El sol apenas había comenzado a levantarse cuando Taehyung se dirigió hacia la carpa de entrenamiento. La jornada anterior había sido agotadora, pero el recuerdo de la intensidad de Hank y la mirada vigilante de Jungkook le daba fuerzas para continuar. Al llegar, Hank ya estaba allí, afilando sus espadas con precisión meticulosa.
"Listo para hoy?" preguntó Hank sin apartar la vista de su tarea.
Taehyung asintió, tomando una de las espadas que Hank le había dejado. "Sí, estoy listo."
"Bien. Hoy trabajaremos en los movimientos más avanzados," dijo Hank mientras se levantaba. "Recuerda, cada movimiento debe ser fluido y preciso."
Empezaron con los ejercicios, Hank demostrando los movimientos con su destreza habitual. Sin embargo, en un giro inesperado, Hank calculó mal un paso y tropezó ligeramente. Fue un error mínimo, pero suficiente para romper la seriedad del momento. Taehyung, sorprendido, no pudo evitar soltar una carcajada.
Hank, quien usualmente mantenía una expresión estoica, se quedó inmóvil por un segundo antes de soltar una risa también. Era una risa baja y gutural, una que Taehyung nunca hubiera esperado de él. Era la primera vez que veía a Hank de una manera menos intimidante y más humana.
"Bueno, parece que incluso los mejores podemos cometer errores," dijo Hank, sonriendo. "No se lo digas a nadie, ¿de acuerdo?"
Taehyung se rió de nuevo, sintiendo un alivio que no había experimentado en mucho tiempo. "Tu secreto está a salvo conmigo."
La atmósfera entre ellos cambió. Lo que había comenzado como un entrenamiento riguroso y oscuro, se convirtió en una interacción más ligera y casi amistosa. Continuaron con el entrenamiento, pero esta vez, había una chispa de camaradería que antes no existía.
Justo en ese momento, Jungkook llegó a la carpa. Había venido a ver cómo progresaba Taehyung, pero lo que encontró fue algo que no esperaba: Taehyung y Hank, riendo juntos, compartiendo un momento de conexión. El rostro de Jungkook se tensó al ver la escena. Sentía una oleada de celos e impotencia, una mezcla peligrosa de emociones que lo enfurecían.
"¿Qué es tan divertido?" preguntó Jungkook, su voz más dura de lo habitual, haciendo que ambos hombres giraran hacia él.
Hank recuperó rápidamente su compostura, la sonrisa desvaneciéndose. "Solo un pequeño error en el entrenamiento, nada serio."
Taehyung, aún con una sonrisa en el rostro, sintió el cambio en el ambiente. "Sí, solo un momento gracioso. Nada de qué preocuparse."
Jungkook se acercó, su mirada fija en Taehyung. "Me alegra ver que estás disfrutando el entrenamiento, pero recuerda que estamos aquí para ser mejores, no para divertirnos."
Hank asintió, sabiendo que cualquier cosa que dijera podría alimentar la tensión. "Claro, Jungkook. Continuaremos con más seriedad."
El entrenamiento continuó, pero la atmósfera se había enfriado. Jungkook se quedó cerca, observando cada movimiento, cada interacción. Sus ojos se mantenían fijos en Taehyung, una mezcla de posesividad y protección en su mirada.
Al final de la sesión, Taehyung sintió la necesidad de hablar con Jungkook, de explicar que lo que había sucedido con Hank no era nada más que un momento de ligereza. Pero Jungkook se alejó antes de que pudiera decir algo, sus pensamientos claramente consumidos por la escena que había presenciado.
Esa noche, mientras Taehyung se preparaba para descansar, no pudo evitar pensar en la mirada de Jungkook. Sabía que debía haber algo más detrás de esos ojos, algo que no podía entender completamente. Pero una cosa era segura: la tensión entre ellos solo aumentaba, y Taehyung no sabía cómo manejarlo.
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El circo de los secretos.
RandomEl sol se ocultaba tras el horizonte, tiñendo el cielo de tonos carmesí mientras la noche se cernía sobre el pequeño pueblo. Entre las sombras de los edificios, un rumor inquietante se extendía por las calles empedradas, anunciando la llegada de alg...