Una excelente sesión de sexo, una fumada post orgásmica y perderse en la mirada de Jimin eran la combinación perfecta para relajarse completamente después de un extenuante día de trabajo en el cual muchas emociones se vieron afectadas.
El corazón le brincaba en la garganta y las manos le temblaban. Debía admitir que a tal punto sentía tanto miedo como odio y eso no era bueno. No porque el miedo lo fuese a instar a dejar de lado en lo que se había convertido su misión en la vida, sino porque esa agonía en su pecho lo obligaba a ponerse a la defensiva y las veces que había tratado de defenderse. Terminó arrepintiéndose de los resultados.
Pero estaba seguro que esta vez no iba a arrepentirse, la situación era completamente distinta. No daría un sólo paso atrás y mucho menos se quedaría estancando.
—Dos días, de diez horas de interrogatorio y no tenemos nada. El hombre está mudo y el abogado ha solicitado libertad bajo fianza. Sabes Lee que si la jueza lo concede ya no podré retenerlo más — Horatio Caine pensó muy bien sus palabras antes de esbozarlas, sabía que no eran las noticias más alentadoras que Lee esperaba.
Esas palabras fueron un detonante para que la paciencia de Yoongi estallara.
—¿No va a hablar? Eso lo veremos —La voz se le escuchó ronca ante la advertencia—. Caine lo necesito en la sala de interrogatorios cuanto antes —pidió con la rabia burbujeando en él. No iba a dejarlo que se fuera como si nada.
—Lee, no está pautado un interrogatorio. Primero debemos contactar con el abogado, porque Jun exigió su presencia si se requería ser interrogado —Intentaba ser un poco más racional que Yoongi y seguir los estándares legales.
—Lo quiero en sala de interrogatorios, si quieres llamas al puto abogado para que se presente después; pero primero voy a hablar con Jun —Sabía que con el abogado presente no podría hacer las cosas como quería con Jun .
—Tal vez no ha hablado porque nos hemos limitado a hacerlo como has pedido Lee. Deja que yo me encargue de eso, y le presento todas las cartas —le dijo Caine demostrando que si interrogaba con todas la pruebas, lograría lo que Lee esperaba.
—Lo haré yo Caine —especificó poniéndose de pie agarrando el portafolio—.Voy a preparar algunas pruebas en la sala de expiación. —salió del lugar con la disposición de aclarar las cosas de una vez por todas. De enfrentar ese pasado que clamaba por justicia.
—Mierda —murmuró Caine una vez solo. Temía a que Lee con su impulsividad acabara arruinando lo que hasta el momento habían conseguido.
Con el apoyo de sus talones rodó la silla y se puso de pie. Al salir de la oficina, les ordenó a dos oficiales que llevaran a Jun Seo joon a la sala de interrogatorios.
Entró y Lee no estaba en el lugar acordado, sin embargo, logró divisarlo a través del cristal. Se encontraba sentado y su semblante era impasible, por lo que se llenó de confianza y decidió no intervenir en el proceder del fiscal.
Cuando la puerta de la sala de interrogatorios se abrió, Yoongi se obligó a mantener la mirada al frente y no adelantarse a la presencia de Jun Seo joon . Para que Caine, que estaba seguro, ya se encontraba al otro lado del espejo de expiación le brindara confianza. Seo joon odiaba el maldito salón en color gris y el olor concentrado a desinfectante. No pudo evitar que la ira empezara a consumirlo involuntariamente al ver que quien lo interrogaría sería: El comemierda del hijo de Lee Namjoon.
Se había jurado que apenas encontrara la libertad, la iba a pagar muy caro. Esa humillación a la que lo había expuesto no iba a quedar en el aire. Tanto él como el otro imbécil que había puesto a su hijo en su contra, iban a conocer de lo que era capaz Jun Seo joon . No estaba dispuesto a permitir una falla más.
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EPIFANIA 2 ||YOONMIN||
CasualeEn un mundo donde los secretos son moneda corriente, los lazos de sangre pueden ser tanto una Bendición como una maldición. Yoongi con su egoísmo desmedido desencadenara una serie de eventos que cambiarán la vida de aquellos que lo rodean. Jimin bri...