Horatio Caine se encontraba en su oficina, disfrutando de un buen café, bien cargado con un toque de whisky, para entrar en calor y despertarse completamente, mientras se ponía al día con las noticias .
Un analista forense llamó a la puerta y él le hizo un ademán para que el joven pasara.
—Buenos días Director, le han enviado el informe de la morgue con el caso de Lee Hanuel —Entregándole la carpeta. Caine se puso de pie para recibirla, evidenciando que realmente le interesaba la correspondencia.
—Gracias Erick, déjame solo por favor.
—Sí señor, si necesita algo ya sabe estoy…
Caine se fue a la correspondencia en sus manos, rasgó la etiqueta de información clasificada y sacó la carpeta del sobre, se fue directamente a lo que le interesaba, un resumen realizado por los dos, firmado por el especialista de Busan y que trabajaba para la unidad policial y el de Miami que Lee había mandado a buscar.
Era un informe parcial de la reconstrucción del cuerpo de Lee Hanuel, el cual formaba parte de la segunda fase, de las tres que tenían previstas realizar.
Leía atentamente lo que enunciaba y apenas llevaba la mitad cuando se dejó caer sentando en su sillón, sintiendo una gran presión apoderarse de su pecho y esta aumentaba a cada párrafo.
—¡Dios bendito! —exclamó horrorizado.
No podía si quiera entender a Lee, ¿Cómo había soportado eso? ¿Cómo aún después de tantos años se lo guardaba? Él mismo buscaría a esos hijos de puta y podría regalarle las cabezas en bandeja de plata y evitarse todo el proceso de llevarlos a juicio.
Solo podía imaginar a su hijo en una situación como esa, presenciando tal atrocidad que lo dejaría marcado de por vida y él corazón le taladraba el pecho.
Ahora podía entender la actitud de Lee al salir corriendo de la sala de conferencias, comprendía ese miedo y dolor que vio en sus ojos el día de la exhumación del cadáver, no era una simple obsesión, no sólo es hacer justicia por su madre, lo necesita para poder superar ese episodio de su vida en el que se encontraba estancado.
Caine lanzó la carpeta sobre el escritorio y fue consciente del temblor en sus manos y ese gran nudo en su garganta, Dios lo librara de pasar por semejante situación porque enloquecería, su perfil psicológico se iría a la mierda, pero no descansaría hasta mandarlos al infierno.
Sin poder más las lágrimas inundaron sus ojos y antes de que estas se derramaran se las seco, respiró profundo en varias oportunidades, para calmarse, no debía dejar que un caso lo afectará de esa manera, pero no podía evitarlo, porque tenía le versión de los hechos de Lee y era lo que hasta el momento le cuadraba con el informe forense.
Sin pensarlo, solo arrastrado por una necesidad que no podía comprender, por esa misma que no lograba desligarse del caso, agarró el teléfono y marcó a su casa.
—Hola cariño —saludó a su esposa que contestaba la llamada—. ¿Cómo estás?
—Estoy bien, Liam acaba de quedarse dormido ¿cómo has llegado al trabajo?
—Bien, poniéndome al día con un caso, recuerdas, el de Lee.
—Sí claro, el del fiscal, el que dice que no está hecho para domingos familiares.
—El mismo… ¿Cariño, Kyle está cerca? —preguntó tratando de que su voz no evidenciara las emociones.
—Está metido de cabeza en el Play4 ¡Kyle!—¡Tu padre al teléfono!
—Hola papi —saludó el niño evidenciando que había corrido para ponerse al teléfono.
—Hola campeón, me dice tu mami que estás jugando al Play4… ¿Vamos ganando?
—Aún no puedo superar tu puntuación papi —decía emocionado.
—Bueno esta tarde cuando llegue te confiaré unos trucos, te quiero hijo.
—Yo también papi, le diré a mami que te prepare ramen para la cena.
—Ese es mi hijo, pensando en lo que le gusta a su padre… Recuerda hacer los deberes, ahora te tengo que dejar.
—Adiós papi.
—Adiós hijo. —Horatio Caine finalizó la llamada y trató de concentrarse en su trabajo, esperaría que Lee regresara de sus vacaciones lo que menos quería era enlutarle un momento en el cual debía dejar todo por fuera y disfrutar.
“Muchas personas, te han juzgado y criticado por muchos años, sin saber el grado de atrocidad que tuviste que presenciar y guardar en tu corazón, haz sido muy valiente Lee Yoongi , mis respetos para ti, ahora puede enteder tu dureza , tu desconfianza y te prometo que no descansare hasta que hayas hundido en la cárcel de por vida a esos parasitos , que no merecen ni siquiera que se les llamen personas, no merecen vivir”
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EPIFANIA 2 ||YOONMIN||
De TodoEn un mundo donde los secretos son moneda corriente, los lazos de sangre pueden ser tanto una Bendición como una maldición. Yoongi con su egoísmo desmedido desencadenara una serie de eventos que cambiarán la vida de aquellos que lo rodean. Jimin bri...