Abrí los ojos, observando a mi alrededor. Mi pecho subía y bajaba, mientras que iba recordando el sueño. Miré la habitación encontrándome con Claire acurrucada en sus sabanas y la luz de la luna hacía un pasillo de iluminación hasta la puerta. Debían ser las cuatro o las cinco tal vez, solo era un mal sueño...solo era...oh mierda, no, no era un sueño.
No acababa de levantarme asustada, no acababa de soñar con Andrew, no observaba a Claire ni tampoco a la luna. Volví a cerrar los ojos.
Ocho, nueve, diez,...once, doce. ¿Por qué aún no se ha ido?
Mis ojos ardían y mi garganta tragó lentamente, como si mi vida dependiera de ello. ¿Por qué aún tenía el corazón acelerado? ¿Por qué no me movía? ¿Por qué sentía que el mundo se había detenido?
La brisa seguía golpeando mis mejillas de forma delicada y, podía sentir como el sol iluminaba mis brazos, apoyados en el libro que tenía en mi regazo. Su pie izquierdo se movió ligeramente y nuevamente, tragué.
-Lea.-habló.- ¿Me podrías contestar?...Porque si no lo haces, me veré obligado a buscar otra excusa para iniciar una conversación como la que nos debemos y...-calló, y por su suspiro, supe que no sabía que continuaba pero, en cierto modo, yo tampoco. ¿Qué quería exactamente?
Levanté mi cabeza, sin pensar. En esos momentos, el tiempo de Sacramento, no era mi amigo porque los ojos de Andrew estaban completamente iluminados a causa del sol. Su pelo estaba igual de alborotado pero, en esta ocasión, observé que sus mechones tenían unos cuantos centímetros más. Los tenía levantados, brillantes pero, con ese toque oscuro en sus raíces.
-¿Y qué conversación nos debemos? ¿Todavía tienes algo guardado bajo siete llaves o ya lo has soltado todo con Samantha? -le pregunté, levantándome. Tragué saliva y apreté mi mandíbula sin entender que hacía allí. ¿Por qué regresaba después de casi tres meses sin hacerlo?
-Lea, por favor, no digas eso.- dijo, casi en un susurro. Me mordí el labio, intentando que la decepción que sentí cuando lo escuché por última vez, se fuera. No quería recordar esa sensación. No quería volver a sentir como me alejaba cada vez que intentaba saber algo de él.
Suspiré y dejé de mirar su rostro. Nuevamente, la sensación de hormigueo, me recorría. Intenté detenerla pero, mi cuerpo no lo dominaba yo. Él sí.
-¿Qué quieres, Andrew?- le pregunté en un tono difícil de entender. Tragó saliva y me volvió a mirar, segundos después.
-Hablar, Lea. Necesito hablar contigo.- respondió, haciéndome tragar nuevamente. No tenía necesidad de hacerlo pero, de esa forma, las lágrimas volvían a entrar en mis ojos.-Te he estado llamando desde que te fuiste y tú...
-El que se fue, fuiste tú.- le interrumpí, ahogada. Mi voz no estaba ayudándome y tan solo quería salir de allí, lejos de él. No quería seguir observándole y que sus últimas palabras volvieran a mí. Él no confiaba en mí...,¿por qué lo haría ahora?
Nos miramos por unos segundos y sabía que lo mejor sería darme media vuelta, dejándolo allí pero, no podía. No podía irme sabiendo que él estaba en la misma ciudad que yo. No podía dejar de mirarle.
-¿Podemos hablar?-me preguntó, tímidamente. Mi pelo se ondeó con una pequeña brisa y me lo pasé para detrás de la oreja, intentando pensar en lo que era correcto, en dos segundos.- Sé que fui un idiota al llamar a Samantha cuando...cuando me encontré con mi padre pero,...-Le interrumpí.
-¿Por qué viniste, Andrew?- le pregunté con una voz que intentaba ser fuerte.- ¿Para explicarme por qué huiste o tal vez,...?-me interrumpió.
-Tú estás aquí,... ¿Necesito otra excusa para venir o esa es suficiente?
Volví a tragar saliva, mordiéndome el labio, segundos después. En ese momento, me di cuenta que tenía razón. Lo mejor era irme, dejarlo allí como él me había dejado en la habitación. Sola, y con muchas preguntas atascadas en mi garganta pero, seguía sin poder moverme.
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Durmiendo a su lado
Romance¿Qué se supone que tienes qué hacer cuando no tienes casa ni trabajo? Eso me pregunté yo. ¿A casa de tu mejor amiga? Imposible. Dafne compartía piso con unas cuatro chicas más, además de su novio, Louise. ¿Vas a donde vive tu novio? Ummm... tampoco...