CAPITULO 14 PARTE 2

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Las ganas de cualquier necesidad en Yoongi desaparecieron solo quería reventarle el alma al imbécil de Jay, pero controló con respiraciones profundas a ese gato salvaje y no lo dejó salir.

Al llegar a la mesa ya Jimin lo esperaba, sin duda alguna se había tardado más de la cuenta gracias al desagradable encuentro y al tratar de controlar sus instintos asesinos en el baño.

Pagó la cuenta y se encaminaron al vestíbulo donde le entregarían el elegante abrigo de Jimin, Yoongi inmediatamente se dio cuenta que no era su día cuando su mirada tuvo la desgracia de toparse con Seo Joon, sintiendo ese tornado violento y poderoso hacer estragos en él cada vez que tenía la oportunidad de verlo, un vórtice que le era casi imposible de dominar, no estaba en él, estaba en esas ganas de golpearlo hasta matarlo que siempre lo asaltaban y que sin embargo no podía hacerlo.

El agarre de Jimin en su mano lo sacó del ojo del huracán, ese cálido apretón más fuerte que de costumbre le hizo saber que el estaba presente y lo instaba a ignorar a Seo Joon y largarse del lugar.

Sin embargo Seo Joon ya había clavado la mirada en ambos y su semblante demostraba molestia por verlos juntos.

A Yoongi ya una vez le había arrebatado a la mujer que más amaba en la tierra, no estaba dispuesto a que también le quitase a Jimin, ahora si lo mataría, ahora tenía la fortaleza y el odio suficiente para hacerlo sin piedad alguna.

Jimin le apretó la mano a Yoongi, afirmándole que era él quien verdaderamente le importaba en el momento, con éste agarre dejándole saber a Seo Joon que su pareja, era quien tenía al lado, era Yoongi quien tenía todas las oportunidades con el, nadie más y entonces en fracción de segundos comprendió la actitud de Jimin en el banco con la zorra que descaradamente se le insinuaba, él le dejaba claro a el y a todos que quería estar con el con nadie más.

Fue decisión de Jimin encaminarse sin saludar a Seo Joon sin más que un leve asentimiento de cabeza, al cual él correspondió, porque la última vez que se habían visto no habían quedado en buenos términos y el hombre lo sabía.

Subieron a la limosina y ambos se mantenían en silencio, Yoongi sólo iba pensando en una cosa que asaltó su razón inmediatamente y era subyugada por su lado malicioso y desconfiado, el saber a Jay Park y Seo Joon en el mismo restaurante, no era casualidad, nunca había creído en esta, pero si en las causalidades y esto tenía un trasfondo el cual descubriría, agradeció en ese momento que Jimin tuviese ese viaje en puerta, con el lejos podría investigar por qué ese par estaban manteniendo contacto y si era para hacerle algún daño a Jimin debían prepararse porque estarían adelantando su apocalipsis.

Jimin observaba a Yoongi en silencio, pero sobre todo completamente sumido en sus pensamientos y podía apostar que estos tendrían que ver con Seo Joon, no quería que el encuentro inesperado con el hombre le arruinará la noche, el apenas había visto la limosina estacionada frente al edificio, cuando Yoongi paso a buscarlo y se excitó inmediatamente, teniendo que hacer acopio de todo su autocontrol para que él no descubriera sus deseos y durante la cena esperaba ansioso ese momento, que simplemente se le estaba escapando de las manos, pero no iba a permitir que terceros interfirieran en sus ganas, por lo que le tocaba tomar la iniciativa.

El Chico buscó en su bolso sobre su movil y se fue a la carpeta de música, algún tema que le ayudase a ambientar el interior de la limosina, encontró una que le iba como anillo al dedo, sobre todo por su pronta despedida, quiso reproducirla, pero quería más y sabía que el lujoso auto contaba con ciertas ventajas y estaba dispuesto para muchas cosas, por lo que se incorporó y corrió la ventanilla que lo comunicaba con el chofer.

—Disculpe señor ¿por casualidad tendrá un adaptador para audio? —preguntó mostrándole el teléfono móvil, ante un Yoongi desconcertado.

—Sí Joven.

EPIFANIA 2  ||YOONMIN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora