CAPITULO ÚNICO - CERRANDO CICLOS

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Jimin se encontraba sentado en el pequeño diván de cuero negro, Sabía que era un lugar donde podía tener privacidad y justamente eso era lo que necesitaba para leer la carta que Jay le había dejado, la curiosidad le ganaba. Abrió el sobre y sacó la hoja desdoblándola. La caligrafía elegante y estilizada del hombre se presentaba ante el.

Otro no se hubiese despedido o hubiese sido más práctico recurriendo a un correo electrónico, pero Jay Park no podía dejar el protocolo de lado. Era como si se hubiese quedado detenido en el tiempo.

Jimin.

Sólo te dejo esta nota para despedirme. De corazón y con todo el amor que en  él hay para ti, deseo que seas feliz. Que seas muy feliz aunque tu felicidad no vaya de mano con la mía. Aún te amo y lo sabes.

Después de tantos años no logro definir ese algo que tienes para enloquecerme. Eras solo una niño cuando te conocí, cuando te monté en mi auto porque caminabas bajo la lluvia y tus hermosos ojos me encarcelaron en ese preciso instante.

Ningún hombre hasta ese momento, había tenido ese poder para descontrolar mis latidos, ni despertar las emociones que tus labios morados y temblorosos por el frío lograron.

Llevo conmigo cada uno de nuestros momentos vividos. Desde nuestro primer beso, hasta tu mirada en el momento en que te hice mio. Fue el instante en que tu dolor me hizo feliz, inmensamente feliz.

A tu lado fui un mejor hombre. Contigo quise dejar esa vida de derroche, me convertí en quien necesitabas y no te diste cuenta de ello.

No me arrepiento de nada, sólo del momento que por cobarde e impaciente me marché porque quería exigirte una vida a mi lado.

Quería que por medio de un contrato te quedaras conmigo, pero estaba muy equivocado: el amor es mucho más.

No hace falta ningún papel, ni la bendición de ningún sacerdote. Sólo hacía falta que nosotros mismos alimentáramos ese amor.

Esto debí habértelo dicho hace mucho y si cometí el error de marcharme, debí regresar cuanto antes y no dejar la puerta abierta para que otro ocupara mi lugar. Fui un estúpido y dije cosas que no debí haber dicho, que seguramente ya él te habrá contado y eso te habrá molestado.

Tienes todo el derecho para hacerlo, si quieres puedes escribirme y maldecirme. No diré nada, porque soy consciente de que perdí los estribos. Espero que él sepa valorarte. Al menos las veces que pude verlo, noté en sus miradas hacia ti, devoción y amor.

Sé que no es lo que quieres de un hombre. Tú no esperas amor, pero es algo que no puedes evitar.

Siempre te lo dije, tu concepto de amor es errado y eres tan intransigente que no puedes ver que los ejemplos que te di, sumaban mayoría.

No dejes que ese hombre se trague su sentimiento. Cuando uno quiere, necesita expresarlo. Si tú quieres también, necesitas escucharlo.

Necesitas escuchar que alguien te diga que te quiere mientras te acaricia. Lo intenté y nunca me dejaste, siempre mantuviste las riendas de la relación y yo lo acepté. Ahora sé que no debí hacerlo.

Quiero que por fin te entregues por completo, que expongas lo que sientes y no lo ocultes, que seas feliz y que lo hagas feliz.

Ya no tengo nada que hacer, estoy completamente seguro de que he perdido. Así como lo mirabas a él, nunca lo hiciste conmigo y aunque me dolió inmensamente, lo acepté. Podría decirte que cuentas con mi amistad, pero sería una vil mentira, porque mientras siga queriéndote, me seguirás doliendo.

Prefiero que no tengamos contacto. Tal vez algún día cuando esté seguro de que no vas a desestabilizarme, buscaré la manera de ser solamente tu amigo.  

JAY PARK

Jimin apenas si podía distinguir el último párrafo a través de las lágrimas que le inundaban los ojos y le nublaban la visión.

Se sentía muy mal por todo lo que le había pasado con JAY.

Sin duda alguna él había sido una persona importante, le ayudó en todo, lo guió y representó. El ahora no podía pagarle con la misma moneda, no podía ofrecerle lo que esperaba.

No quería más batallas ni enredos internos, con los que tenía era suficiente como para darle algún tipo de esperanza a Jay.

Debía cerrar en su vida el capítulo que Jay había protagonizado, dejarlo ir, aunque herido.

Debía cerrar en su vida el capítulo que Jay había protagonizado, dejarlo ir, aunque herido

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EPIFANIA 2  ||YOONMIN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora