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Victoria Colidio

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Victoria Colidio.

Y al final, llegó la última etapa.

Los últimos tres meses fueron dedicados a armar las habitaciones de Nazareno. La primera estaba en la casa de Franco, y la segunda en la casa de Facundo, según la familia de franco deberíamos irnos a vivir juntos, a la casa de Franco pero todavía no sabemos, por si acaso está la habitación en mi casa.

Ambas familias estuvieron presentes ayudándonos.

La última etapa, la "dulce espera" fue la más pesada.

• La retención de líquidos, lo detesto.

• El dolor de espalda, era contaste y me quería matar.

• La incomodidad de mi vientre, no podía dormir boca abajo ni de costado.

• Las ganas de orinar, era tan incómodo a veces.

• El insomnio, ya no podía dormir, el pequeño mastantuono no me lo permita. Podía pasar días sin dormir ya que me era imposible.

• La picazón de la piel, parecía que vivía con alergia en la piel.

• Las falsas contracciones, el especialista nos avisó sobre ésto pero ninguno le dió importancia.

Me enteré de ellas cuando una tarde estaba terminando de ordenar la ropa de Naza y sentí los fuertes dolores en mi vientre bajo, al principio intenté ignorarlo pero los dolores aumento al punto de lágrimas y gritos.

Esa misma tarde fui al hospital junto a Kala, ya que franco estaba entrenando, y descubrí que eran normales en aquella etapa.

Cada vez faltaba menos y mis miedos y preocupaciones crecían cada vez más. No sentía que estaba preparada para esto, porque si, era casi un tabú al hablar del parto y lo que logré escuchar me asustó demasiado.
Tanto como por parte de mi mamá y la hermana de franco, como de Sofía, la mamá de franco.

Estaba aterrada.

Cuando llegó el día, los nervios me consumieron. Llegamos al hospital como de costumbre dejando a nuestras familias en casa, ya que según ellos volvíamos a la noche, no contábamos con que estaba dilatada.

— gordo no podemos dejarlos así, va a nacer está noche. -hable mirando a franco, entrando en pánico.

Franco se había encargado de avisarle a las familias lo que nos habían dicho, y así fue como Lula fue quien alcanzó las cosas de ambos y la pañalera de Naza.

Fueron más de 8 horas intentando que pueda dilatar por completo, se había eterno. Pero cuando logré dilatar lo suficiente me llevaron al quirófano.

Franco no era la mejor ayuda, se notaba que estaba nervioso, mucho más que yo pero no quería hacérmelo saber.

Fue un hermoso sábado 20 de abril, por la madrugada cuando le dimos la hermosa bienvenida a Nazareno.

El pequeño bebé que mostraba desde sus pocas horas de vida su gran parecido a ambos, tenía los ojos de franco mientras que tenía pestañas coloradas. 

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12 horas después del parto, cuando recién me despertaba, me encontré con la habitación repleta de gente, ambas familias acaparaban el lugar cerca del recién nacido.

Mi cuerpo dolía horrores, no tenía fuerzas para moverme.

Mire hacia abajo encontrándome con franco recostado en mis piernas, una pequeña sonrisa se me escapó.

Franco se levantó encontrándose con mi mirada, sonrió con ternura y se acercó dejando un suave beso en mis labios.

Las familias al percatarse de que me había despertado se acercaron a saludar y preguntar cómo estaba.

— quien iba a pensar que ibas a terminar embarazada de este. -hablo facundo acariciando mi pelo.

Me rei bajito, franco lo miraba mal.

Facundo junto a Lula acercaron a Naza a franco, quien lo tomo de brazos para acercarlo a mi.

El pequeño bebé lloraba en los brazos de Facundo o Lula, una vez que tocó los brazos se calmó, dando así la imagen más tierna de las primeras 13 horas de Nazareno.

Yo los miraba con una sonrisa en la cara, sentía las lágrimas caer por mis ojos, era la imagen más tierna que ví en la vida.

Estire mi mano intentando acariciarlo y al percatarse de esto, franco se acercó y dejó al pequeño en mis brazos.

Seguían cayendo lágrimas de mis ojos, ya no quería llorar.

Acaricié con cuidado la carita de mi pequeño hijo, con asombro y delicadeza pase mi dedo índice por la pequeña nariz de este.

— esa narizita no es de nuestra familia. -dijo Lula con una sonrisa, causando risa en los demás.

Sonreí mirando a mi hijo, estaba siendo todo lo que quería de niña.

Mire a franco, quien miraba la escena con una sonrisa.

Me incliné con cuidado y bese los labios del ojos claros.

Todavía me faltaba mucho para salir del hospital, pero ya estaba bien.

Tenía miedos, si.

Seguía sintiendo el miedo de lo que se venía, el caminar luego de la cesárea, la rehabilitación, el cuidado de Naza, y sobre mi futuro como mamá, la depresión post parto también me asustaba

Pero estaba segura de que Franco no iba a dejarme sola, algo que me daba tranquilidad.

Puede que suene muy cursi, pero no creía que antes franco y yo nos odiabamos a muerte, y ahora estamos acá, con nuestro pequeño Nazareno Mastantuono Colidio.

Era perfecto.

Fin.

hoolaaa

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hoolaaa

llegó el final de esta hermosa historia (ahre)

perdón si hay errores de ortografía!!

se vienen los extras, no quiero dejar de escribir está hermosa historia.

gracias por el apoyo que me han dado con esto, estoy muy feliz gracias a ustedes. ♡︎

los amo. 💕

Besos, Vico. 🤍

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⏰ Última actualización: Aug 03 ⏰

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𝗟𝗔𝗚𝗢 𝗘𝗡 𝗘𝗟 𝗖𝗜𝗘𝗟𝗢 | Franco Mastantuono.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora