Capítulo 52

270 26 36
                                    

Después de esos momentos llenos de tensión que provocó la guerra ahora mismo Lucifer despertaba en su cama lleno de mucha tranquilidad, era un nuevo día en el infierno y tenía muchas cosas que hacer y había dejado como pendientes, una de esas cosas serían los planes para la boda de Charlie y Vaggie. Se dirigió al baño y se lavó el rostro sintiendo la refrescante agua fría en su rostro, pero en ese momento se había percatado de algo que en serio lo molestaba.

Esa maldita voz que volvía a narrar cada cosa que hacía, intentó aguantar su ataque de ira como solía hacer cuando era un niño, esas pequeñas rabietas que eran demasiado tiernas.

Lucifer: ¡No puede ser!

De inmediato corrió hasta la sala para ver cómo su padre se encontraba sentado en un sofá mientras sus hijas estaban a su alrededor viendo un álbum.

Dios: Y está es de cuando le había dado su primer sombrero de copa, se veía demasiado tierno.

Charlie: Papá, no me habías dicho esto.

Lucifer: ¿Qué haces aquí?

Dios: Decidí pasar tiempo de calidad contigo el día de hoy, me agradó mucho ese momento padre e hijo que tuvimos que decidí hacer otro.

Lucifer: Decidiste mis polainas, ¿Por qué les muestras fotos mías?

Dios: Solo quería que vieran cómo era su padre antes de convertirse en lo que es ahora.

Clara: Nunca te imaginé como un bebé, pero te ves tierno.

Lucifer: Ay no, ¿Y Carmilla?

Emily: En la cocina.

Lucifer: Bien, ahí estaré tranquilo ahí mientras que ustedes se siguen burlando de mí.

Dios: Pero antes...

En un instante ya se encontraba con su vestimenta de siempre.

Lucifer: Gracias, hiciste desaparecer mi pijama favorita.

Dicho esto se alejó de ellos para irse directo a la cocina para encontrarse con su amada.

Lucifer: ¡Qué pares!

Llegó a la cocina para ver cómo Carmilla estaba alimentando a Rory con papilla por lo que se acercó a ella para darle un beso en la mejilla.

Lucifer: ¿Dormiste bien?

Carmilla: Así es, aunque cuando me desperté me encontré a tu padre en la cocina haciendo el desayuno para nosotros.

Lucifer: Ay no.

Carmilla: Querido, es obvio que tú padre quiere pasar tiempo contigo, ¿por qué no lo haces?

Lucifer: No es una mala idea, pero cada cosa sencilla que uno vería como normal él lo convierte en algo muy extraño.

Carmilla: ¿De qué hablas?

Lucifer: Si yo pido una taza de café entonces él creará los mejores granos para hacerlo en la mejor taza que pudo existir, si decido dormir entonces él crea una pijama con la tela más fina de la existencia. Quiero a mi padre, pero él hace cosas muy extravagantes, incluso hubo un momento en que cada vez que estaba en un lugar hacia que la gente cantara y bailará como si fuera algo normal.

Carmilla: Aquí cantamos y bailamos, y eso es algo normal para nosotros.

Lucifer: Ya sabes a lo que quiero llegar.

Carmilla: Solo pasa el día de hoy con él, a lo mejor eso ayuda a que su relación mejore. Y hazlo rápido porque no quiero ver qué alguien más se encuentre en esta cocina preparando el desayuno que no sea nosotros.

El Rey Y La Soberana: Lazos InfernalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora