¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
aclaración: escenas +18, leer bajo su consentimiento o pasen directo al siguiente capítulo.
Vico:
Después de estar boludeando por un rato, nos acostamos.
Franco cerro con llave y se tiró a la cama, yo me saque el pantalón, apague la luz y me metí a la cama, acercándome un poco a el.
— ¿Me dejas ponertela un ratito? -pregunto abrazándome.
— No, y espero que te duermas, porque si no me dejas dormir vas a ver. -dije susurrando.
Franco hizo un ruido de queja y me miró.
— Un ratito, aprovechemos que están durmiendo. -dijo mirándome.
— Pesado. -susurre y lo bese, el me lo siguió.
Seguimos besándonos un rato hasta que empezamos a manosearnos, baje mi mano y toquetee su miembro por encima del shorts de river. Franco bajo su mano subiendo un poco mi remera y rozo sus dedos por mi clítoris por encima de mi tanga.
Me beso para no hacer ningún ruido, estaban todos dormidos y encima, el hermanito menor de Franco duerme en la pieza de al lado.
Yo me adentre más en su entrepierna y metí mi mano por debajo de su shorts acariciándolo por encima del boxer.
Sentí la mano de Franco subir hacia arriba, abandonando mi intimidad.
— ¿Que haces? Seguí. -dije apurandolo.
— Paraa, desesperada. -dijo riendo, metió su dedo índice y el dedo medio en mi boca mirándome.
Saco sus dedos llenos de saliva y volvió a bajar su mano, metiendola en mi tanga y buscando mi entrada.
Abrí las piernas y el ojos claros hundió sus en dedos en mi, me aguante los gemidos apretando la almohada.
Yo metí mi mano bajo su boxer y lo masturbe lento, mi mano bajaba y subía en su miembro, su gesto cambio y ví como entreabrio su boca intentando soltar un gemido o jadeo pero se la aguanto, busco mis labios y me beso.
Estuvimos así un ratito, hasta que nos acomodamos en una posición, yo boca abajo con mi cadera al aire y el semi-arrodillado atrás mío.
Agarro su miembro con una mano y jugueteo con mis pliegues rozando solo su glande en mi.
Me quedé callada mordiendo mis labios, hasta que sentí como se hundió en mi suavemente.
Franco se quedó quieto cuando se terminó de hundir en mi, esperando a que me acostumbre a su tamaño.
— Imagínate sale un mini Mastantuono de acá. -dijo Franco susurrando, ya que todos estaban durmiendo.
