La noche envolvía el circo en un manto de sombras y silencio, ofreciendo una breve ilusión de paz. Sin embargo, Taehyung sabía que bajo esa superficie tranquila, el peligro acechaba en cada rincón. Aprovechando la oscuridad, decidió que era el momento perfecto para comenzar su búsqueda. Necesitaba respuestas sobre Jungkook y el oscuro poder que controlaba el circo.
Taehyung había escuchado rumores sobre un libro de conjuros, un objeto que parecía ser la fuente del poder de Jungkook. Si podía descubrir su origen, tal vez encontraría una manera de debilitar a su captor o incluso escapar de su control.
Deslizándose fuera de su celda, Taehyung se movió con sigilo por los pasillos del circo. Cada crujido de madera bajo sus pies y cada susurro del viento entre las lonas le recordaban lo frágil de su posición. Cualquier error podría ser fatal.
Su primer objetivo era la carpa de Jungkook. Recordaba haber visto una puerta secreta la última vez que estuvo allí. Con el corazón latiendo furiosamente, Taehyung se adentró en la oscuridad, dejando que sus instintos lo guiaran.
La carpa de Jungkook estaba en penumbras, con solo unas pocas velas parpadeando en las esquinas. Taehyung se movió con cautela, evitando las áreas iluminadas. Finalmente, encontró la puerta oculta detrás de una cortina pesada. La empujó lentamente, tratando de no hacer ruido.
El cuarto detrás de la puerta era pequeño y estaba lleno de libros antiguos, frascos con líquidos extraños y artefactos que emanaban una energía inquietante. En el centro, sobre una mesa de madera, estaba el libro de conjuros.
El libro era grande, con una cubierta de cuero gastada y símbolos grabados que Taehyung no podía entender. Se acercó con reverencia y lo abrió con cuidado. Las páginas estaban llenas de inscripciones arcanas y dibujos que parecían retorcerse bajo la luz de las velas.
Mientras hojeaba el libro, Taehyung encontró un pasaje que le llamó la atención. Hablaba de un ritual de invocación, un proceso que vinculaba el poder del libro con su usuario. Según el texto, el libro había sido encontrado en un lugar antiguo y olvidado, un templo en ruinas en las profundidades de un bosque maldito.
Antes de que pudiera leer más, escuchó un ruido detrás de él. Se giró rápidamente, su corazón casi deteniéndose al ver a Nico parado en la entrada. La mirada de Nico era intensa, sus ojos brillando con una locura apenas contenida.
"¿Qué crees que estás haciendo, Taehyung?" preguntó Nico, su voz suave pero cargada de amenaza.
Taehyung trató de mantener la calma. "Solo... quería saber más sobre el circo. Entender por qué estamos aquí."
Nico dio un paso adelante, su sonrisa torcida. "¿Curiosidad? ¿O traición?" Sus ojos se entrecerraron, y Taehyung pudo ver la sombra de sus delirios danzando en su mirada.
Antes de que pudiera responder, la figura de Eva apareció detrás de Nico. "Nico, cariño, no hagas una escena. Taehyung solo está explorando, ¿verdad?" Su tono era dulce, pero había una advertencia clara en sus palabras.
Nico vaciló, su mirada pasando de Eva a Taehyung. Finalmente, dio un paso atrás. "De acuerdo. Pero te estaré vigilando, Taehyung."
Con un suspiro de alivio, Taehyung cerró el libro y lo colocó de vuelta en la mesa. Siguió a Eva y Nico fuera de la carpa, su mente girando con la nueva información. Sabía que tendría que ser aún más cuidadoso a partir de ahora.
Esa noche, mientras yacía en su celda, Taehyung repasó lo que había leído. Sabía que el libro de conjuros era la clave del poder de Jungkook, y que había sido encontrado en un lugar oscuro y antiguo. Para encontrar una manera de romper el control de Jungkook, tendría que descubrir más sobre ese templo y el ritual que vinculaba al libro con su maestro.
La búsqueda de respuestas se volvía más peligrosa con cada paso, pero Taehyung estaba decidido. Sabía que era su única esperanza de libertad.
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El circo de los secretos.
RandomEl sol se ocultaba tras el horizonte, tiñendo el cielo de tonos carmesí mientras la noche se cernía sobre el pequeño pueblo. Entre las sombras de los edificios, un rumor inquietante se extendía por las calles empedradas, anunciando la llegada de alg...