CAPÍTULO 28 DE TAL PALO TAL ASTILLA

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Cuando Jungkook le dijo a Taehyung que necesitaban recurrir cuanto antes a un método anticonceptivo seguro porque habría momentos en que no tendría condones a mano, el solo pensó en que su novio tendría ganas muy a menudo, pero jamás pensó que sería el quien no podría controlarse, cada vez que lo tenía cerca la piel se le prendía en llamas y el deseo empezaba a devorárselo por dentro.

Habían pasado muy pocos días desde que había dejado de ser virgen y después de pasar dos días con él en su departamento no habían tenido la oportunidad de poder estar a solas durante el tiempo requerido, debían conformarse con toquetearse en algunos lugares apartados del parque en su rutina de trote diario y eso sólo lo dejaba peor.

Apenas escuchó la corneta del carro se paró de un brinco de la banca y le dio un abrazo a su amigo Bogum, quien le hizo un gesto vulgar con su mano cerca de su boca y con su lengua en la parte interior de su mejilla como si estuviese proporcionando sexo oral.

—Aún no llegamos a esa parte —dijo con la mirada brillante por la emoción y excitación que de golpe lo asaltaba.

—Bueno, no tardes… Aunque no lo hagas todavía, quedaras muy mal, te enseñaré como hacerlo para que tengas a ese fortachón en la palma de tu mano.

—Anótalo en la agenda. —Le pidió con esa picardía que lo caracterizaba.

—Te haré un hueco en la clase del jueves a las siete… A ver, sí aquí… Enseñarle a Taehyung a hacer  una buena mamada —hablaba mientras escribía—. Si quieres no regreses a la clase, te prestaré los apuntes y si puedo te grabaré un poco la clase.

—¡Gracias Bogum! No tengo como pagarte.

—No tienes que pagarme nada, me agrada verte tan bien, eso era lo que te hacía falta, un hombre que te distrajera de las tonterías de no comer y del soy horrible.

—Ya sé que no lo soy, Jungkook me dice todo el tiempo lo que le gusto.

—Bueno ya no lo hagas esperar que se le nota que está ansioso por coger.

—No más que yo amigo. —Le dio un nuevo beso y salió corriendo.

El corazón se le instaló en la garganta al ver el auto, pero no dejo de correr, hasta llegar a este, abrir la puerta y subirse.

—Larguémonos que me muero por besarte y pueden vernos las cámaras, no quiero que me sancionen por inmoral —dijo con voz urgente.

Jungkook le regaló una sonrisa y le tomó la mano entrelazando sus dedos con los de el, sintiendo como esa pequeña mano tenía el poder para descontrolarlo.

Apenas habían avanzado una cuadra cuando el semáforo de la primera intersección se lo encontraron en rojo, Taehyung no pudo evitarlo, verlo vestido traje elegante, lo hacían lucir de muerte lenta y el no podía con la tortura por lo que en un impulso y como un rayo se ubicó a horcajadas en medio de las piernas de su novio, con desespero le llevó las manos al rostro y lo besó con las ganas que la calcinaban.

—Taehyung… Taehyung —dijo alejándolo un poco—. Estamos en plena vía pública, un segundo más y no te van a sancionar por inmoral, nos van a llevar detenidos. —Tomándolo por la cintura y llevándolo de regreso al asiento del copiloto.

—Busca un lugar seguro cuanto antes —.

—Vamos al departamento —dijo atendiendo la luz en verde, pero su voz delataba la urgencia que también reinaba en él.

—¡No! Llegar nos tomará mucho tiempo, quiero tenerte ya.

—Ay Taehyung… ay Taehyung. —Sin saber qué hacer, porque se suponía que el debía ser el razonable de la relación, al menos en el sexo.

EPIFANIA 2  ||YOONMIN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora