Capítulo 56: El Precio del Poder

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La noche había caído sobre el Circo de los Secretos, envolviendo el campamento en un manto de silencio que solo era roto por el susurro del viento entre las carpas. Taehyung y Jungkook estaban sentados frente a frente en la carpa del líder, una tensión palpable flotando entre ellos. La conversación que sabían que debían tener pesaba como una losa sobre sus hombros.

//Taehyung: Un Corazón Roto//

Taehyung había sentido el cambio en Jungkook desde el momento en que entró en la carpa. Había algo en su mirada, en la rigidez de su postura, que le decía que esta vez sería diferente. Habían discutido antes, incluso habían tenido desacuerdos intensos, pero esto... esto se sentía como una despedida.

"Jungkook," comenzó Taehyung, su voz quebrada por la incertidumbre y el dolor. "¿Qué está pasando? Siento que te estás alejando de mí, y no sé por qué."

Jungkook desvió la mirada, incapaz de enfrentar los ojos de Taehyung, esos ojos que lo habían sostenido en sus momentos más oscuros. Sabía que lo que estaba a punto de hacer era necesario, pero eso no aliviaba la agonía que sentía en su pecho.

"Taehyung, tú sabes que este circo es mi vida," dijo finalmente, su voz áspera, como si cada palabra le costara un esfuerzo monumental. "He trabajado demasiado para construirlo, para mantenerlo. Y ahora... ahora todo está en riesgo."

Taehyung asintió lentamente, entendiendo las palabras, pero no queriendo aceptar lo que significaban. "Lo sé. Pero ¿qué tiene eso que ver con nosotros?"

Jungkook cerró los ojos, tratando de calmar la tormenta de emociones que se arremolinaba en su interior. "Tiene todo que ver, Tae. Porque... porque cada vez que te miro, cada vez que estoy contigo, siento que estoy perdiendo el control. No puedo permitirme ser débil. No ahora. No cuando todo podría desmoronarse en cualquier momento."

Taehyung sintió que el suelo bajo sus pies se desmoronaba. Sabía que Jungkook siempre había sido un hombre de control, un líder que mantenía todo bajo su dominio. Pero nunca había imaginado que eso significaría perder lo que tenían.

"Jungkook, no tienes que hacerlo solo," susurró, intentando encontrar una manera de detener lo que sentía que estaba a punto de suceder. "Podemos enfrentar esto juntos. Podemos..."

"No," interrumpió Jungkook, su voz dura, cortante. "No podemos. Porque cuanto más cerca estoy de ti, más vulnerable me siento. Y no puedo permitirme ser vulnerable, Tae. No cuando todo lo que he construido está en juego."

//Jungkook: La Tortura del Deber//

Cada palabra que salía de su boca era como una daga que se hundía en su propio corazón. Jungkook sabía que estaba haciendo lo correcto, pero eso no hacía que doliera menos. Sentía que estaba encadenado a sus propias decisiones, atrapado en una jaula que él mismo había creado.

Había noches en las que, después de largas jornadas de trabajo, se quedaba despierto en su carpa, mirando el techo y sintiendo cómo las paredes se cerraban a su alrededor. Su mente, normalmente un bastión de estrategia y resolución, ahora estaba en guerra consigo misma. El deseo de mantener el control y el poder chocaba brutalmente con los sentimientos que tenía por Taehyung, sentimientos que lo hacían cuestionar todo lo que creía saber sobre sí mismo.

"Taehyung, te amo," dijo, finalmente enfrentando esos ojos que lo miraban con tanto dolor y confusión. "Te amo más de lo que he amado a nadie, pero precisamente por eso... por eso tengo que dejarte ir. Porque si sigues siendo una parte de mi vida, no podré tomar las decisiones que necesito tomar. No podré protegerte, ni a ti ni al circo."

Taehyung negó con la cabeza, lágrimas amenazando con escapar de sus ojos. "No puedes hacer esto, Jungkook. No puedes simplemente... alejarte. No después de todo lo que hemos pasado."

Pero Jungkook ya había tomado su decisión. Sabía que estaba condenando su propia felicidad, sacrificando lo único que realmente le importaba por el bien del circo, por el bien de todos los que dependían de él. Sabía que nunca volvería a ser el mismo después de esto, que el vacío que dejaba Taehyung en su vida sería una herida que nunca sanaría.

"Lo siento, Taehyung," murmuró, cada palabra cargada de una tristeza insondable. "Pero esta es la única manera. Por favor, entiéndelo."

Taehyung lo miró por un largo momento, como si intentara grabar cada detalle de su rostro en su memoria. Luego, sin decir una palabra más, se levantó y salió de la carpa, dejando a Jungkook solo en la oscuridad.

//La Tortura Interior//

Cuando la figura de Taehyung desapareció en la noche, Jungkook sintió que algo se rompía dentro de él, algo que nunca podría reparar. Se dejó caer en la cama, su cuerpo temblando con la intensidad de las emociones que había estado reprimiendo.

Por fuera, seguiría siendo el líder fuerte y temido que todos conocían. Pero por dentro, sabía que estaba perdido. Cada decisión, cada movimiento que hiciera a partir de ese momento estaría marcado por el dolor de haber perdido a Taehyung. Sentía que estaba encadenado a sus propios pensamientos, condenado a revivir una y otra vez la elección que había hecho.

Esa noche, Jungkook no durmió. Permaneció despierto, con los ojos fijos en el techo de su carpa, sintiendo cómo su corazón se desmoronaba lentamente. Y en su mente, una sola pregunta resonaba: ¿Había tomado la decisión correcta? Pero no había respuesta. Solo el vacío de una vida sin Taehyung.

El circo de los secretos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora