CAPÍTULO ESPECIAL DESAHOGO

58 14 1
                                    


LEE YOONGI

La fuerte lluvia se estrellaba contra la pared de cristal de la habitación de Yoongi .

Estaba a tan sólo 48 horas del reconocimiento con la testigo protegido y la sangre en sus venas circulaba rápidamente ante la ansiedad.

Era consciente de que para ese objetivo, necesitaba que alguno de los tres se declarara culpable y por experiencia sabía que terminaría desenmascarando a sus cómplices. La única forma de hacerlo sería mediante el careo que tanto anhelaba e iba a usar todas sus tácticas de presión. No se daría por vencido, estaba dispuesto a convertírseles en la consciencia que no los dejaría dormir. Sembraría en ellos la necesidad de hablar para poder estar tranquilos.

La satisfacción se aferraba a su ser cada vez que visitaba las celdas de los hermanos Park y de Ji Chang.

En plan de fiscal tenía la oportunidad de fastidiarlos un poco y eso no se comparaba con lo que deseaba para ellos. Necesitaba escuchar a la jueza dictar la sentencia.

Había recurrido nuevamente antes de dormir a hablar con su madre. Lo hacía porque tenía buenas noticias para darle. Ya no se sentía estancado, sin embargo sabía que nada de lo que hiciera repararía las brechas en su corazón, eso era imposible.

Tampoco el verlos tras las rejas haría que los recuerdos se borraran de su memoria y con eso el dolor de la ausencia y de todo lo que pudo ser seguía latente. Nada absolutamente nada de lo que hiciera le devolvería a su gran amor.

Pero tenía el consuelo de que ellos tampoco tendrían vida. Los haría sufrir tanto como él sufría, tanto como ellos hicieron sufrir a su madre. Se los daría a cuenta gota, alargar en ellos la agonía, tanto como lo habían hecho con él.

Había pasado 18 años de su vida con una parte que lo atormentaba y sabía que sería hasta el día que dejase de respirar y si él que era inocente sufría de esa manera. ¿Cómo no hacer que los culpables agonizaran por el tiempo que les quedaba en este mundo? Juraba que si más allá de la muerte había algo, los buscaría y seguiría atormentándolos.

El sonido del giro del pomo de la puerta de su habitación lo puso en alerta y rápidamente empezó a recoger todo el material esparcido en su cama, con la urgencia de alguien que está a punto de ser descubierto haciendo algo indebido.

—¿Te estás masturbando que le has puesto seguro a la puerta? — preguntó Jungkook con sarcasmo al otro lado, mientras tocaba con insistencia con el único propósito de fastidiarlo.

—¡Ya voy! Un minuto —le pidió arrodillado en la cama guardando en la caja de seguridad su material de trabajo. Cerró la puerta de acero y presionó el botón debajo de su cama para que la placa de mármol negro de su cabecera una vez más se empotrara. De un brincó estuvo fuera del lecho y se encaminó a abrir—. ¿Qué pasa? —inquirió llevándose las manos a las caderas a modo de jarra.

EPIFANIA 2  ||YOONMIN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora