Taehyung entró en la carpa principal, su mente trabajando en un frenesí mientras trataba de idear un plan de escape. Sabía que necesitaba ser cauteloso, que cada movimiento debía ser calculado y preciso si quería tener alguna esperanza de libertad.
Jungkook lo estaba esperando, su mirada penetrante evaluando cada gesto de Taehyung. Había algo en esa mirada que Taehyung no pudo descifrar, algo más allá de la obsesión y el control habitual del psicópata. Pero ahora no era el momento para reflexiones profundas; Taehyung tenía que mantenerse concentrado en su objetivo.
"Taehyung," dijo Jungkook con una sonrisa siniestra. "Es hora de que tengamos una pequeña charla."
Los gemelos se retiraron discretamente, dejando a Taehyung solo con Jungkook. El aire se volvió espeso con la tensión mientras Taehyung se preparaba para lo que estaba por venir.
Jungkook se acercó a él, su presencia imponente llenando el espacio entre ellos. "He notado que has estado un poco distante últimamente," dijo, sus ojos escudriñando a Taehyung en busca de cualquier signo de debilidad.
Taehyung mantuvo su expresión neutral, esforzándose por ocultar sus verdaderos sentimientos. "He estado reflexionando sobre mi lugar aquí," respondió cuidadosamente. "No estoy seguro de estar completamente comprometido con el circo."
Jungkook arqueó una ceja, su sonrisa deslizándose hacia algo más peligroso. "Interesante," murmuró. "Pero recuerda, Taehyung, una vez que entras en el circo, no hay vuelta atrás. No hay escapatoria."
Taehyung contuvo un escalofrío, recordando las palabras de Jungkook. Sabía que no podía confiar en el líder del circo, que sus promesas eran tan vacías como el aire mismo. Tenía que encontrar una salida, no importaba cuán difícil fuera.
"Lo entiendo, Maestro," dijo Taehyung, manteniendo su voz firme a pesar del miedo que sentía en su interior. "Pero tengo que hacer lo que sea necesario para protegerme a mí mismo."
Jungkook lo observó por un momento, como si estuviera evaluando si Taehyung era una amenaza real o no. Finalmente, asintió con la cabeza, su sonrisa regresando como un cuchillo afilado.
"Muy bien," dijo. "Pero recuerda, Taehyung, estás en mi circo ahora. Y aquí, yo soy el que hace las reglas."
Con eso, Jungkook se dio la vuelta y salió de la carpa, dejando a Taehyung solo con sus pensamientos tumultuosos. Sabía que la ventana de oportunidad para escapar era estrecha, pero también sabía que no podía rendirse. Había una chispa de determinación en su interior que se negaba a apagarse, una promesa silenciosa de que encontraría una manera de libertad, sin importar el costo.
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El circo de los secretos.
RandomEl sol se ocultaba tras el horizonte, tiñendo el cielo de tonos carmesí mientras la noche se cernía sobre el pequeño pueblo. Entre las sombras de los edificios, un rumor inquietante se extendía por las calles empedradas, anunciando la llegada de alg...