Capítulo 6: Bajo el Cielo Carmesí

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El aire nocturno estaba cargado de un pesado silencio que cubría el circo como una manta oscura. Taehyung se encontraba en su celda, su mente tambaleándose entre la realidad y la pesadilla que había presenciado. La imagen del prisionero y la sangre seguían persiguiéndolo, una marca indeleble en su memoria.

De repente, la puerta de su celda se abrió con un chirrido, y jasper y Julián aparecieron, sus miradas frías y desprovistas de emoción. Sin decir una palabra, lo levantaron de su cama y lo llevaron a rastras a través del oscuro pasillo.

"Jungkook te espera," dijo jasper ,su voz monocorde.

Taehyung no tenía fuerzas para resistirse. Estaba agotado, física y mentalmente, y la idea de enfrentarse a Jungkook de nuevo le helaba la sangre. Sin embargo, una parte de él quería entender. Quería saber por qué lo habían traído aquí y qué querían de él.

Cuando llegaron a la gran carpa principal, Taehyung notó que estaba decorada de manera más elaborada que antes. Cortinas rojas de terciopelo colgaban de las paredes, y velas parpadeaban en candelabros antiguos, proyectando sombras danzantes en el suelo. En el centro, un trono improvisado hecho de chatarra y piezas de viejos carruseles, y en él, Jungkook, con su sonrisa enigmática.

"Bienvenido de nuevo" dijo Jungkook, su voz suave pero cargada de autoridad. "Es hora de que conozcas más de nuestro mundo."

Antes de que Taehyung pudiera responder, Eva apareció de entre las sombras, sus movimientos fluidos y teatrales. "Nuestro nuevo miembro necesita ser introducido adecuadamente," dijo con unfa sonrisa torcida. "Vamos a mostrarle lo que realmente significa ser parte de este circo."

Con un gesto de la mano de Jungkook, jasper y Julián llevaron a Taehyung al centro de la carpa y lo obligaron a arrodillarse. Eva se acercó, sosteniendo una máscara de payaso similar a la suya, pero con detalles aún más grotescos y aterradores.

"Esta máscara representa tu nueva identidad," dijo Eva, su voz cargada de emoción. "Aquí, todos escondemos nuestras verdaderas caras detrás de una máscara. Es nuestra protección y nuestra condena."

Taehyung miró la máscara con horror. No quería ponerse esa cosa, no quería formar parte de este circo infernal. Pero la presión de las manos de los gemelos en sus hombros le dejaba claro que no tenía opción.

Jungkook se levantó de su trono y se acercó a Taehyung. "Póntela," ordenó, su tono inconfundible de mando. "Abrázala como parte de ti. Solo entonces podrás comprender realmente."

Con manos temblorosas, Taehyung tomó la máscara de Eva y, con un último vistazo a los ojos de Jungkook, se la colocó sobre el rostro. La sensación del plástico frío contra su piel era sofocante, y la visión a través de los ojos de la máscara distorsionaba la realidad aún más.

Eva aplaudió, su risa resonando en la carpa. "Ahora eres uno de nosotros. Bienvenido al Circo de los Secretos."

De repente, las luces se apagaron, sumiendo la carpa en una oscuridad total. Taehyung escuchó movimientos a su alrededor, pasos suaves y susurros. Sentía que su corazón latía con fuerza en su pecho, el miedo paralizándolo.

Cuando las luces se encendieron nuevamente, Taehyung vio que no estaban solos. Una multitud de personas, todas con máscaras grotescas, llenaba la carpa, observándolo con intensas miradas.

"Ellos son nuestros seguidores," explicó Jungkook, extendiendo los brazos hacia la multitud. "Personas que han encontrado en nuestro circo una forma de escapar de sus miserias. Aquí, la locura es la norma y la sangre es nuestro entretenimiento."

Eva levantó una mano, y la multitud comenzó a aplaudir y vitorear, sus voces creando un coro de sonidos desquiciados que llenaban el aire. Taehyung se sentía atrapado, rodeado por una marea de locura que lo arrastraba cada vez más profundamente.

"Hoy es una noche especial," continuó Jungkook, su voz elevándose por encima del ruido. "Esta noche, celebramos la llegada de nuestro nuevo miembro. Y lo haremos a nuestra manera."

Eva se acercó a Taehyung rápidamente"Tu nombre?" Pregunto por lo bajo con una risa alocada. Taehyung tartamudeante y temeroso respondío. "T-taehyung...", Eva dio un brinco para presentarlo ante la multitud,"Nuestro nuevo miembro! Taehyung!", la multitud seguía aplaudiendo, De repente, la multitud se dividió, creando un pasillo que conducía a una jaula en el centro de la carpa. Dentro de la jaula, un hombre estaba encadenado, sus ojos llenos de pánico.

"Este es tu primer desafío, Taehyung," dijo Jungkook, entregándole una daga similar a la que había usado Eva. "Demuestra tu lealtad. Haz lo que se debe hacer."

Taehyung sintió que el pánico lo invadía nuevamente. No quería hacerle daño a nadie más, no quería convertirse en lo que ellos eran. Pero sabía que resistirse no era una opción.

Con pasos vacilantes, se acercó a la jaula, sintiendo las miradas expectantes de todos a su alrededor. El hombre dentro de la jaula sollozaba, rogando por su vida, pero Taehyung sabía que no podía salvarlo.

Con una última mirada a Jungkook, levantó la daga y, con un movimiento rápido, la hundió en el pecho del hombre. La sangre brotó, caliente y pegajosa, y los gritos del hombre resonaron en sus oídos como un eco interminable.

La multitud estalló en vítores y aplausos, celebrando el acto de violencia con un entusiasmo enfermizo. Taehyung cayó de rodillas, la daga aún en su mano, sintiendo que su alma se desgarraba por dentro.

Jungkook se acercó y lo levantó, limpiando la sangre de su máscara con una mano suave. "Lo has hecho bien, Taehyung," dijo, sus ojos brillando con una extraña mezcla de orgullo y posesión. "Eres uno de nosotros ahora. Bienvenido a tu nueva vida."

Mientras las luces del circo parpadeaban a su alrededor y los gritos y risas resonaban en sus oídos, Taehyung supo que había cruzado un límite del que no podría regresar.

Después de la ceremonia, Taehyung fue llevado de regreso a su celda, su mente y cuerpo exhaustos. Jasper y Julián lo dejaron allí, cerrando la puerta detrás de ellos con un estruendoso golpe.

Taehyung se desplomó en el suelo, sollozando silenciosamente. Sabía que su vida había cambiado para siempre, que nunca volvería a ser la misma persona. La máscara que había puesto se sentía como una prisión, una barrera entre él y su antigua vida.

En medio de su desesperación, recordó algo que había visto en los ojos de Jungkook. Una chispa de algo más, algo que no era solo crueldad. ¿Era posible que hubiera algo más detrás de la fachada del psicópata?

Esa noche, mientras la oscuridad lo envolvía, Taehyung se aferró a esa pequeña esperanza. Si podía encontrar una manera de comprender a Jungkook, tal vez, solo tal vez, podría encontrar una forma de escapar de este infierno.

Pero sabía que sería un camino peligroso, lleno de sangre y sufrimiento. Y estaba dispuesto a enfrentarlo, porque ahora no tenía nada más que perder.

El circo se preparaba para su próximo espectáculo, y Taehyung sabía que tendría que desempeñar su papel. Pero en su interior, una pequeña llama de resistencia se encendía. Había cruzado un límite, sí, pero aún no estaba completamente roto.

Y mientras esa llama ardiera, había una oportunidad, por pequeña que fuera, de que algún día podría liberarse.

El circo de los secretos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora