Capítulo 5: Revelaciones Sangrientas

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Taehyung se encontraba al borde del colapso, sus sentidos saturados por la crueldad que lo rodeaba. Los gritos del hombre torturado se mezclaban con sus propios pensamientos, creando un caos interno que lo dejaba aturdido. Jungkook, sin embargo, parecía revitalizado por el sufrimiento que infligía, su mirada fija en Taehyung como si esperara algo más de él.

"Este es solo el comienzo," dijo Jungkook suavemente, su voz un contraste aterrador con la brutalidad de sus acciones. "Hay mucho más que necesitas ver y entender."

Antes de que Taehyung pudiera responder, una risa estridente llenó el aire, resonando en las paredes de la habitación. Jasper y Julián se tensaron, intercambiando miradas antes de dirigirse hacia una puerta al fondo de la sala.

"Es hora de que conozcas a alguien más," murmuró Jungkook, llevándolo hacia la fuente de la risa. La puerta se abrió, revelando una escena aún más perturbadora.

Dentro de la nueva habitación, iluminada por la luz parpadeante de una sola bombilla, había una mujer vestida con harapos coloridos, su rostro cubierto de una grotesca máscara de payaso. Estaba de pie en el centro de una especie de escenario improvisado, rodeada por figuras oscuras que se movían en las sombras, espectadores de un espectáculo macabro.

"Te presento a Eva," anunció Jungkook, señalando a la mujer en el escenario. "Ella es nuestra maestra de ceremonias, el corazón y el alma de nuestro circo."

Eva hizo una reverencia exagerada, sus movimientos descoordinados y erráticos. "Bienvenido" dijo con una voz chillona y teatral. "Nos divertiremos mucho contigo."

Taehyung sintió que el miedo lo envolvía aún más fuerte. Había algo profundamente perturbador en la manera en que Eva se movía y hablaba, una locura que parecía desbordarse de cada gesto. Sus ojos brillaban con una luz febril detrás de la máscara, y su risa, una mezcla de histeria y maldad, resonaba en los oídos de Taehyung.

"Espero que estés listo para tu papel en nuestro espectáculo," continuó Eva, sacando una daga afilada y jugueteando con ella entre sus dedos. "Aquí, todos tienen un papel que desempeñar."

Taehyung retrocedió un paso, pero Jungkook lo detuvo, apretando su brazo con una fuerza que lo hizo estremecer. "No temas, Esta es solo una parte de tu aprendizaje."

Jasper y Julián trajeron al hombre que habían sacado de la jaula, arrojándolo al centro del escenario junto a Eva. Los gritos del hombre eran sofocados por la risa maniaca del payaso. Eva se agachó y le susurró algo al oído del prisionero, quien inmediatamente se estremeció y comenzó a sollozar.

"Por favor... por favor, no más," rogó el hombre, su voz rota por el terror y el dolor.

Eva levantó la daga, sus movimientos exageradamente lentos y teatrales, disfrutando del miedo que emanaba del prisionero. "El show debe continuar," dijo, antes de hundir la hoja en el cuerpo del hombre con un movimiento preciso.

Taehyung sintió náuseas al ver la sangre brotar, sus ojos no podían apartarse del horror frente a él. Cada grito del prisionero resonaba en su mente, cada risa de Eva era un clavo más en su cordura.

Jungkook observaba con una sonrisa satisfecha. "¿Ves? Este es el verdadero espectáculo. La esencia del circo."

Eva se volvió hacia Taehyung, limpiando la sangre de su daga con un trapo sucio. "Ahora querido, es tu turno. Necesitamos que entiendas completamente lo que implica ser parte de nuestro circo."

Antes de que pudiera reaccionar, Jasper y Julián lo tomaron de los brazos y lo arrastraron al escenario, poniéndolo de rodillas junto al cuerpo ensangrentado del prisionero. Taehyung luchaba, pero los gemelos eran demasiado fuertes.

Eva se acercó, sosteniendo la daga frente a los ojos de Taehyung. "Vamos, Solo un pequeño corte. Demuestra que puedes ser uno de nosotros."

Taehyung temblaba incontrolablemente, las lágrimas corrían por su rostro. No podía hacerlo, no podía participar en esa locura. Pero la mirada de Jungkook, penetrante y exigente, lo mantenía en su lugar.

"Es tu decisión" dijo Jungkook suavemente. "Pero recuerda, aquí no hay lugar para la debilidad."

El circo entero parecía detenerse en ese momento, todas las miradas fijas en él. Taehyung sentía el peso de la expectativa y la presión, su mente una tormenta de miedo y desesperación. Con manos temblorosas, tomó la daga de Eva, sintiendo el frío del metal en sus dedos.

Las voces en su cabeza gritaban, rogándole que no lo hiciera, pero algo en la mirada de Jungkook lo mantenía atrapado. Levantó la daga, su respiración entrecortada, y con un último vistazo a los ojos de Jungkook, hizo un pequeño corte en la comisura de los labios del prisionero pareciendo una sonrisa sangrienta en su rostro.

La sangre brotó lentamente, y un suspiro de alivio y horror recorrió la sala. Taehyung soltó la daga, dejándola caer al suelo con un ruido sordo. Se sentía vacío, su alma había sido arrancada en ese pequeño acto de violencia.

Jungkook se acercó y acarició su mejilla, limpiando las lágrimas con un dedo ensangrentado. "Bien hecho" murmuró. "Este es solo el comienzo."

Mientras las luces del circo parpadeaban a su alrededor y los gritos y risas resonaban en sus oídos, Taehyung supo que había cruzado un límite del que no podría regresar. Estaba atrapado en el Circo de los Secretos, y ahora, una parte de esa oscuridad también era suya.

El circo de los secretos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora