Taehyung observaba desde la distancia, escondido entre las sombras de las carpas que alguna vez había considerado su refugio. Su mirada se mantenía fija en Jungkook, quien caminaba por el campamento con la fría determinación que lo había caracterizado al principio. Cada paso que daba, cada gesto calculado, recordaba al líder despiadado que Taehyung había conocido al llegar al Circo de los Secretos.
Era imposible no notar el cambio. Desde su separación, Jungkook había comenzado a retomar su antigua postura de poder, esa que le daba un aire de invulnerabilidad y que mantenía a todos en el circo en constante alerta. Taehyung había sido testigo de cómo Jungkook volvía a ejercer su autoridad sin piedad, castigando a los traidores y asegurándose de que todos supieran que él era el único con el control.
//El Desvanecimiento de los Sentimientos//
Taehyung suspiró, apoyándose contra una columna de madera mientras sus pensamientos giraban en torno a lo que había perdido. Recordaba cuando Jungkook comenzó a mostrarse más humano, más accesible. Habían compartido momentos de intimidad, conversaciones largas y profundas que hacían que Taehyung sintiera que había algo más allá del exterior impenetrable del líder del circo. Pero todo eso parecía haberse desvanecido con la misma rapidez con la que había llegado.
Ahora, ese Jungkook parecía una ilusión distante. El hombre que estaba frente a él, caminando entre los miembros del circo como un rey entre sus súbditos, no era el mismo con quien había compartido su corazón. El amor que una vez sintió por él se estaba desmoronando, reemplazado por una mezcla de temor y resignación. Taehyung no podía evitar preguntarse si todo lo que habían vivido juntos había sido una fantasía, un sueño que se rompía con cada día que pasaba.
//La Distancia Creciente//
Las conversaciones entre ellos se habían vuelto casi inexistentes. Taehyung notaba cómo Jungkook lo evitaba, cómo prefería enfocarse en las operaciones del circo antes que en cualquier tipo de relación personal. Esto no solo aumentaba la distancia física entre ellos, sino también la emocional. Taehyung comenzaba a sentirse como un extraño en su propia vida, como si el lugar que había ocupado en el corazón de Jungkook hubiera sido sellado para siempre.
Los otros miembros del circo también percibían el cambio. Ya no se veían juntos, no se hablaban con la misma cercanía de antes. Todo el mundo notaba que la prioridad de Jungkook era el circo, y solo el circo. Taehyung sabía que esto era necesario para mantener el orden, para asegurar que el circo siguiera siendo la poderosa entidad que siempre había sido, pero no podía evitar sentir que algo dentro de él se rompía con cada día que pasaba.
//Un Futuro Incierto//
Taehyung cerró los ojos, tratando de calmar la tormenta de emociones que se agitaba en su interior. Sabía que debía ser fuerte, que no podía permitirse mostrar debilidad en un lugar como ese. Sin embargo, la incertidumbre sobre su futuro, sobre lo que quedaba de su relación con Jungkook, lo mantenía en una constante lucha interna.
El circo era la prioridad de todos, lo sabía. Pero en algún lugar profundo de su ser, no podía evitar preguntarse si había alguna posibilidad de recuperar lo que una vez tuvieron. O si, tal vez, lo mejor sería aceptar que el hombre al que una vez amó había desaparecido, y que todo lo que quedaba era un líder despiadado que estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para mantener su poder.
Mientras la noche avanzaba, Taehyung continuó observando a Jungkook desde lejos, sintiendo cómo sus sentimientos se desvanecían lentamente, como una vela que se apaga al quedarse sin cera. Sabía que debía seguir adelante, pero también sabía que, sin importar cuánto lo intentara, una parte de él siempre estaría encadenada al recuerdo del hombre que alguna vez creyó conocer.
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El circo de los secretos.
RandomEl sol se ocultaba tras el horizonte, tiñendo el cielo de tonos carmesí mientras la noche se cernía sobre el pequeño pueblo. Entre las sombras de los edificios, un rumor inquietante se extendía por las calles empedradas, anunciando la llegada de alg...