En un mundo donde los secretos son moneda corriente, los lazos de sangre pueden ser tanto una Bendición como una maldición. Yoongi con su egoísmo desmedido desencadenara una serie de eventos que cambiarán la vida de aquellos que lo rodean. Jimin bri...
Yoongi había decidido esperar a Jimin en un solitario y apartado lugar.
—¿Puedo? —la voz de Taehyung lo sacaba de sus cavilaciones y desvió la mirada del paisaje negro y plata que se formaba fuera de la terraza, para verlo a el señalando el sillón, que estaba al lado.
Yoongi sólo asintió en silencio y regresó la mirada al paisaje donde la luna bailaba lentamente sobre el océano, mientras intentaba controlar el nudo que subía y bajaba en su garganta como la mayor muestra de su vulnerabilidad.
—¿Dónde está Jungkook? —preguntó después de casi un minuto completo que le llevó controlar sus emociones.
—Salió a comprar algunas cosas —dijo .
—¿Cómo se porta contigo? —indagó y mantenía su actitud recia, obligándose a no mostrar emociones.
—Bien, se porta muy bien Yoon, lo quiero... —hablaba cuando él por fin se decidió a mirarlo.
—Que tú lo quieras no es tan importante, lo más importante es que él te quiera de verdad, eso me dejará más tranquilo.
—Puedes estar tranquilo, porque Jungkook me quiere, estoy completamente seguro. —le hizo saber con toda la certeza que poseía acerca de los sentimientos de su novio.
—No debiste Taehyung ... no debiste meterte con mi primo, es como mi hermano —le dijo en voz baja.
Taehyung se sintió dolido por las palabras de Yoongi, le demostraba que pensaba como todo el mundo y él mismo se encargaba de hacer polvo el pedestal en que lo tenía.
—Sé que tal vez no soy el hombre que esperabas para tu primo, al igual que muchos piensas que puedo alcanzarlo con mis problemas.
—. Creí que eras mi amigo, no sé por qué pensé que hasta cierto punto eras especial y lograrías comprenderme, pero me he equivocado, estaba totalmente equivocado. Tratas de limitarme por mis problemas pensé que serías completamente distinto y no es así, por el contrario eres igual a mi padre.
—No vuelvas a decir eso Taehyung —solicitó clavando en el la mirada que se volvió repentinamente brillante por la ira—. No vuelvas a decirlo.
—Disculpa, sé que lo que menos deseas es que te comparen con un delincuente cuando eres un ejemplo de rectitud y justicia —dijo . Era una espinita que le molestaba desde hacía mucho tiempo y necesitaba sacársela a como diera lugar.
Yoongi tensó la mandíbula y sólo Dios sabía lo fuerte que estaba reteniendo las riendas de su autocontrol, Taehyung estaba rebasando los límites de su tolerancia.
—Sí crees que con esa actitud lograrás que ventile información para la cual no estoy autorizado puedes olvidarla, eres muy malo para la manipulación —le dijo con total sinceridad y se echó hacia adelante en su sillón; apoyando los codos sobre sus rodillas—. Sí tu padre no te ha dicho que es más que un delincuente común, no es mi problema y no por eso voy a permitir que juzgues mi proceder. Es mi trabajo, hago lo que me toca y no tienes por qué involucrar eso en la amistad que tenemos —hizo una pausa para agarrar oxígeno y ver a Taehyung con los párpados muy abiertos, dramatizando las emociones que se reflejaban en su rostro, pero no por eso se detendría—. En cuanto a lo de Jungkook, no es por ti que me opongo a la relación ni por tus inexistentes problemas, no tienes ningún mal.
—¿Entonces por qué te opones? ¿Por qué no terminas de aceptar que tengo una relación con Jungkook? —inquirió abrumado y con el pecho agitado por la mezcla de rabia y tristeza que lo gobernaban.
—Por razones que no vas a entender... tú tienes una muralla que Jungkook no debió sobrepasar y no me refiero a tus problemas, es algo más complicado —vaciló con la mirada, la que una vez más desvió al mar nocturno.
—Es porque no quieres que tu primo se relacione con el hijo de un delincuente... Yoon, yo no tengo la culpa —dijo la últimas palabras en un hilo de voz y los ojos se le llenaron de lágrimas—. Tampoco creo que mi padre sea un hombre malo, que es sobreprotector sí, que es un gruñón sí, que es un casanova que no acepta que a su edad sólo hace el ridículo también, pero no lo creo un delincuente al que deban tener con un localizador judicial.
—Sé que no tienes la culpa de nada Taehyung , estoy seguro que no la tienes, si así fuera nunca me hubiese acercado a ti. Intenté protegerte, todo este tiempo es lo que he tratado de hacer —Lo miró de soslayó y lo vio limpiándose una lágrima. En ese momento el corazón se le oprimió, no pretendía hacerlo llorar, porque estaba seguro que ya mucho lo había hecho al infeliz que tenía por padre. Tendió la mano —. Muchas veces no llegamos a conocer completamente a las personas con las que hemos vivido toda nuestra vida, otras tantas los que son nuestros héroes pueden en segundos convertirse en los peores villanos que jamás conocerás, los demonios a los que más temerás y a los que más odiarás, aún si segundos antes los amabas con el alma. La vida se puede destruir en segundos, con pocas palabras o con tan sólo un nombre, un nombre bastará para que tu vida cambie por completo.
Involuntariamente Taehyung se aferró al agarre de Yoongi y le apretó los dedos llenándose de la calidez de sus manos unidas, era una sensación que lo llenaba de paz, una sensación muy agradable que lo hacía sentir protegido y aunque él estaba con la mirada al frente pudo ver como los ojos se le oscurecían.
—No entiendo lo que quieres decir —. ¿Quieres decir que mi papá es un hombre malo, que hizo algo muy malo y que yo no lo conozco? —Ante la pregunta que hizo sólo logró que Yoongi le soltara la mano y se pusiera de pie.
—Sí estás seguro que Jungkook te quiere de verdad, no voy a ir en contra de lo que sienten, tienes mi permiso para formar una familia con él si así lo quieres. —Le llevó una mano a una de las mejillas se la acunó con ternura, se dobló un poco y le dio un beso en los cabellos—. Voy a ver si ya Jimin despertó.
—Evadiste mi pregunta... mi papá es un hombre malo. —Esta vez el no hizo una pregunta, fue una aserción ante la actitud de Yoongi—. Por favor Yoon, prométeme que no dejarás que lo encarcelen.
—De hecho Jimin ya está listo —dijo al ver a través del cristal que el chico se dirigía a la salida principal y salió a buscarlo sin hacer una promesa que estaba seguro jamás cumpliría, porque ni siquiera intentaría absolver el crimen que Jun Seo joon había cometido.
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