-¿Para qué?- me zafé de mala gana de su brazo y Andrew bajó la cabeza.
-Para hablar.- replicó, suavemente, volviendo a mirar mis ojos.
-¡Lea!- me gritó Simon desde la ventanilla del coche. Louise aferraba el volante con fuerza y Dafne me observaba con ojos curiosos.Aparcó el coche justo delante de nosotros para que yo entrara pero, Andrew intervino.
-Lou yo la llevo a casa. –le dijo, impidiéndome entra en el coche.
-Pero Andrew tu casa nos pilla de camino no hace falta que te desvíes para...- Andrew le interrumpió.
-Es que me acabo de dar cuenta que se me quedaron las llaves dentro de casa y no tengo como entrar, y necesito hacerlo.
-Pues que Lea te dé las de ella... -dijo Simon, rompiendo la cadena de mirada que se lanzaban Louise y Andrew.
-No va a poder ser, Steel porque Lea tendrá que regresar a casa y yo no estaré entonces, se tendrá que quedar en la calle.
-Andrew te puedo dar mis llaves, si quieres. Yo tenía pensado irme con él. -propuse, sacando las llaves de mi bolso.
Andrew me fulminó con la mirada y tragó saliva. Yo también lo hice.
-Eso tampoco va a poder ser porque Chicle te necesita.
-Chicle está más que bien...-repliqué.
-Pues dame tus llaves y quédate en la calle después. –dijo furioso.
-Ve con él, Lea. Después vienes a mi casa y estamos juntos.- me dijo Simon sonriente.
¡¿No se daba cuenta que no me quería ir con Andrew?!
¿Por qué no me quería ir con él? Ah sí, porque era un chico que tenía trastornos de personalidad. ¿Me ignoraba completamente y después 'necesitaba que vaya con él'?
¿Estaba mal de la cabeza si pensaba que yo iba a...?
-Vale, espérame en tu casa. –le dije sonriente. –No voy a tardar mucho.
Sacó la cabeza por la ventanilla y me hizo señas para que me acercara y lo besara.Le sonreí y me acerqué, dandole un pequeño beso en los labios. Sentía la mirada de Andrew en mi espalda y seguramente Dafne también estaba mirando por el espejo retrovisor y Louise se había dado la vuelta. Mierda. ¿Por que me sucedía eso a mí?
-Dejen los besos y los arrumacos para más tarde. Tendrán privacidad. –dijo Dafne guiñándome un ojo. Sabía que estaba mirando por en espejo. Louise rió, mirando al frente.
-Adiós- les dije sonriente. Simon me sonrió y Louise arrancó el coche.
Me quedé mirando, por unos segundos, como el coche se alejaba con Andrew a mi espalda.
-Sabes que... vete con él, no pasaré por casa y ya está. - dijo, rompiendo el silencio que se había formado. Me di la vuelta, incrédula.
-¿Estás jugando conmigo?- subí nuevamente a la acera. Estaba a dos centímetros su cuerpo del mío y mi mente ya estaba recordando las sensaciones del beso.
¿En serio que solo fue un beso? Me estaba volviendo loca con solo uno, ¿Qué pasaría si me volvía a besar?
-Tu queridísimo novio con más cerebro que pelos en la cabeza te debe estar esperando. –Me quede mirándolo y me estaba dividiendo entre interrumpirlo o no pero, él continuó.- Pensé que necesitábamos hablar... pensé que necesitábamos aclarar las cosas pero, tranquila que ya las has dejado bastante clara.
Mis ojos aumentaron de tamaño y él me siguió mirando como si nada.
-¿Me estés peleando porque besé a Simon?- le pregunté, en un tono de reproche.
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Durmiendo a su lado
Romansa¿Qué se supone que tienes qué hacer cuando no tienes casa ni trabajo? Eso me pregunté yo. ¿A casa de tu mejor amiga? Imposible. Dafne compartía piso con unas cuatro chicas más, además de su novio, Louise. ¿Vas a donde vive tu novio? Ummm... tampoco...