Los pies de Jimin palpitaban adoloridos, había pasado toda la mañana caminando de un lado a otro atendiendo a la clientela que no dejaba de llegar, no obstante, se sentía feliz porque la publicidad de GQ Korea había aumentado considerablemente sus ventas. La modelo elegida, asi como su presencia en las vallas , había arrastrado a muchas mujeres y hombres , y el comercial sólo llevaba dos meses al aire. Al día siguiente, desde muy temprano en la mañana, nuevas clientes habían empezado a llegar, ya había debido contratar un nuevo empleado, todos estaban trabajando más y por supuesto, todos eran compensados con mayores ganancias.
—Recordando los nuevos compromisos, le dedicó una mirada significativa a Jin, indicándole que se quedara a cargo de todo en la tienda, y rápidamente subió las escaleras hasta su despacho. Rebuscó en su agenda y llamó a la agencia aduanera, una agradable voz masculina lo atendió con cortesía, el chequeó diligente la ruta de las telas que había importado de Irán, Italia e Indonesia, apenas si tenía tiempo para el lanzamiento de la nueva colección.
—Mientras escuchaba el reporte de aduana, pasó perezosamente una tras otra las hojas del atestado directorio de su agenda, entonces sus ojos se detuvieron en el número de Yoongi, su mirada vivaz se apagó un segundo después. Lo extrañaba más de lo que estaba dispuesto a admitir, deseó no pensar en nada y simplemente llamarlo, pero no volvería a exponerse a ser lastimado de esa manera, se recordaría una y otra vez cuanto habían dolido su actitud y sus palabras, el no era un imbécil dispuesto a sufrir gratuitamente, con un golpe seco cerró el librillo sobre su escritorio.
—Colgó la llamada y se recostó en su escritorio, tamborileó los dedos sobre la superficie de vidrio e imágenes sucesivas de Yoongi sonriéndole, besándolo, con los ojos cerrados de placer, inundaron su mente, parpadeó y se obligó a recordar su cruel mirada en el ascensor. Lo último que había sabido de él, a través de Lee Jun Ho, fue el rechazo de su pago, alegando que debía esperar la fecha estipulada en el contrato. El abogado ni siquiera le permitió explicar que pensaba cancelar por completo la deuda. Sin embargo, aprovechó la oportunidad para informarle que el trámite lo haría su asistente, condición que Lee Jun Ho aceptó.
—El ajetreo en el trabajo le había venido como anillo al dedo, y había aprovechado la rabia para mantenerse fuerte, en aquel momento, lo despreciaba con cada fibra de su ser, aunque su traicionero cuerpo siguiera suplicándole por él cada noche. Se levantó y llenó de aire sus pulmones, no perdería el tiempo con estupideces rosas, Lee Yoongi había pasado a la historia.
—El eco del cristal de la puerta al ser golpeado aguzó sus oídos sacándolo de la burbuja de tranquilidad en la que se había sumergido brevemente, giró, mantuvo el rostro inexpresivo unos cuantos segundos, luego orquestó una encantadora sonrisa falsa y recibió a Jun Seo Joon que esperaba radiante en su puerta.
—Echó los hombros hacia atrás y caminó hacia la puerta ocultando tras su sonrisa el hastío, al parecer Seo Joon no sabía leer las señales del rechazo, bastante agobio tenía con la recientemente adquirida deuda del apartamento, soportar los rastreros avances de Seo Joon era sencillamente irritante.
—Buenas tardes Jimin. —Lo saludó con una sonrisa deslumbrante.
—Buenas tardes señor Seo Joon. —Sonrió Jimin por última vez, invitándolo a pasar con un movimiento de su mano.
—Veo que te va muy bien, ¿ha dado buenos resultados la publicidad? —preguntó sin poder disimular la nota arrogante en su voz, era obvio que estaba regodeándose por los buenos efectos de la publicidad de GQ korea.
—Sí, es más de lo que esperaba —secundó el completamente serio, pasó de él y se sentó en su silla sin invitarlo a él a hacer lo mismo, el hombre estaba bastante equivocado si creía que se iba a quedar con un mérito que era por entero de el y de su equipo de trabajo, había pagado cada centavo de los servicios de Gq Korea. —El tiempo no me alcanza, hoy apenas si me he sentado —finalizó cruzando las piernas.
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EPIFANIA 2 ||YOONMIN||
RandomEn un mundo donde los secretos son moneda corriente, los lazos de sangre pueden ser tanto una Bendición como una maldición. Yoongi con su egoísmo desmedido desencadenara una serie de eventos que cambiarán la vida de aquellos que lo rodean. Jimin bri...