas ya que ella lo había mandado a llamar.

— ¡Por favor acepta mis sentimientos! — dijo la chica en un susurro mientras se inclinaba tapando su rostro sonrojado.

Daichi no sabía que decir, el solamente la consideraba como una amiga y nada más pero no quería dañar sus sentimientos.

— Lo siento Michimiya, es solo que... — no pudo continuar porque su mirada se desvio un poco más adelante, se encontraba caminando una chica hacia la salida del instituto, pudo ver qué llevaba ropa formal lo que se le hizo raro porque nunca la había visto.

Ella caminaba lentamente apreciando todo el lugar, su cabello negro se movía con el viento, ella miró hacia un lado hasta que se encontró con la mirada del joven, era alto y musculoso, seguramente estaba en algún equipo, pensó la chica.

Le sonrió, ella me sonrió, aquella chica pelinegra con hermosos ojos color grises le había sonreído, no podía evitar lo que siento en ese momento, algo sintió dentro de el.

— Daichi-san, ¿estás bien? — pregunto la chica, no se acordaba que estaba todavía con ella, desvío su mirada para verla.

— Si, lo estoy, pero lo siento Michimiya-chan no puedo corresponder a tus sentimientos — le dijo con voz suave colocando una de sus manos en el hombro de la chica.
Ella sonrió con lástima, asintió y se alejó de ahí con un corazón roto.

Daichi la miraba con lástima, pero de nuevo su mirada buscaba a la joven pelinegra pero aquella ya había desaparecido de su campo de visión.

Había sentido algo al verla, además de que parecía que la reconocía de algún lado, no sabía quién era y que hacía en Karasuno, pero lo que si sabía es que fue
                                
                                Amor.

Dos Capitanes, Dos Corazones • Daichi SawamuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora