La guerra estaba por comenzar, cada uno de los Soberanos se estaba preparando para enfrentarse al cielo después de tantos siglos de estar bajo su mano, incluso los Pecados Capitales también se encontraban ahí para liderar varios demonios y pecadores.
Charlie y Vaggie se encontraban en medio del caos, preparando a sus amigos residentes del hotel para la inminente guerra. Charlie lucía el mismo vestido rojo que llegaba hasta sus rodillas, empuñando su escudo y un tridente rojo con determinación. Vaggie, por su parte, había optado por un nuevo traje plateado, una combinación entre su atuendo de exorcista y un traje de combate similar al de Carmilla. Mientras se ocupaban de los preparativos, compartían una conversación sobre sus sentimientos respecto a la situación.
Vaggie: ¿Cómo te sientes al respecto, Charlie?
Charlie suspiró, mirando hacia el horizonte donde se vislumbraba el campo de batalla.
Charlie: Me siento nerviosa, pero también decidida. No podemos permitir que Miguel se salga con la suya.
Vaggie asintió, comprendiendo el peso de la responsabilidad que recaía sobre sus hombros.
Vaggie: Entiendo. Estoy aquí para apoyarte en lo que necesites.
Charlie: Una cosa es querer declarar la guerra por mi hotel y los cambios que han habido en el infierno, pero en el momento en que se llevó a mi hermana cruzó una línea que nunca creí que existía.
Mientras tanto, Emily se encontraba en otro rincón, vestida con un elegante traje oscuro adornado con plumas, un enorme ojo rojo destacaba en su pecho, mientras que otro ojo se vislumbraba en su tiara, revelando sus cuernos ondulados. Estaba inmersa en sus pensamientos, analizando la situación y preparándose mentalmente para lo que estaba por venir. Sabía que debía enfrentarse a su antiguo hogar para salvar a su hermana, y estaba dispuesta a hacerlo.
Emily: Ya es hora.
Clara y Odette, por otro lado, se encontraban enfundadas en sus trajes de combate, ajustando sus zapatillas hechas de material angelical y empuñando sus lanzas con determinación. Observaban a su alrededor, asimilando la realidad de estar involucradas en una guerra que nunca habían imaginado.
Clara: ¿Cómo llegamos a esto, Odette?
Odette suspiró, apretando el puño alrededor de su lanza.
Odette: No lo sé, Clara. Pero estamos juntas en esto, como siempre lo hemos estado.
Mientras tanto, Lucifer observaba el campo de batalla, vestido con un traje rojo completo con detalles blancos, similar al uniforme de un comandante del ejército. Observaba a los Soberanos y los Pecados Capitales preparando sus armas y soldados con una mezcla de determinación y furia contenida. Carmilla se acercó a él, vestida con un traje de cuero plateado y empuñando dos lanzas angelicales.
Carmilla: Lucifer, cálmate. Sé que estás lleno de odio por lo que ha sucedido, yo también lo estoy, pero necesitas mantener la calma si queremos salir victoriosos de esta batalla.
Lucifer apretó los puños, luchando por controlar su ira.
Lucifer: Lo sé, querida. Pero no puedo permitir que se salga con la suya. No después de lo que se atrevió a hacer.
Carmilla: Lo entiendo, Lucifer. Pero tenemos que ser estratégicos. No podemos permitir que nuestras emociones nublen nuestro juicio.
Lucifer respiró hondo, intentando encontrar la serenidad en medio del caos que lo rodeaba. Sabía que debía mantener la cabeza fría si querían tener alguna posibilidad de éxito en esta guerra.
En el fondo de toda esa ira también sentía miedo, no estaba seguro de si iba a poder salir con vida de ese lugar, las muertes son algo que lamentablemente no se pueden evitar y eso temía que sucediera para su familia, para él sabiendo la regla que fue puesta hacia él debido a su exilio.
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El Rey Y La Soberana: Lazos Infernales
RomansaUna historia que explora la relación entre Lucifer, el rey del infierno, y Carmilla, la soberana de un poderoso territorio infernal. Después de años de separación y tristeza por el abandono de su esposa, Lucifer se encuentra buscando un nuevo propós...