CAPITULO 21

11.5K 521 22
                                    

Al instante, mi cuerpo se puso tenso. En alerta.

-Andrew, por fin estás aquí.- dijo Samantha, observándole con una sonrisa que iba tirando de sus labios a medida que Andrew se acercaba a ella. Yo, había parado de subir los escalones.

-Samantha, ¿qué haces aquí?- le preguntó.

-Te estaba esperando.- dijo, dando un paso hacia él.- Necesito hablar contigo. Es importante.

El ambiente se quedó en silencio, y solamente escuchaba mi respiración algo agitada por haber subido tan rápido.

-¿Tan importante es como para que estés aquí a esta hora?- le preguntó.

-Sí.-le respondió, girando su cabeza hacia mí pero, al instante volvió a enfocarse en él.

-¿Qué pasó?- le preguntó.- ¿Te sucedió algo?- la observó de arriba abajo y tragué saliva.

-No, no. No es sobre mí.- le dijo, sonriendo tímidamente.

Esa sonrisa escondía algo, estaba segura. Me miró sin interés como si yo fuera una pintura de algún museo y regresó su vista a su enfoque anterior, esos ojos verdes, que ya no eran suyos...

-¿Podemos hablar a solas?- volvió a hablar, a los segundos. Andrew giró lentamente su cabeza hacia mí pero, no cambio su expresión de confusión.

-Dime. Lea puede escuchar.- le dijo e inmediatamente, mordí mi labio para no sonreír ante sus palabras y sentí como un alivio recorría mi cuerpo.

Ella me miró, otra vez, sin expresar nada en concreto. Eso era raro, lo que hizo que mi ceño se frunciera totalmente.

-No.- dijo, con un tono decidido.- estoy segura que lo te vengo a decir solo nos interesa a ti y a mí.

Fruncí el ceño nuevamente, deseando saber más allá de aquellas palabras. ¿Qué podía querer ella de Andrew tan tarde como para no esperar a mañana por la mañana en la universidad? Aunque en ese momento agradecí que hubiera elegido hablar con él ahora. Por alguna extraña razón no me gustaba dejarlos solos y aún menos, imaginarme el hecho de que podían verse sin que yo lo supiera.

Andrew dudó unos segundos, en los que solo se dedicaban a mirarse como si estuvieran comunicándose con la mirada.

Quise hablar, gritar, empujar a Samantha y entrar a la casa, tomando a Andrew por el cuello para besarlo como antes pero, mi cuerpo no reaccionaba. Exactamente, no sabía que decir.

-Por lo que veo, todavía no te has quitado de encima a la sin techo. - comentó la rubia de bote, cuando mis pies decidieron andar y ponerse al lado de Andrew.

Mi sangre hirvió, y las ganas de golpearla se apoderaron de mí. Pero, Andrew se me adelantó.

-¿Qué es lo que quieres?- le cortó.

-Hablar. ¿Podemos entrar?- preguntó casi en un susurro, acercándose a él.

-Hablemos aquí mejor.- respondió Andrew, de manera tajante .

Los ojos azules de Samantha me repasaron y una molestia se instaló en mí, al ver que estaban criticando mi vestimenta.

¿Por qué me puse unos simples vaqueros y unas zapatillas? Ella, a comparación de mí, estaba vestida como si acabara de salir de un probador. Su vestido negro se ceñía a su cuerpo, provocando que sus curvas sobresaliesen y pensé en lo que debía pensar Andrew.

-¿No escuchaste que el asunto solo nos interesa a nosotros?- me preguntó, alzando su voz.

Mi cuerpo se volvió a quedar quieto, sin saber que decir pero, pronto el enfado reaccionó.

Durmiendo a su ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora