La luna se elevaba alta en el cielo, iluminando tenuemente el campamento del circo que bullía de actividad. El reloj marcaba la medianoche cuando Jungkook reunió a todos los miembros del circo en la carpa principal para una reunión urgente. El plan de mudanza debía ser ejecutado con precisión militar si querían evitar ser atrapados por el sheriff y sus hombres.
"Escuchen todos," comenzó Jungkook, su voz firme resonando en el silencio expectante. "No tenemos mucho tiempo. Debemos empacar todo y estar listos para movernos antes del amanecer. Nadie debe quedarse atrás."
Los miembros del circo asintieron, conscientes de la gravedad de la situación. Eva, siempre la más inquieta, se movía nerviosamente de un lado a otro, lanzando miradas inquietas hacia la entrada de la carpa.
"Charlie," continuó Jungkook, "tú y los gemelos se encargarán de desmontar las carpas principales. Asegúrense de que todo esté bien embalado y listo para ser cargado en los carros."
"Entendido, jefe," respondió Charlie, dirigiéndose hacia los gemelos que ya estaban esperando instrucciones.
"Eva," dijo Jungkook, volviendo su atención hacia la mujer desquiciada que apenas podía contener su nerviosismo, "tú y Nico se encargarán de los animales. Asegúrense de que estén tranquilos y listos para el viaje."
Eva asintió rápidamente, agarrando la mano de Nico y arrastrándolo hacia las jaulas de los animales. Aunque Eva era conocida por su locura, su devoción por Nico la hacía enfocarse en las tareas cuando era necesario.
Jungkook finalmente miró a Taehyung, quien permanecía en un rincón, tratando de no llamar la atención. "Tae, tú vienes conmigo. Necesito tu ayuda para revisar que no dejemos nada atrás."
Taehyung asintió, siguiendo a Jungkook fuera de la carpa. El aire nocturno estaba cargado de tensión, y el sonido de los truenos en la distancia auguraba una tormenta inminente.
Mientras caminaban entre las carpas y los carros, Jungkook no podía evitar observar a Taehyung de reojo. Los eventos de la noche anterior aún estaban frescos en su mente, y la cercanía de Taehyung despertaba en él un deseo que luchaba por contener.
"¿Estás bien?" preguntó Jungkook, deteniéndose y colocando una mano en el hombro de Taehyung.
Taehyung lo miró, sus ojos reflejando la confusión y el miedo que sentía. "Sí, estoy bien... solo nervioso."
Jungkook asintió, apretando suavemente el hombro de Taehyung. "Todo saldrá bien. Solo necesitamos mantener la calma y hacer las cosas bien."
Continuaron su inspección, asegurándose de que no quedara nada importante atrás. De repente, el sonido de cascos de caballos rompiendo el silencio de la noche los hizo detenerse en seco. Jungkook maldijo por lo bajo, sabiendo que el sheriff debía haber regresado antes de lo previsto.
"¡Rápido, a las sombras!" susurró Jungkook, agarrando a Taehyung y tirando de él hacia un grupo de árboles cercanos.
Desde su escondite, vieron cómo el sheriff y sus hombres entraban al campamento, sus linternas lanzando haces de luz que atravesaban la oscuridad. Jungkook apretó los dientes, observando con impotencia mientras los hombres del sheriff comenzaban a registrar las carpas.
"¿Qué vamos a hacer?" susurró Taehyung, su voz temblorosa.
Jungkook miró a su alrededor, buscando desesperadamente una solución. "Tenemos que distraerlos. Si se entretienen lo suficiente, los demás tendrán tiempo para escapar."
De repente, una idea se formó en su mente. Jungkook sacó una pequeña bengala de su bolsillo, algo que siempre llevaba por precaución. "Tae, necesito que corras hacia el otro lado del campamento y lances esto. Hará suficiente ruido y luz para que el sheriff y sus hombres se distraigan."
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El circo de los secretos.
RandomEl sol se ocultaba tras el horizonte, tiñendo el cielo de tonos carmesí mientras la noche se cernía sobre el pequeño pueblo. Entre las sombras de los edificios, un rumor inquietante se extendía por las calles empedradas, anunciando la llegada de alg...