Taehyung despertó de golpe, su cuerpo cubierto de un sudor frío y su corazón latiendo con fuerza en su pecho. Miró a su alrededor, sintiendo un alivio momentáneo al darse cuenta de que estaba de nuevo en su celda en el circo de los secretos.
El sueño que acababa de tener lo dejó sintiéndose inquieto y confundido. La intensidad de las emociones que experimentó en el sueño aún lo envolvía, dejándolo preguntándose qué significaba todo eso.
Se levantó de la cama y se acercó a la pequeña ventana de su celda, mirando hacia afuera hacia el oscuro cielo estrellado. "¿Qué está pasando conmigo?" murmuró para sí mismo, su voz apenas un susurro en la noche.
A medida que el sueño se desvanecía de su mente, Taehyung se dio cuenta de que las emociones que experimentó durante el sueño eran reales, al menos para él. La atracción magnética que sintió hacia Jungkook, la sensación de miedo y excitación que lo invadió, todo eso estaba ahí, en lo más profundo de su ser.
"¿Estoy enamorado de Jungkook?" se preguntó Taehyung, sintiendo un nudo en el estómago ante la idea. Sabía que era absurdo, que Jungkook era su captor, su maestro en el circo de los secretos. Pero no podía ignorar la conexión intensa que sentía hacia él, una conexión que trascendía la lógica y la razón.
Sacudiendo la cabeza para despejar sus pensamientos, Taehyung se obligó a apartar la idea de su mente. Tenía que concentrarse en escapar del circo, en encontrar una manera de volver a casa, lejos de todo este caos y locura.
Pero en lo más profundo de su corazón, Taehyung sabía que la verdad era mucho más complicada que eso. Porque aunque su mente racional sabía que tenía que huir, su corazón, ese lugar oscuro y secreto donde yacían sus verdaderos deseos y temores, anhelaba algo más. Algo que no podía explicar ni entender, pero que lo mantenía atado al circo de los secretos más fuerte que cualquier cadena física.
Y así, en medio de la oscuridad de la noche, Taehyung se encontró luchando con sus propios demonios, tratando de encontrar una respuesta a las preguntas que lo atormentaban. Porque aunque la verdad podía ser dolorosa y complicada, también era la única cosa que lo liberaría de la prisión de su propio corazón.
ESTÁS LEYENDO
El circo de los secretos.
RandomEl sol se ocultaba tras el horizonte, tiñendo el cielo de tonos carmesí mientras la noche se cernía sobre el pequeño pueblo. Entre las sombras de los edificios, un rumor inquietante se extendía por las calles empedradas, anunciando la llegada de alg...